Los ?ngeles, al rev¨¦s
Los Clippers salen al fin del purgatorio y dejan atr¨¢s a los Lakers
El base Sam Cassell comenz¨® su mete¨®rica carrera a principios de los a?os 90 convirti¨¦ndose en el sexto hombre de los Rockets de Houston de Hakeem Olajuwon, que se pusieron el anillo de campeones de la Liga profesional norteamericana de baloncesto (NBA) en 1994 y 1995. Despu¨¦s le toc¨® danzar por varios equipos -Phoenix, Dallas, Nueva Jersey, Milwaukee y Minnesota- hasta su llegada a los Clippers de Los ?ngeles, el aut¨¦ntico purgatorio del torneo.
Para Cassell, de 36 a?os, los Clippers, un destino al que los jugadores universitarios llegan para sufrir un calvario hasta que encuentran otro club, significaban el triste final de una excelente carrera. Sin embargo, con 14 puntos, siete asistencias y cuatro rebotes de media, se ha convertido en el Mes¨ªas del vestuario del otro conjunto de Los ?ngeles, el contrario a los Lakers.
Donald Sterling, su due?o, ha convertido al club en el tercero del torneo en ganancias
Bajo la influencia de Cassell, los Clippers han realizado el mejor comienzo de campa?a de su historia, con diez victorias y cinco derrotas, son los l¨ªderes de la Divisi¨®n del Pac¨ªfico de la Conferencia Oeste, muy por delante de los Lakers, para variar, y s¨®lo dos conjuntos pueden presumir de m¨¢s triunfos en el primer mes del campeonato.
De la mano del entrenador, Mike Dunleavy, y junto a Cassell, la actitud la pone Cuttino Mobley, que tiende a jugarse m¨¢s tiros de los que debe. La calidad la dejan en las manos de tres ganadores natos -si no, no habr¨ªan jugado en la Universidad de Duke- como Elton Brand, Corey Maggette y Daniel Ewing. Especialmente espectacular ha sido el arranque de Brand, que, con Chris Kaman o Chris Wilcox, dos p¨ªvots al servicio del equipo, se ha convertido en uno de los mejores ala-p¨ªvots de la Liga dos a?os despu¨¦s de firmar el mejor contrato ofrecido nunca a un clipper. Y es que el ca¨®tico propietario de la franquicia, Donald Sterling, no se caracteriza precisamente por los derroches. En su af¨¢n por reducir costes, nada mas comprar el club, en 1984, recort¨®, por ejemplo, los gastos m¨¦dicos de 10.000 a 100 d¨®lares. Incluso le pidi¨® al t¨¦cnico de entonces, Paul Silas, que vendara ¨¦l mismo los tobillos de sus jugadores.
Sin embargo, Sterling, un magnate de los negocios inmobiliarios, propietario de casi todos los edificios de apartamentos de Beverly Hills, ha convertido a los Clippers en una de las m¨¢s exitosas empresas a pesar de su hist¨®rica mediocridad en el plano deportivo. Su valor ha ascendido de 12 a 215 millones de d¨®lares desde 1984, con ganancias anuales de 16, el tercero en la NBA.
Poco parece importar a Sterling que los Clippers hayan destituido a 25 entrenadores en su corta historia, que s¨®lo hayan ganado 13 partidos de las eliminatorias finales mientras que sus glamourosos vecinos han vencido en 362. En los ¨²ltimos 21 a?os, en efecto, los Clippers s¨®lo han completado un curso con m¨¢s victorias que derrotas, han perdido el doble de partidos de los que han ganado y ¨²nicamente han visitado tres veces la segunda fase de la competici¨®n.
Y todo ello, como consecuencia de desastrosas decisiones. Los Clippers tuvieron la primera selecci¨®n en los draft de 1988 y 1998 y escogieron a Danny Manning y Michael Olowokandi respectivamente. San Antonio Spurs tambi¨¦n goz¨® del mismo privilegio en dos ocasiones, 1987 y 1997. Los seleccionados para el equipo texano fueron David Robinson y Tim Duncan. Adem¨¢s, los Clippers siempre han evitado atar a las estrellas que, a menudo, eligen en los primeros puestos de la loter¨ªa de la NBA. Lamar Odom, Darius Miles, Andre Miller o Bobby Simmons abandonaron el equipo tras debutar con ¨¦l.
Dicen sus allegados que el principal problema de Sterling es que desconoce que sus conocimientos sobre baloncesto son nulos. En cualquier caso, parece ser que, tras veinte a?os en la presidencia, ha acabado por darse cuenta de ello. Si no, los Clippers no estar¨ªan en lo m¨¢s alto de la NBA.
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