?ngel Pedraza, tu rumba frenes¨ª es inmortal
Al frente de Grupo Kual?, elev¨® el estatus de culto popular de la cumbia sonidera chilanga, considerada ¡°naca¡± despectivamente a¨²n en algunos c¨ªrculos, al panorama universal con millones de ¡®plays¡¯

A finales de 2018 intercambi¨¦ mensajes con ?ngel Pedraza Becerra, el magn¨¦tico fundador y vocalista del Grupo Kual? El pretexto era la escritura de un perfil de su combo, que desde el antiguo pueblo de San Juan de Arag¨®n defin¨ªa un mundo propio, barrial y salvaje, dentro del expansivo universo de la cumbia. Hac¨ªa tiempo que la gentrificaci¨®n del g¨¦nero edulcor¨® a Los ?ngeles Azules y, para m¨ª, Kual? manten¨ªa el esp¨ªritu marginal cumbiero, con su inconfundible grito de batalla ¡°?Abuelita, soy tu nieto, y ya llegu¨¦!¡±. En sus palabras, era netamente m¨²sica de barrios y ¡°la pura verdura del kaldo¡±.
El domingo 23 de febrero de 2025, el hijo mayor de ?ngel inform¨® en las redes sociales del grupo que el frontman falleci¨® esa ma?ana a los 48 a?os. Sin ofrecer mayores explicaciones de las causas, su mensaje evocaba el amor hacia el humano y hacia la leyenda. ¡°Siempre vivi¨® como quiso, siempre luchador, carism¨¢tico y para los que lo conocimos en verdad, el g¨¢nster m¨¢s loco de todo San Juan de Arag¨®n y la Costa de Oaxaca¡±. Record¨¦ mi deuda, pendiente desde aquella tarde cuando, acompa?ado de Marisol, mi mujer, ?ngel nos cit¨® en un sal¨®n contiguo a las entrecalles de la avenida San Juan de Arag¨®n, en la Alcald¨ªa Gustavo Adolfo Madero, al nororiente de la Ciudad de M¨¦xico.
En su poema La Cumbia (1940), el poeta de la resistencia afrocolombiana Jorge Artel escribi¨® las claves: llanto de gaitas, m¨²sica de indios y negros, amalgama fren¨¦tica y diab¨®lica de sombras y de luces de esperma, que pone a cabalgar su ritmo oscuro sobre las caderas ¨¢giles de las sensuales hembras. Resistencia. Desde entonces, la cumbia se reg¨® en sus variantes desde la costa, selva y sabanas colombianas. M¨¦xico, en muchos sentidos, fue su segunda cuna, a partir de los a?os cuarenta con Luis Carlos Meyer, El Rey del Porro, barranquillero errante que trajo el folclor a la tierra del mambo, el huapango y el mariachi.
En los siguientes a?os la cumbia ech¨® ra¨ªces profundas desde las periferias. En el sur con la chunchaca; en el norte, con la lagunera, el vallenato, la rebajada, y en el centro, con figuras como Los Gatos Negros de Tiberio, Sonora Dinamita, Playa Azul (luego ?ngeles Azules), los sonideros y un clan que ser¨ªa definitorio: la Dinast¨ªa Pedraza. La historia comenz¨® con Aurelio Pedraza Nolasco, trompetista en la Plaza de Toros y fundador de la primera banda de viento en San Juan de Arag¨®n. En 1949, don Aurelio fue invitado por el director de cine Ismael Rodr¨ªguez para musicalizar La oveja negra, pel¨ªcula protagonizada por Pedro Infante y Fernando Soler, que se convertir¨ªa en uno de los filmes clave de la llamada ?poca de Oro.
