La historia de un s¨ªmbolo sevillano y legendario
El NO8DO es un s¨ªmbolo que llama la atenci¨®n a cualquiera que llega a Sevilla. El ingenioso dise?o aparece por doquier en carteles, placas, calles y esquinas. Si uno se pasea por Sevilla, hay que padecer de un extra?o s¨ªndrome de la falta de curiosidad absoluta para no enterarse de su existencia.
La leyenda que explica la historia del s¨ªmbolo es tan bella como la batalla que gan¨® el Cid despu¨¦s de muerto, los tr¨¢gicos devaneos amorosos de Don Rodrigo o las haza?as de los caballeros de la Tabla Redonda. Tradicionalmente el significado y origen del NO8DO se han ligado al agradecimiento del rey Alfonso X el Sabio a la ciudad en 1283. "No me ha dejado", afirm¨® Alfonso X sobre Sevilla para premiar la fidelidad de la ciudad a su causa en la guerra sucesoria que marc¨® el final de su reinado. El "no-madeja-do" del monarca encontr¨® un correlato simb¨®lico en el c¨¦lebre signo.
EL NO8DO DE SEVILLA
Emilio Carrillo
RD Editores
148 p¨¢ginas. 18 euros
Emilio Carrillo, concejal de Urbanismo de Sevilla, ha publicado el libro El NO8DO de Sevilla. Significado y origen (RD Editores), en el que rastrea la historia del s¨ªmbolo. Carrillo es tajante en su conclusi¨®n. "La leyenda del 'no-madeja-do', forjada en torno a la verdad hist¨®rica de la estrecha vinculaci¨®n entre Alfonso X y Sevilla, constituye una tan hermosa como infundada reinterpretaci¨®n del NO8DO. Sin embargo, paradojas de la historia, el origen del signo, que en la actualidad, con los m¨¢s diversos fines, luce por todos los rincones de la ciudad hispalense, est¨¢ ¨ªntimamente relacionado con el rey Sabio", escribe Carrillo.
NO8DO es un signo que funde la energ¨ªa de NODO (relacionado con el nudo de H¨¦rcules y la idea de v¨ªnculo) y 8 (imagen de uni¨®n y fortaleza). "Por tanto, NO8DO es un genial s¨ªmbolo integral de uni¨®n", se?ala Carrillo. Y el s¨ªmbolo naci¨® en el seno de las Escuelas Generales de Lat¨ªn y ?rabe y de la Escuela de Gram¨¢tica de Sevilla entre 1254 y 1275 para representar el conjunto de derechos, voluntades y esfuerzos que legitimaban la aspiraci¨®n del rey Alfonso a ser designado emperador del Sacro y Romano Imperio. Los sue?os imperiales de Alfonso X no se hicieron realidad, pero el signo pervivi¨® por los siglos de los siglos.
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