El ni?o que no mira
El ni?o que no mira, tiene los ojos tapados con las manos. Cuenta hasta tres y nadie se ha movido. Vuelve a taparse los ojos y cuenta hasta tres m¨¢s deprisa, pero nadie se ha movido. Sin embargo, el ni?o que no mira, cuando mira, ve a los otros ni?os cada vez m¨¢s cerca, una y otra vez, hasta que ya casi los tiene encima.
El ni?o que no mira, se aburre, se asusta, se pone triste. Cae la noche en el Parque del Oeste y poco a poco, uno a uno, los ni?os se van marchando.
El ni?o que no mira, vuelve a casa. Mientras su madre cocina, mira fijamente los extra?os dibujos que se forman en las baldosas de la cocina. Parecen cosas, pero las cosas que ve, son cosas que ya ha visto. Su hermana entra y dice lago, el ni?o levanta la cabeza, pero vuelve a bajarla al darse cuenta de que no le hablaba a ¨¦l.
El ni?o, se aburre mirando al suelo mientras escucha el sonido del televisor. Su madre pone los platos y ¨¦l mismo pone los cubiertos. Cuchillo y tenedor, cuchara no, porque no hay sopa. Su padre se sienta el ¨²ltimo a la mesa. Su padre y su madre hablan mucho durante la cena y el ni?o discute con su hermana. S¨®lo un poco. Cuando ha terminado de cenar, se va al ba?o, y se mete en la ba?era antes de que est¨¦ llena del todo.
El ni?o, mira el agua que lentamente va cubriendo sus rodillas, sus test¨ªculos, hasta llegar a su pecho. Entonces su madre alarga el brazo para cerrar el grifo. Su madre habla mientras le lava la cabeza. Al terminar, su madre le peina y corre a por su hermana. Su hermana entra en el agua cuando ¨¦l est¨¢ a¨²n dentro, y estira las piernas.
El ni?o que no mira ya no est¨¢ c¨®modo. Sale goteando y se enrolla una toalla. Ni siquiera se ha enjabonado el cuerpo. Se seca y se pone el pijama. Mira los dibujos de su pijama por un segundo.
Al ni?o, le gusta escoger su propia ropa. No le gusta el rojo, ni la lana que pica, ni los pantalones de peto. Su padre dice algo y su madre cruza su puerta corriendo, pero luego vuelve a darle un beso, mientras el ni?o se acuesta. Su madre le tapa hasta el cuello pero en cuanto ella sale, el ni?o se destapa un poco y saca los brazos de la manta. Una luz que viene del sal¨®n, ilumina su colecci¨®n de coches y a la mitad de su ejercito de caballeros medievales. Algunos de sus caballeros favoritos est¨¢n a oscuras y el ni?o piensa en cambiar el orden. Tal vez ma?ana.
El ni?o, cierra los ojos y ve cosas, pero no oye voces. Finalmente, sin saber exactamente cuando, se queda dormido.
El ni?o que no mira, sue?a con un hombre que guarda algo en un garaje, pero el garaje tiene ¨¢rboles y el se?or a veces es su padre y a veces no. El ni?o se despierta asustado. Han pasado muchas horas y la casa est¨¢ en silencio.
El ni?o, camina despacio hacia el ba?o y hace pis. Al salir del ba?o se deja la luz encendida. Se mete de nuevo en la cama y muy despacio, sin saber cuando, vuelve a dormirse. No sabe si sue?a o no, pero cuando despierta ya es de d¨ªa y el sol ilumina todos sus juguetes, as¨ª que olvida colocar sus caballeros en un orden diferente. Desayuna mirando los dibujos animados y se r¨ªe cuando Garfield persigue cuesta abajo un carrito lleno de lasa?as. La cartera le pesa, el autob¨²s llega tarde, y cuando sube, unos ni?os le saludan y otros no. Mira a una ni?a morena que se llama Elsa y que monta a caballo.
Lo sabe porque la ni?a le ense?¨® una vez una foto en la que estaba montada en un caballo blanco. Recuerda que la ni?a llevaba pantalones blancos y botas y un sombrerito con visera.
El ni?o que no mira, nunca ha montado a caballo pero le gustar¨ªa. Mientras el autob¨²s cruza la Gran V¨ªa, el ni?o deja de mirar los carteles de los cines y recuerda el Parque del Oeste y c¨®mo los otros ni?os no se mov¨ªan, y sin embargo, estaban cada vez m¨¢s cerca y se siente mal y piensa que ha aprendido algo, pero a¨²n no sabe qu¨¦.
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