La tribu de la cama
Han pasado tres a?os. Ellos tienen novias nuevas y hay boda a la vista. Pero ellas tienen otros planes. La tropa de 'El otro lado de la cama', la pel¨ªcula espa?ola m¨¢s taquillera de 2002, vuelve a la cartelera. Una comedia musical que indaga todas las posibilidades de un lecho. Un plantel de int¨¦rpretes que han crecido juntos.
Han pasado tres a?os. Ellos tienen novias nuevas y hay boda a la vista. Pero ellas tienen otros planes. La tropa de 'El otro lado de la cama', la pel¨ªcula espa?ola m¨¢s taquillera de 2002, vuelve a la cartelera. Una comedia musical que indaga todas las posibilidades de un lecho. Un plantel de int¨¦rpretes que han crecido juntos.
Has visto el coche?". "?Qu¨¦ pedazo de buga!". Ni Ernesto Alterio, ni Ver¨®nica S¨¢nchez, ni Guillermo Toledo. Ninguno de los ocho actores y actrices que ejercen de modelos por un d¨ªa, ni la fot¨®grafa, ni ning¨²n efectivo del ej¨¦rcito de maquilladores, peluqueros y estilistas que pululan alrededor. La aut¨¦ntica estrella de la sesi¨®n de fotos es el Jaguar XK 140 rojo fuego del 56 que centellea como reci¨¦n ca¨ªdo del cielo en medio de un garaje del madrile?o barrio de Prosperidad en un d¨ªa de perros. Las habituales once comunidades aut¨®nomas en alerta por temporal de agua y nieve. Fuera, un fr¨ªo que pela. Dentro, tambi¨¦n. La calefacci¨®n no funciona, y la temperatura de los presentes oscila entre la tiritona de Luc¨ªa Jim¨¦nez, que se planta a la m¨ªnima sus plumas sobre los vestidos de fiesta, y los sofocos de Pilar Castro, cuya barriga de seis meses de gestaci¨®n le sirve de "estufa biol¨®gica" y se pasea tan fresca en tirantes ante el pasmo general.
Luc¨ªa Jim¨¦nez, Pilar Castro, Ver¨®nica S¨¢nchez y Mar¨ªa Esteve son las chicas. Ernesto Alterio, Guillermo Toledo, Alberto San Juan y Secun de la Rosa, los chicos. Las parejas de la segunda parte de El otro lado de la cama, la pel¨ªcula espa?ola m¨¢s taquillera de 2002, con tres millones de espectadores y 12,6 millones de euros de recaudaci¨®n. Quiz¨¢ para no perder ese cartel, para que no queden dudas sobre su herencia gen¨¦tica, la secuela se titula simplemente Los 2 lados de la cama. Y detr¨¢s de ese n¨²mero primo, redondo, dual, se esconden muchas de las sorpresas de la apuesta de un equipo que, salvo la clamorosa ausencia de Paz Vega y Natalia Verbeke y la no menos vistosa incorporaci¨®n de Ver¨®nica S¨¢nchez, Luc¨ªa Jim¨¦nez y Pilar Castro, repite jugada.
Emilio Mart¨ªnez L¨¢zaro, director, y David Serrano, guionista, firman de nuevo la segunda ronda de un endiablado juego de cama en el que han crecido considerablemente las variables. Si tres son multitud, ocho son legi¨®n, y las combinaciones se multiplican. ?Para qu¨¦ conformarse con una triste pareja pudiendo acreditar varias dobles, un tr¨ªo, un full y hasta un peculiar rep¨®quer?
"?Esas pibitas, ya os vale!". Guillermo -Willy- Toledo hace su entrada en el estudio con el resto de los chicos y jalea a Luc¨ªa y Ver¨®nica, que posan ya para la c¨¢mara vestidas de starlettes del tercer milenio. Pilar se deja ajustar trajes de pasarela a sus curvas de embarazada, y a Mar¨ªa la est¨¢n peinando. Todas llevan un par de horas aqu¨ª. Doris Day lo sab¨ªa: los cardados y maquillajes sesenteros, tan fotog¨¦nicos, llevan su tiempo. Pero ya est¨¢n todos. Comienza la serenata.
