Cinco billetes para viajar
Exotismo para olvidarse de las celebraciones, paisaje nevado para recordarlas, propuestas urbanas para quemar adrenalina o disfrutar con un ni?o de la mano.
Exotismo para olvidarse de las celebraciones, paisaje nevado para recordarlas, propuestas urbanas para quemar adrenalina o disfrutar con un ni?o de la mano.
01 Billete ex¨®tico: Myanmar (antigua Birmania): el sureste asi¨¢tico menos explotado.
Su junta militar ha cambiado los nombres tradicionales de Birmania, que ahora se llama Myanmar, y de su capital, Rang¨²n, ahora Yang¨²n. Este pa¨ªs del sureste asi¨¢tico compensa la carencia de infraestructuras tur¨ªsticas o de comunicaciones con exotismo, riqueza paisaj¨ªstica y distintas etnias con fama de amistosas. La capital tiene como hitos la monumental pagoda de Shwedagon y el lago Inle, con mercados flotantes y numerosas aves; cuando la noche cae cierran las tiendas de rub¨ªes, zafiros y jade, y los comerciantes venden comida en la calle.
En la costa, la magn¨ªfica playa de Ngapali. Tierra adentro, Mandalay y su palacio real, al pie del r¨ªo Ayeryarwady, y Bagan, con sus restos arqueol¨®gicos enmarcados en impresionantes puestas de sol. Templos budistas y ruinas milenarias entre las que ser¨¢ muy f¨¢cil escapar de cualquier atisbo navide?o. Hasta hace poco, sus visitantes eran mochileros, aventureros y poco m¨¢s, pero se ampl¨ªa la horquilla de viajeros atra¨ªdos por el misterio.
El r¨¦gimen dictatorial, inclinado a mantener su pa¨ªs cerrado y herm¨¦tico, se ha percatado de las posibilidades del turismo, y ahora exporta los encantos de Birmania, p¨¢gina web incluida (www.myanmar-tourism.com), en ingl¨¦s, franc¨¦s, alem¨¢n, chino y japon¨¦s. Por cierto, que aconseja llevar d¨®lares estadounidenses. Quien visite Myanmar en estas fechas se encontrar¨¢ con la estaci¨®n fr¨ªa (entre 20 y 24 grados de temperatura media), la m¨¢s recomendable.
02 Billete activo. Surf en la playa de Jericoacoara (Brasil).
En 1994, The Washington Post incluy¨® Jericoacoara (al noreste de Brasil, a unos 400 kil¨®metros de Fortaleza, en el Estado de Cear¨¢) en su lista de las 10 playas m¨¢s bonitas del mundo. Refrendan esta distinci¨®n unas aguas cristalinas y c¨¢lidas todo el a?o (gracias a su proximidad con el ecuador), unas dunas sobre las que se contemplan puestas de sol espectaculares y una protecci¨®n medioambiental que ha preservado el encanto de esta peque?a villa marinera sin electricidad ni tel¨¦fono hace tan s¨®lo 15 a?os.
Un destino paradisiaco para practicar el saludable arte de no hacer nada, o para todo lo contrario, para quemar adrenalina: sunboard en las dunas, paseos a caballo o en bote de pescadores, trayectos en buggy. Y aprovechando que la Navidad cae en temporada alta para la tabla, windsurf (con vela) y kitesurf (con una cometa).
En Jericoacoara se dan, adem¨¢s, clases de portugu¨¦s y se organizan actividades de yoga o capoeira, tanto al amanecer como en el ocaso. La vida nocturna se salpica de bares, animaci¨®n, restaurantes, m¨²sica y bailes tradicionales. Desde Nochebuena hasta despu¨¦s de Reyes hay fiesta garantizada en la arena: no en vano ¨¦sta es la playa elegida por muchos brasile?os para celebrar el A?o Nuevo. Diversi¨®n asegurada con el ba?ador puesto.
03 Billete con ni?os. Marruecos diverso y sorprendente.
Los ni?os suelen aburrirse en un paquete tur¨ªstico programado por y para adultos, los adultos terminan desesper¨¢ndose entre el caos y las colas de un parque tem¨¢tico? La agencia De Viaje trata de conciliar intereses habitualmente encontrados con propuestas de escapadas familiares que resulten atractivas e interesantes sea cual sea la edad de los participantes. Uno de los destinos estelares de este apartado es Marruecos, con una riqueza cultural y natural apta para todos los p¨²blicos.