Ese momento marc¨® a la familia. Los hijos de don Aurelio, Alberto y Aar¨®n, fundaron en 1977 el Super Grupo Colombia, creadores de los cl¨¢sicos Coraz¨®n enamorado, Cumbia de los Estados y la Cumbia del chinito. En 1991 ?ngel sustituy¨® a su pap¨¢ ?ngel en el piano del Super Grupo. A principios de los dosmiles Alberto Pedraza inici¨® su carrera en solitario con el mega hit de la Guaracha sabrosona. Posteriormente, t¨ªos, primos, hijos e hijas hicieron extensiva la tradici¨®n orgullosa sanjuanera con Aurelio Pedraza y su Acorde¨®n Sabanero y el combo Kumbia Berraka.
?ngel fund¨® Grupo Kual? en 2001. Para poner su sello a lo que su linaje hab¨ªa construido en t¨¦rminos musicales, se empe?¨® en crear un sonido saturado, como las capas de bajos de un sonidero callejero, que dificultaba incluso la modulaci¨®n en la mezcla final. Este estilo se caracteriz¨® desde el inici¨® por un raspado del g¨¹iro m¨¢s grueso al que se hac¨ªa en la versi¨®n de metal de este instrumento, una conga muy marcada, caja vallenata tocada con baquetas en lugar de manos y un estilo h¨ªbrido de su acorde¨®n entre lo colombiano y lo grupero. Adem¨¢s de fusionar la grasa de la cumbia con la de la guaracha y rumba cubanas.
Su primer disco, Vete (Revilla Records), lleg¨® en 2002, con Fernando Pedraza en las percusiones, Juan Nolasco en el bajo, Zeferino Rodr¨ªguez en la caja vallenata, Richie Olvera en los timbales, Juan Valdez y Andr¨¦s Gallego en las segundas voces. Para Kual?, al igual que para la Dinast¨ªa, los DJs sonideros fungieron como sus verdaderos difusores, m¨¢s que las majors o alguna compa?¨ªa poderosa. Mientras la radio y la televisi¨®n les cerraban las puertas por barriobajeros, fueron haci¨¦ndose eco entre los pinchadiscos de los sonidos cl¨¢sicos, y luego entre cumbi¨®logos ¡°modernos¡±. Esta proyecci¨®n vertiginosa desde el underground los llev¨® a Estados Unidos, donde siempre fueron bien recibidos por los paisanos en extensas giras anuales. Todo esto nos lo contaba aquel d¨ªa.
Ignoro si fue por nuestra presencia o porque as¨ª lo hac¨ªa siempre. ?ngel actuaba como un director de orquesta exigente, que ped¨ªa repetir las piezas, subir tonos y ajustar tiempos. Era una especie de taller y bodega, con algunos autos estacionados al fondo. Tocaron sus grandes ¨¦xitos de Maraquero, Amor regresa ya, Rumba frenes¨ª y desde luego Las mujeres nos se acaban. En alguna pausa nos pregunt¨® c¨®mo sonaba y si quer¨ªamos escuchar una canci¨®n. ?Negra, ron y velas!, le soltamos al instante. ?Es nuestra canci¨®n favorita!, confesamos en modo grupis. Y la tocaron una, dos, tres veces. Mar y yo nos paramos a bailar.
Nos sent¨ªamos especiales por presenciar lo que, m¨¢s que un ensayo rutinario, parec¨ªa un concierto privado. Sonaban bien estructurados y no ten¨ªan temor a trepar al volumen. Al final, las compa?eras de los m¨²sicos llegaron con un grupo de ni?os, acompa?adas de un banquete compuesto de sendos ceviches, cervezas bien fr¨ªas y refrescos. Luego me enter¨¦ de que ?ngel era seguidor de la pesca profesional y muy conocido en los torneos de ese deporte en las costas de Oaxaca, de donde proven¨ªa parte de su familia. Comimos, re¨ªmos y hablamos de cumbia. Olvid¨¦ ponerle play a la grabadora. Luego de despedirnos, salimos muy prendidos cuando ca¨ªa el atardecer, con electricidad en los cabellos, bajando por los pies.