Los 2 lados de la cama es, como su alma mater, una pel¨ªcula coral. Muchos rostros, muchas voces y mucha m¨²sica. Algunos de los himnos no s¨®lo pop -Pablo Abraira, Jos¨¦ Luis Perales y hasta Jeannette tienen su minuto de gloria- m¨¢s celebrados de los a?os ochenta vuelven a sonar en pantalla cantados y bailados con desigual fortuna por un reparto que parece haberse quedado con ganas de fiesta. A pesar del g¨¦lido ambiente, quiz¨¢ precisamente por eso, ellos y ellas amenizan la espera entre foto y foto arranc¨¢ndose con un ecl¨¦ctico repertorio personal que va desde The Ramones -Toledo, muy sentido, en ingl¨¦s- hasta Pasi¨®n de gavilanes -Esteve, fan confesa, tiene Qui¨¦n es ese hombre como melod¨ªa del despertador- pasando por hits publicitarios de la infancia -Las mu?ecas de Famosa o Leche PMI, ¨¦sta s¨ª que s¨ª- coreados a todo pulm¨®n por estos chicos y chicas entre los veintitantos y los treinta y tantos criados a los pechos de Oliver y Benji y los padres fundadores Epi y Blas.
Pero hay algo m¨¢s que camarader¨ªa generacional en esa sinton¨ªa en la sala. Es m¨¢s bien una confianza natural, de piel con piel, que roza lo fraternal. Para bien y para mal. Se pican, se tocan, se echan flores, se insultan. No en vano algunos de los convocados han crecido juntos. F¨ªsicamente. Willy Toledo, Alberto San Juan, Ernesto Alterio, Secun de la Rosa y Pilar Castro tienen antecedentes comunes. Estudiaron en la escuela de actores de Cristina Rota en el Madrid de los noventa. Fue por entonces cuando San Juan, Toledo y Alterio fundaron Animalario, una compa?¨ªa de teatro alternativo que empez¨® casi como una panda de colegas poniendo en pr¨¢ctica sus ense?anzas escolares y que ha ido creciendo en prestigio y notoriedad hasta hacerse acreedora, hace s¨®lo unas semanas, del Premio Nacional de Teatro.
Mientras tanto, Castro y De la Rosa no perd¨ªan el tiempo. "?bamos todos a la escuela, y con Secun, que ten¨ªa una compa?¨ªa llamada Caracalva, actu¨¢bamos todos los jueves por 3.000 pesetas en un bar que se llamaba Or¨¢n", recuerda Pilar. "Luego cada uno ha seguido su camino, pero siempre nos hemos echado una mano, nunca ha habido competencia entre nosotros y eso nos ha ayudado a cada uno a subir en nuestra profesi¨®n".
"Son un poco tribu, s¨ª", confirma Emilio Mart¨ªnez L¨¢zaro, su director en todos los lados de la cama. "Soy muy consciente de que ese esp¨ªritu de grupo ha sido muy importante tanto para la primera pel¨ªcula como para ¨¦sta. Dan un valor a?adido que no encuentras en otros int¨¦rpretes. Estos actores son algo as¨ª como lo que signific¨® en la transici¨®n el Teatre Lliure en Barcelona. Tienen una mezcla de reflexi¨®n e improvisaci¨®n genial. Pero esto yo ya lo sab¨ªa de la primera parte. Con todo respeto a Paz y a Natalia, el aut¨¦ntico hallazgo de Los 2 lados de la cama son las chicas. Todas las chicas".
Cuando se empez¨® a gestar esta segunda apuesta, Paz (Vega) y Natalia (Verbeke), reinas de la primera parte, eran parte del proyecto. De hecho, el borrador de gui¨®n perge?ado por David Serrano contaba con ellas. Pero ambas dijeron no. Por problemas de agenda, por falta de acuerdo, por dificultades log¨ªsticas; porque no. Los dos protagonistas masculinos de la primera versi¨®n, Ernesto Alterio y Guillermo Toledo, se quedaban compuestos y sin novia. S¨®lo restaba indemne la pareja de secundarios capitaneada por Mar¨ªa Esteve, la entra?able incontinente verbal que hab¨ªa logrado a ¨²ltima hora de El otro lado de la cama echarle el guante a Alberto San Juan, su alma gemela encarnada en taxista carca, refranero y sentimental. Faltaban, por lo menos, dos chicas nuevas.
