La noche m¨¢s hermosa del Villarreal
Un gol de Guayre ante el Lille clasifica al conjunto de Pellegrini por primera vez entre los 16 mejores de Europa
Caprichoso como es el f¨²tbol, hubo de ser casi un outsider en el Villarreal, el delantero canario Guayre, quien le diera las llaves del cielo europeo. Puesto que apenas cuenta para Pellegrini, Guayre ya ha dicho que quiere irse en diciembre y el club ha impedido que juegue los cinco partidos en Liga que impedir¨ªan su marcha. Lo ha tasado barato: un mill¨®n de euros. Pero a Pellegrini le sobra astucia y ayer pens¨® que, ante la opacidad de Jos¨¦ Mari, ser¨ªa bienvenida la frescura de Guayre. Como tambi¨¦n result¨® despu¨¦s de que el joven H¨¦ctor Font le enviara un delicioso pase interior. El pase para la gloria, pues eso es para el modesto Villarreal estar entre los 16 nobles de Europa despu¨¦s de haber superado un grupo poderos¨ªsimo en el que el Manchester ha quedado en la cuneta.
VILLARREAL 1- LILLE 0
Villarreal: Viera; Krompkamp, Gonzalo, Pe?a, Arruabarrena; Senna, Josico; Riquelme, Sor¨ªn (H¨¦ctor Font, m. 35); Jos¨¦ Mari (Guayre, m. 60) y Forl¨¢n (Roger, m. 85).
Lille: Sylva; Chalm¨¦, Tavlaridis, Vitakic, Tafforeau; Dumont, Makoun; Lichsteiner (Moussilou, m. 69), Bodmer, Dernis (Acimovic, m. 60); y Odemwingie (Mirallas, m. 75).
Goles: 1-0. M. 66. Pase en profundidad de Font que recibe Guayre, regatea al portero y marca a puerta vac¨ªa.
?rbitro: Valentin Ivanov. Amonest¨® a Riquelme y Josico.
Partido correspondiente a la ¨²ltima jornada de la primera fase de la Liga de Campeones en el grupo D. Unos 18.000 espectadores en El Madrigal.
En realidad fue Font, un chico de la casa, un humilde vecino de este pueblo de 45.000 habitantes, quien le cambi¨® la cara a su equipo cuando entr¨® en el minuto 35 por el lesionado Sor¨ªn. Le devolvi¨® la esencia, el toque que hab¨ªa perdido tras las secuelas en el alma amarilla que hab¨ªa dejado el paso del Bar?a por El Madrigal. Borr¨® una primera parte impropia de un conjunto tan aseado con la pelota. Recuper¨® sus or¨ªgenes para entrar en la historia.
Porque antes, el Lille hab¨ªa aprendido la lecci¨®n del Bar?a y presion¨® a la defensa de Pellegrini cuando ¨¦sta trataba de sacar el bal¨®n jugado. Con parecidas consecuencias. Ausente la t¨¦cnica de Quique ?lvarez, el Villarreal carece de una salida limpia de la pelota. En la Liga espa?ola nadie, salvo el Barcelona, se hab¨ªa dado cuenta. Pero el conjunto franc¨¦s s¨ª. Le invit¨® al pelotazo y llegaron las piedras de Pe?a, por ejemplo. El centro del campo amarillo, de pronto, hab¨ªa perdido el control que le caracterizaba, en apenas tres d¨ªas. La esencia de su juego. No tej¨ªa sino que se deshilachaba con un f¨²tbol directo, de pases largos e imprecisos con ventaja para los defensores. Con Senna, reci¨¦n convocado por Aragon¨¦s, a la cabeza de las imprecisiones. El cuadro de Pellegrini jug¨® esta primera parte tan mal como el d¨ªa del Bar?a, pero con la gran diferencia de que los chicos del Lille no eran ni por asomo las figuras azulgranas. Y la con mejora que supon¨ªa la entrada en la alineaci¨®n de Forl¨¢n. Al contrario que Lucho Figueroa, el delantero uruguayo oxigena a su medio del campo. Baja a recibir, toca e, inmediatamente, busca el desmarque. Claro que ayer, consciente de la necesidad de su disparo, remat¨® desde cualquier parte, precipitadamente en la mayor¨ªa de casos.
La lesi¨®n de Sor¨ªn propici¨® que H¨¦ctor Font, su sustituto, ocupara la media punta y que Riquelme se desplazara a la izquierda, de falso interior zurdo. Font, adem¨¢s, permit¨ªa m¨¢s posibilidades de conservar el bal¨®n al tratarse de un mediocampista m¨¢s de toque que Sor¨ªn. En este sentido, s¨ª hubo una ganancia muy evidente, ya que Font trenz¨® un par de triangulaciones que, dada la carest¨ªa de la noche, se antojaron mucho. En una de ellas, el joven volante remat¨® alto tras un pase de Riquelme y se qued¨® mirando al argentino esperando la aprobaci¨®n del jefe. Que no lleg¨®. No es ni mucho menos Riquelme el tipo de as generoso que representa Ronaldinho. Y mucho menos ayer, con el enfado acumulado de dos partidos en los que de ninguna manera le sal¨ªa su juego de sal¨®n.
El segundo tiempo comenz¨® a golpe de contragolpe, con la pelota viajando de una porter¨ªa a otra, con las emociones desbocadas. Font asumi¨® el arranque de las jugadas de su equipo mientras que, atr¨¢s, Gonzalo Rodr¨ªguez ejerci¨® la defensa amarilla al filo de la navaja, apareciendo justo en el ¨²ltimo momento. El encuentro sigui¨® desmadejado y El Madrigal se sinti¨® toda la noche en el alambre. Observando c¨®mo Senna, uno de sus jugadores m¨¢s fiables, encadenaba un error tras otro sin que su sustituto natural, Tacchinardi, lesionado, pudiera reemplazarlo. Es uno de los grandes problemas que afronta Pellegrini: la poca densidad de su banquillo.
En un partido tan dividido, decidi¨® la lucidez de Font. La claridad para ver el pase interior a Guayre, que esperaba en el extremo derecho. El env¨ªo fue tan preciso de ubicaci¨®n y potencia que el control orientado de Guayre fue un regate al portero Sylva. Y un gol, por tanto, ante la puerta vac¨ªa. El tanto que permit¨ªa al Villarreal ara?ar una muesca m¨¢s en su camino hacia el cielo. A pesar de que Mirallas pusiera a prueba a Viera y al larguero en el suspiro final del combinado franc¨¦s. La suerte estaba echada. El Villarreal disfrut¨® de su noche m¨¢s hermosa.
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