Una barca para volver a vivir

Varapiragasam Anesty lleva 15 a?os sin una casa propia. Primero fue desplazado de su hogar por la guerra civil entre los Tigres de Liberaci¨®n de la Tierra Tamil y el Ej¨¦rcito de Colombo, y, hace un a?o, por la furia del oc¨¦ano. La gigantesca ola arras¨® el campo de refugiados internos de ACNUR en Jaffna, al norte del pa¨ªs. "No qued¨® casi nada en pie. En total, perd¨ª a siete miembros de mi familia". Dos hijos, tres nietos, un sobrino y el yerno. No todos fallecieron en el campo de refugiados. El yerno y los tres nietos murieron en su casa, en Point Pedro. "Hasta que encontramos los cad¨¢veres, tres d¨ªas despu¨¦s, vivimos momentos de desesperaci¨®n".

Sri Lanka (20 millones de habitantes) sufri¨® 31.229 muertes y 4.093 desapariciones. Con las elecciones presidenciales del pasado 17 de noviembre, la desolaci¨®n de Anesty ha aumentado. "Ten¨ªa la sensaci¨®n de que, tras el maremoto, nada podr¨ªa ir a peor. Pero tal vez estaba equivocado. Puede reiniciarse la guerra civil", se lamenta. Afortunadamente, Anesty ha sido reubicado en un campo temporal de C¨¢ritas, y comparte una barca de pesca con otra familia. "Las organizaciones internacionales est¨¢n haciendo un buen trabajo. Nos han proporcionado lo que necesitamos para pescar, un lugar donde vivir y agua limpia para todos. Pero, desde el tsunami, hay m¨¢s gente que tiene barcas y cada vez hay menos pescado".

Los supervivientes son m¨¢s afortunados que los de la guerra

La obligaci¨®n de las ONG de utilizar todos los recursos recibidos ha interferido en la estabilidad de la econom¨ªa local. "Han donado embarcaciones a agricultores y han regalado aperos de labranza a pescadores. Han subido los precios, y hemos tenido que trasladarnos tierra adentro, con lo cual es m¨¢s costoso salir a faenar". Pese a ello, Anesty reconoce que los afectados por el tsunami son m¨¢s afortunados que los desplazados por la guerra. "Ellos viven en condiciones mucho peores que las nuestras. Son muy pocas las ONG que les ayudan".