"Tres, para ser exactos", concreta Mart¨ªnez L¨¢zaro. Cuando el director y el guionista aceptaron la previsible propuesta de los productores para volver a la carga -?qui¨¦n no quiere repetir un taquillazo?- pusieron una condici¨®n. Hacer otra pel¨ªcula. "Nunca me convenci¨® el final de la primera parte. Creo que no supe terminarla bien, no la ve¨ªa redonda y ¨¦sta era una oportunidad de cerrar el c¨ªrculo. Ten¨ªa historia que contar", dice el escritor, David Serrano. Y el director ten¨ªa ideas muy concretas al respecto. "Hab¨ªa que incorporar un elemento de conflicto. No pod¨ªamos insistir en la historia de dos amigos que se enga?an con la novia del otro. Eso ya no era noticia. Ahora, la historia iba a ser la lucha de esos dos por conquistar a una nueva mujer. Al menos, de entrada", explica Mart¨ªnez L¨¢zaro.
La elecci¨®n de las tres chicas se efectu¨®, casi, "a tiro hecho". Luc¨ªa Jim¨¦nez, cantante profesional, estaba esos d¨ªas representando la versi¨®n teatral de El otro lado de la cama por toda Espa?a, pero no fueron ¨¦sas sus credenciales para hacerse con el papel de la nueva novia de Guillermo Toledo en la gran pantalla. "Yo ya conoc¨ªa a Luc¨ªa desde La buena vida, la pel¨ªcula de David Trueba, donde ella actuaba con 17 a?os, y yo era el productor. Desde entonces ten¨ªamos una deuda pendiente y el papel era suyo", explica Mart¨ªnez L¨¢zaro. Ver¨®nica S¨¢nchez, por su parte, le debe su puesto a su interpretaci¨®n de falsa adolescente en Los Serrano.
-?As¨ª que una teleserie cuenta en el curr¨ªculo de una actriz de cine?
-"Por supuesto. ?se fue el trabajo que me convenci¨® para contratarla, aunque tambi¨¦n me gust¨® mucho en Al sur de Granada o El calentito", responde el director, rompiendo t¨®picos muy extendidos en el gremio.
Recompuestas las parejas protagonistas, s¨®lo quedaba encontrar a La Otra. La nueva acab¨® siendo Pilar Castro. En realidad, no tan nueva. Ya se han visto sus v¨ªnculos con la tribu Animalario y tambi¨¦n era vieja conocida de David Serrano, que hab¨ªa contado con ella en D¨ªas de f¨²tbol, su primera pel¨ªcula como director tras su deb¨² como guionista en El otro lado de la cama. Mart¨ªnez L¨¢zaro ten¨ªa en la retina "a esa chica de ojos clar¨ªsimos que se com¨ªa la c¨¢mara aunque estuviera al fondo del plano" y no lo dud¨®. Ya estaban todas. ?Acci¨®n!
Serrano apost¨® por comenzar la nueva partida como suele, "con un cataclismo". "Eso ya lo dijo Cecil B. De Mille", se r¨ªe Mart¨ªnez L¨¢zaro; "las pel¨ªculas hay que empezarlas con un terremoto e ir subiendo". Aqu¨ª el se¨ªsmo es un anuncio de matrimonio. S¨ª, parece que los peter panes de El otro lado de la cama, esos treinta?eros ego¨ªstas, mentirosos patol¨®gicos con miedo a crecer y una parad¨®jica mezcla de terror a la soledad y alergia al compromiso, van a sentar la cabeza. Parece.
"Por tu boda", brinda Guillermo Toledo con su amigo del alma Ernesto Alterio, que se casa al d¨ªa siguiente, en el primer di¨¢logo de la cinta. Los dos tienen novia nueva al lado: Luc¨ªa Jim¨¦nez y Ver¨®nica S¨¢nchez, respectivamente. Hechos consumados. Verbeke y Vega, simplemente ya no est¨¢n. ?sta es, efectivamente, otra historia.
"No hay que dar tiempo al espectador a que se pregunte qu¨¦ ha pasado desde la primera pel¨ªcula. Ni en qu¨¦ trabajan los personajes, ni de qu¨¦ viven, ni qui¨¦n es su familia", dice el director. "Obvio todo eso muy a prop¨®sito porque lo ¨²nico que me interesa son ellas y ellos y las relaciones entre todos. Que nadie busque un mensaje. Es una comedia, no una pel¨ªcula social".
