Valencia
La propiedad era lo sagrado. Y viceversa. A la derecha espa?ola nunca le conmovi¨® la causa de la libertad. La de la propiedad, s¨ª. No lo digo por molestar. Creo que es una verdad hist¨®rica. Si la derecha no est¨¢ de acuerdo con esta conclusi¨®n, le ruego que se ponga en contacto conmigo lo antes posible o llame urgentemente a la Generalitat valenciana. Porque en el Levante espa?ol est¨¢ ocurriendo algo muy extra?o, parad¨®jico y previsible, fantasmag¨®rico pero encarnizadamente real. Se ha desarrollado un capitalismo can¨ªbal que est¨¢ comi¨¦ndose la propiedad privada.
El acento, un acento enorme, estilo circunflejo como un tejado de dos aguas, se pon¨ªa en la propiedad. Ni tocarla. La redenci¨®n de los foros, el urbanismo ilustrado, la reforma agraria, la utop¨ªa de las ciudades jard¨ªn, todos esos intentos democr¨¢ticos de compartir y racionalizar el uso del suelo fueron siempre recibidos con desconfianza y hostilidad. La libertad era enemiga de la propiedad. Podr¨ªan haberse casado, como en otras partes, en matrimonio civil. Se intent¨® en 1812, con la querida Pepa. Pero ya entonces los propietarios vitalicios de Espa?a decidieron que aquella pareja, libertad retozando con propiedad, iba contra natura. Hab¨ªa que joder a libertad, que era la viciosa. La patria era una posesi¨®n. Una emanaci¨®n espiritual del catastro. Una metr¨®poli tratada como colonia por sus due?os.
Ahora, el urbanismo bestial que asola la Comunidad Valenciana, y que amenaza gran parte de la costa espa?ola, consentido tambi¨¦n por municipios de presunta izquierda, es un ultraje a la libertad y a la propiedad. No se trata de un conflicto entre lo p¨²blico y lo privado. Ni es un problema de peque?os propietarios. ?Qui¨¦n decide aqu¨ª lo que es peque?o y grande? ?Qui¨¦n tiene las varas de medir el valor de un paisaje? Se trata de puro decisionismo: urbanizaciones impuestas a golpe de maquinaria pesada, vali¨¦ndose de una especie de leyes de excepci¨®n. S¨®lo los ecologistas est¨¢n actuando como patriotas. ?D¨®nde est¨¢n los valedores de la soberan¨ªa y la propiedad frente a esta violencia catastral? Espero que el pr¨®ximo gran discurso en defensa de la integridad territorial se pronuncie en Terra M¨ªtica, ante una magna concentraci¨®n de excavadoras con estandartes inmobiliarios.
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