La ruta comienza en Fez, con su impresionante medina, por la que no circulan coches y los habitantes se mueven en burro. De ah¨ª a las ruinas romanas de Vol¨²bilis, desde donde la expedici¨®n avanza, por un camino en el que asoman los monos, hacia la ciudad de Erfoud. En este punto aparecen los camellos, los tuaregs, la arena y la posibilidad de dormir en una jaima (en la poblaci¨®n de Merzouga). El viaje prosigue hacia Ourzazate, en un recorrido que pasa por las gargantas del Todra y est¨¢ jalonado de palmerales y kasbahs (fortificaciones bereberes construidas en adobe). Cruzando el Atlas, los aventureros se topan con la kasbah Ait Benhaddou, patrimonio de la humanidad, y llegan a Marraquech, a los atardeceres m¨¢gicos de la plaza Jemaa el Fna. Cuentacuentos, aguadores y encantadores de serpientes. Diversi¨®n y aprendizaje sobre formas de vida mucho m¨¢s duras.
04 Billete cl¨¢sico. Laponia: nieve y la aurora boreal.
Suecia, Noruega, Finlandia y la pen¨ªnsula rusa de Kola comparten, por encima del C¨ªrculo Polar ?rtico, el paisaje navide?o hecho regi¨®n: Laponia, la tierra de los samis, cuyas mujeres construyen tambores con pieles de reno y cantan el joik o yoik. Paisajes naturales declarados patrimonio de la humanidad, fiordos, valles, monta?as, glaciares, bosques, lagos? Paseos a lomos de renos, cruceros con rompehielos, deportes de nieve, igl¨²s, caba?as de madera con chimenea y sauna donde reactivar el cuerpo a golpe de ramitas de abedul. Y una m¨¢gica aurora boreal que alumbra la noche polar con ondas, cintas y cortinas de colores. S¨®lo en la Laponia sueca (en Norrland, norte del pa¨ªs escandinavo) existen cuatro parques nacionales y dos reservas naturales, mientras que en la pen¨ªnsula de Kola (una lengua de tierra de 100.000 kil¨®metros cuadrados que encierra el peque?o Mar Blanco), los salmones reinan en los r¨ªos Pana y Vazurga. Rovaniemi, capital de la Laponia finlandesa, es sede del taller de Santa Claus all¨¢ en el polo. Y Finnmark, en territorio noruego, invita a visitar el centro de actividades invernales de Alta o el espectacular cabo Norte, en Honningsvag.
05 Billete urbano. Ciudad del Cabo (Sur¨¢frica): cosmopolita entre la naturaleza.
Asentada en las faldas del monte de Mesa (un telef¨¦rico sube a su cima, revelando unas inmejorables vistas de la ciudad), con la cara vuelta a dos oc¨¦anos (?ndico y Atl¨¢ntico), cosmopolita, y rodeada de playas y naturaleza. Viajar al asentamiento m¨¢s antiguo de Sur¨¢frica es como visitar muchas ciudades en una: africana y europea, blanca y negra. Aconsejable un paseo por su centro, el City Bowl, con el castillo de Buena Esperanza o el Museo Surafricano. En el nuevo muelle se alza el complejo tur¨ªstico Victoria & Alfred Waterfront, feudo, seg¨²n dicen, de algunos de los mejores restaurantes y hoteles del mundo; desde aqu¨ª se organizan actividades para sumergirse en el mar y, protegidos por una jaula, ver tiburones en su h¨¢bitat.
Para los m¨¢s tranquilos, los campos de golf que rodean la urbe; o una visita, con cata incluida, a los vi?edos; o una escapada a la isla Robben, donde estuvo preso Nelson Mandela? Ciudad del Cabo, con fama de abierta y segura para los occidentales, es un punto de partida perfecto para conocer el resto de un pa¨ªs repleto de maravillas: la Ruta Jard¨ªn, safaris, fauna salvaje, parques nacionales?
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