Adi¨®s entre reproches

Como las grandes estrellas del cine de Hollywood, Vanderlei Luxemburgo, destituido hace cuatro d¨ªas como entrenador del Madrid, se despidi¨® ayer de sus ya ex jugadores entre interminables flashes. El escenario: la Ciudad Deportiva de Valdebebas. Los protagonistas: el ex entrenador y sus ex futbolistas, reunidos durante 10 minutos en el vestuario. El telonero: Emilio Butrague?o, vicepresidente del Madrid, que acompa?¨® a Luxemburgo durante su comparecencia ante la prensa y no pronunci¨® palabra alguna. Eso, las palabras, las cr¨ªticas y los ataques, quedaron para el t¨¦cnico brasile?o, que no admiti¨® preguntas: "Nunca imagin¨¦ que perder un cl¨¢sico [contra el Bar?a [0-3] pudiera crear tanta inestabilidad en una entidad de la importancia del Real Madrid", explic¨® Luxemburgo; "ni que cada noventa minutos se pusiera en entredicho el cargo de entrenador de este club", continu¨®. "Sin embargo, son cosas que, aunque me decepcionan, me han servido para tomar nota del funcionamiento de esta grand¨ªsima entidad", avis¨®.

En la mente de Luxemburgo, gesto serio y bromas con los fot¨®grafos -"no nos peleemos m¨¢s", les ped¨ªa cuando se agolpaban a su alrededor- el Madrid, cuarto en la Liga, a seis puntos de Osasuna y Bar?a, est¨¢ en situaci¨®n de pelear por el t¨ªtulo. Todo estaba previsto.Casi hasta las derrotas. "Cre¨ª que en Europa se respetaban m¨¢s los proyectos. En mi planificaci¨®n estaban previstos los buenos y los malos momentos", argument¨®. "Ahora est¨¢bamos en una mala situaci¨®n, pero yo sab¨ªa que se arreglar¨ªa en estas tres semanas que vamos a poder entrenar con todo el equipo. Siempre dije que ganar¨ªamos la Liga y sigo convencido de que lo habr¨ªamos hecho, porque el equipo iba a crecer. Sin embargo, nunca pens¨¦ que se cortar¨ªa la planificaci¨®n de esta manera", continu¨®. "Mi sorpresa ha llegado cuando he visto que un club tan grande como el Madrid no ha sabido comprender esos detalles".

Luxemburgo, que lleg¨® al club en diciembre de 2004, no entiende su destituci¨®n. ?l, "un ganador", ha sido despedido. Y eso le parece inexplicable: "Soy de una escuela vencedora. Cuando hablaba de mi curr¨ªculo y defend¨ªa mis ideas no era por arrogancia, sino para intentar que quienes no conoc¨ªan mi historia la buscaran. Siempre sal¨ª de los malos momentos hacia las grandes conquistas. Esto iba a ocurrir tambi¨¦n en el Madrid. Yo no quer¨ªa vivir del pasado, sino de un presente en La Cibeles".

El t¨¦cnico, silbado por la afici¨®n por sus cambios defensivos, tambi¨¦n tuvo palabras para ellos. "Gracias", dijo. "En 11 meses se han silbado dos de mis decisiones [dos cambios], un porcentaje muy bajo para todo el cari?o que me han dado", a?adi¨®, antes de agradecer su ayuda a los jugadores y t¨¦cnicos del club. No a la directiva. No a algunos periodistas -"a los que confunden periodismo con persecuci¨®n, suerte"-, dese¨®. No a Sacchi, que todav¨ªa ejerce como director de f¨²tbol. Ni a Florentino P¨¦rez, el presidente. "Luxe trabaj¨® bien, pero la afici¨®n quiere resultados. En el Madrid no basta con ser segundo, y nuestra ¨²nica realidad es optar al t¨ªtulo", dijo ayer el presidente. Era la primera vez que enjuiciaba los hechos. Y lo hizo en los Emiratos ?rabes, donde est¨¢ de viaje.