Hab¨ªamos testificado el poder de Kual? Imposible no atender el llamado, sacar todos los pasos que te sepas. Participar de la danza negra de la tierra que la raza ¡ªcomo escribi¨® Artel¡ª grita en esos gestos el¨¦ctricos, por la contorsionada pirueta de los muslos epil¨¦pticos. A?oranza de selvas y de hogueras encendidas, que trae de los tiempos muertos un coro de voces vivas. Intu¨ª su energ¨ªa especial, misma que transmit¨ªa en cada concierto.
?ngel era un hechicero estridente al micr¨®fono que dirig¨ªa su ceremonia con frases impregnadas de eco, saludos a personajes y barrios, remates y onomatopeyas propias del sabor cachondo y el cal¨® ?ero del chilango. ?A wiviii! ?Wivivi! ?Vayaaa compaaaa! ?Weeepppaaa! ?Oeihehepppaaa! ?C¨®mo dice que dice! ?Owaaaaaaa! ?Lleg¨® pap¨¢¨¢¨¢! ?Vaya g¨¹era, sanjuanera, dime, c¨®mo suena tu tamborrr! ?Seee vaaaa! ?Tambooo! ?Ya me fui, fui, fuiiiiii! Mientras marcaba el crescendo con su acorde¨®n para llegar al break en el que los timbales ceden a los mejores pasos en los c¨ªrculos de baile. Grupo Kual? logr¨® encapsular toda la potencia vital que s¨®lo se puede experimentar en un baile sonidero en vivo, de preferencia en la calle, atascado de equipo, volumen y peligro, en un estudio de grabaci¨®n.
Rumba cha-cha-cha es uno de esos himnos. Durante a?os se ha posicionado entre lo m¨¢s escuchado en plataformas digitales. Mientras escribo esto, la canci¨®n pas¨® de 120 a 121 millones de plays solo en Spotify, indicador con poca importancia que refleja la transici¨®n de sus ¨¦xitos a la era del streaming, una vez validados en cientos, miles, de bailes callejeros y caseros. Su hipnotismo resume el poder de Kual?, un madrazo de sabor equilibrado con lo mejor de todas sus habilidades.
Entre el 2022 y el 2024 el grupo lanz¨® ocho discos de estudio, incluidos los seminales El poder de la cumbia y Los reyes de la cumbia. Internacionalizaron la cumbia y a la vez la hicieron el¨¢stica con otras tradiciones locales. Esto qued¨® marcado en Konexiones, donde fueron al rock, al ska, al rap, a otras cumbias y a lo ecl¨¦ctico: Lila Downs, Akil Ammar, Toromata, Sekta Core, Sonido Gallo Negro y el Sonido La Changa.
Tras la noticia del fallecimiento comenzaron los homenajes y mensajes de despedida. De la Representaci¨®n C¨ªvica de la Batalla del 5 de mayo de 1852 Pueblo San Juan de Arag¨®n, a la Sociedad de Autores y Compositores de M¨¦xico (SACM). El padre Edward Horning, figura presente en redes sociales, dedic¨® unas palabras el domingo 23 y una misa el lunes por la partida de ?ngel en la Bas¨ªlica de Guadalupe. El reconocido di¨¢cono rebelde y cumbiero de la Di¨®cesis de San Diego, California, encomend¨® el alma de su amigo ?ngel al Supremo. Pidi¨® fe para seguidores y familiares. Y con su spanglish record¨® las frases ic¨®nicas de ?ngel, y con ellas llam¨® a los feligreses pensar en los dichos del Se?or acerca del camino de la verdad y de la vida.
Este simb¨®lico homenaje subraya otro aporte de Kual? El de impulsar el estatus de culto popular de la cumbia sonidera chilanga, considerada naca despectivamente a¨²n en algunos c¨ªrculos, al de culto sagrado. Descansa en poder ?ngel Pedraza, tu rumba frenes¨ª es inmortal.
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