En el garaje de Prosperidad, chicos y chicas se cambian de ropa. Ahora toca una sinfon¨ªa en tonos tierra y tejidos nobles. Ellas est¨¢n espl¨¦ndidas. Se gustan, se lucen, se piropean. Ellos evidencian divisi¨®n de opiniones. A Secun le han puesto unos pantalones floreados de piel de melocot¨®n que no terminan de convencerle, pero acata disciplinado el dictamen de la estilista. Alberto lleva una chaqueta de brocado y botas doradas que le dan un aire perdonavidas a lo Saylor-Nicholas Cage de Coraz¨®n salvaje. Ernesto brilla en terciopelo y cuero, y Guillermo sorprende a propios y extra?os luciendo con aplastante aplomo un look de dandi tirillas, muy british, que, gracias al cielo, no le disgusta del todo.
-"Si fuera cantante y tuviera un grupo, no me importar¨ªa vestirme as¨ª, tener un estilo, curr¨¢rmelo, como los Ramones. Pero es que yo soy yo".
Alberto y ¨¦l han venido por puro compromiso. Ambos detestan "disfrazarse" o, m¨¢s expl¨ªcitamente, "venderle la ropa a un se?or italiano por la cara", pero han aceptado participar en esta sesi¨®n de moda por profesionalidad. Est¨¢n en fase de promoci¨®n de la pel¨ªcula. Gajes del oficio. S¨®lo San Juan, muy al principio, recela y pide garant¨ªas: "Quiero ver lo que me est¨¢s haciendo, que te veo muy suelto. Puedo opinar, ?no?", le espeta a un peluquero. Despu¨¦s no vuelve a protestar. Secun est¨¢ a lo que est¨¢: "Hemos venido a esto". Se lo toma con humor y hasta acepta ponerse las gafas de dise?o -de varias dioptr¨ªas- de uno de los maquilladores. Alterio no disimula: "A m¨ª, qu¨¦ quieres, me gusta salir guapo", le dice a Luc¨ªa Jim¨¦nez durante un descanso para comer. Paella de encargo de las que no se pasan, pero se enfr¨ªan.
Para entrar en calor, Mar¨ªa se marca un zapateado con Ernesto. Esteve es la alegr¨ªa de la huerta. Una Campanilla revoloteando y dando conversaci¨®n a todo el mundo. Una payasa nata. "Basta", se ordena a s¨ª misma, "que luego todos sal¨ªs divinos en las fotos y yo bizqueando y me da mucho coraje". Es in¨²til, al minuto vuelve a la carga y se canta por lo bajinis "un flamenquito" m¨¢s que decente. "C¨®mo se nota que vosotros no ten¨ªais una madre artista. Yo me pasaba el d¨ªa haciendo el tonto en el espejo", confiesa la primog¨¦nita de Pepa Flores y Antonio Gades. Ver¨®nica, sin embargo, no da un ruido. C¨¢lida, afectuosa, muy educada, la actriz sevillana, que recupera autom¨¢ticamente su acento andaluz lavao en cuanto no hay c¨¢maras a la vista, parece disfrutar del ambiente en silencio.
Marta, el personaje de S¨¢nchez, es, junto con Carlota (Pilar Castro), el car¨¢cter m¨¢s firme del reparto. En Los 2 lados de la cama, como en la primera parte, mandan las mujeres. Ellos van a remolque. "En todo lo que escribo me sale que los t¨ªos son m¨¢s imb¨¦ciles que las t¨ªas. No es que ellas los manejen porque sean muy fuertes, que tampoco lo son, pero es que los otros son especialmente idiotas, no s¨¦ si es la visi¨®n que tengo de m¨ª mismo", admite David Serrano, autor de los di¨¢logos de la pel¨ªcula. Aunque algunas de las mejores frases del gui¨®n no tienen sujeto, ni verbo, ni predicado.
"Esto?, un tema?, ejem?, un ¨ªtem? ?no?". Los que disfrutaron con la proverbial elocuencia del personaje de Alberto San Juan en El otro lado de la cama no saldr¨¢n defraudados. El taxista se supera. "Le gusta reflexionar sobre la vida, pero se pierde. La realidad le viene grande y, simplemente, se queda sin palabras", dice San Juan sobre su criatura. La escena en la que Alberto irrumpe con el coraz¨®n destrozado en casa de Willy y Ernesto a los acordes del Gavil¨¢n o paloma ("Pobre tonto, ingenuo y charlat¨¢n") de Pablo Abraira quedar¨¢ tan grabada en la memoria de los fans de la saga como la pesadilla del "ni?o mel¨®n" sufrida por Guillermo Toledo en la pel¨ªcula madre.
