Los trastornos de la alimentaci¨®n afectan al 6% de las universitarias
Un estudio en Catalu?a revela que las dietas son la "puerta de entrada" a la anorexia
Los trastornos de la alimentaci¨®n se dan en edades cada vez m¨¢s tempranas (los m¨¦dicos empiezan a ver a ni?as de siete y ocho a?os con s¨ªntomas de anorexia, bulimia o trastorno por ingesti¨®n compulsiva o atrac¨®n), aunque la mayor¨ªa de los casos se diagnostican en la adolescencia. Sin embargo, este tipo de enfermedades se mantienen tambi¨¦n en la etapa juvenil, seg¨²n ha demostrado un estudio entre la poblaci¨®n femenina universitaria de Catalu?a.
De la investigaci¨®n se desprende que el 11,4% de las estudiantes universitarias de entre 18 y 25 a?os sufre s¨ªntomas patol¨®gicos relacionados con la alimentaci¨®n (v¨®mitos inducidos, abuso de diur¨¦ticos y laxantes o pr¨¢ctica de ejercicio f¨ªsico de forma desmesurada, entre otros), de manera que presentan un "elevado riesgo" de caer en la anorexia, la bulimia o el trastorno por atrac¨®n. El 6,3% de las universitarias, seg¨²n el trabajo, pueden considerarse afectadas por alguno de estos trastornos alimenticios. La investigaci¨®n, promovida por la Asociaci¨®n contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB), se realiz¨® a trav¨¦s de encuestas an¨®nimas dirigidas a las estudiantes de un total de 11 universidades catalanas.
El presidente de la entidad, Jaume Pag¨¨s, destac¨® ayer que las dietas restrictivas para perder peso "son la puerta de entrada" a una patolog¨ªa que lleva a la enferma a castigar su cuerpo hasta l¨ªmites extremos (se calcula que una de cada cinco anor¨¦xicas acaba falleciendo por las consecuencias de la desnutrici¨®n). El estudio ha revelado que m¨¢s del 97% de las universitarias afectadas por trastornos de la alimentaci¨®n siguen o han seguido alg¨²n r¨¦gimen para adelgazar.
El 74% de las j¨®venes incluidas en el grupo con elevado riesgo de sufrir estos trastornos presentan niveles bajos de autoestima y el 45% tiene una personalidad extremadamente perfeccionista. El estudio revela que la prevalencia de este tipo de enfermedades es mayor entre las estudiantes de ciencias sociales y jur¨ªdicas que entre las de ciencias de la educaci¨®n y ciencias exactas, aunque la investigaci¨®n no analiza las causas de estas diferencias.
El trabajo arroja otro dato para la reflexi¨®n: la mitad de las estudiantes incluidas en el grupo de elevado riesgo de sufrir anorexia o bulimia asegura haber recibido cr¨ªticas de su entorno m¨¢s cercano (familia y amigos) hacia su cuerpo. "No estamos educando bien. Hay que fomentar el valor de la autoestima", alert¨® ayer, durante la presentaci¨®n del estudio, la escritora Espido Freire, ganadora del Premio Planeta en 2002 y autora del ensayo Cuando comer es un infierno. Freire lament¨® que este tipo de trastornos "se asocian a los problemas propios de la adolescencia y se olvida que tambi¨¦n los sufren las j¨®venes y adultas". La escritora critic¨® tambi¨¦n la tendencia a considerar la anorexia o la bulimia como "un fallo" de la persona que lo padece "y no de la sociedad". "Me preocupa la instauraci¨®n de un modelo ¨²nico de belleza, de un cuerpo muy dif¨ªcil de obtener, extremadamente delgado", se?al¨® Freire, que defendi¨® un cambio de mentalidad para que el cuerpo femenino "deje de estar sometido constantemente a evaluaci¨®n".
La anorexia y la bulimia son enfermedades femeninas. M¨¢s del 95% de las personas que sufren estos trastornos son mujeres. Su tratamiento es psicol¨®gico y psiqui¨¢trico y a menudo exige sucesivas hospitalizaciones. A diferencia de la anorexia y la bulimia, que llevan a la enferma a una delgadez extrema, el trastorno por atrac¨®n conduce al sobrepeso.
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