Aparte de m¨²sica y baile, hay mucho lenguaje no verbal en Los 2 lados de la cama. Los duelos de caras entre Alterio y Toledo son antol¨®gicos. Son como dos ni?os de tercero de primaria midiendo fuerzas en el patio del colegio. "Desde la primera parte, en la escena del tenis, me di cuenta de que ten¨ªa delante a Walter Matthau y Jack Lemmon. Esos dos, con esa especie de soberbia falsa que maneja Alterio y esa irritaci¨®n absurda que borda Toledo, son una pareja irresistible, un lujazo, y no me corto en explotarla", admite Mart¨ªnez L¨¢zaro.
Ellos lo ven como un asunto privado. Amigos desde hace quince a?os, se limitan a "darse ca?a" con la c¨¢mara por testigo. "A Ernesto lo conozco al dedillo. Esos piques no est¨¢n escritos, los hacemos sobre la marcha, improvisando. Estamos muy alerta uno de otro. Yo le doy un gesto, ¨¦l me lo devuelve y nos vamos creciendo los dos. Hay mucha confianza y mucha admiraci¨®n entre nosotros. Con otro actor no habr¨ªa salido as¨ª", dice Willy. "S¨ª, nos ponemos mutuamente. ?l me gusta como actor y yo le gusto. Es como un pulso entre amigos", consiente Alterio.
M¨¢s que amigos, los personajes de Toledo y Alterio en Los 2 lados de la cama son, como ellos mismos, ¨ªntimos. Almas gemelas que se lamen las heridas y se agarran a un clavo ardiendo para no estar solos. Sobre todo Ernesto. En la segunda parte, la tendencia de Alterio a meter mano indiscriminadamente se exacerba. Literalmente, es un sob¨®n. Un pulpo. "S¨ª", confiesa el aludido, "a mi personaje se le caen todos los esquemas vitales y necesita nuevos asideros, aunque sea agarr¨¢ndose a cualquier mano que se le ponga a tiro".
?Qu¨¦ mano o qu¨¦ manos? ?sa es la cuesti¨®n. Hay un especial cuidado para no desvelar determinadas inc¨®gnitas antes de tiempo. No adelantar acontecimientos. Se trata de que la gente pase por taquilla a su debido tiempo. El fantasma de la pirater¨ªa y del top-manta flota en el ambiente.
En el pase de prensa de la pel¨ªcula, mes y medio antes del estreno, el personal de la distribuidora -la todopoderosa Buenavista- invita amable pero tajantemente a dejar el m¨®vil (con o sin c¨¢mara fotogr¨¢fica) en dep¨®sito. Emilio Mart¨ªnez L¨¢zaro "flipa" con la medida: "As¨ª no se evita nada, las copias pirata no se graban en un pase de prensa, el enemigo est¨¢ dentro". David Serrano aporta datos: "Espa?a es el pa¨ªs de la UE donde m¨¢s descargas de cine se realizan desde Internet. D¨ªas de f¨²tbol lleva como 17.000, es una pasada". Al menos, parecen pedir sin pedirlo, esperemos a que se estrene la pel¨ªcula para desvelar algunas de las sorpresas de Los 2 lados de la cama. La fecha de estreno no es casual. Diciembre es, con julio y agosto, el mes m¨¢s taquillero del a?o. La primera parte de la saga se estren¨® en verano. La segunda vuelve al cine por Navidad.
El Jaguar hace mutis por el foro. Se lo llevan entre algodones de vuelta al garaje de su due?o, un coleccionista de autom¨®viles que los alquila para eventos. No se sabe qu¨¦ brilla m¨¢s, si la carrocer¨ªa con doble capa de cera, los cromados de espejo o los asientos de napa color caramelo. Luc¨ªa Jim¨¦nez le hace los honores: "?C¨®mo era aqu¨¦lla de un coche de Hombres G?". Todos: "?Qu¨¦ dif¨ªcil es hacer el amor en un Simca 1.000, en un Simca 1.000?!".
'Los 2 lados de la cama' se estrena el pr¨®ximo 21 de diciembre.
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