Cuentos para ayudar a los Reyes Magos

La audiencia del Teatro Cervantes de M¨¢laga dej¨® la etiqueta en casa al mediod¨ªa de ayer. Su volumen de aplausos result¨® atronador y estuvo acompa?ado de pitos y risas que jaleaban sin pausa. Ni las mejores giras del a?o cosecharon tanto v¨ªtores. Para los lozanos espectadores, las butacas eran tronos mientras lejos de las aulas aplaud¨ªan la lectura de los mejores cuentos de Hans Christian Andersen, a cargo de sus personajes favoritos. "A pesar de que muchos relatos est¨¢n desfasados, es un bochinche enfocado al desfile de la gente que ellos conocen", apuntaba la actriz Mar¨ªa Galiana, que recit¨® El traje del emperador mientras un jovenc¨ªsimo actor se paseaba en pa?ales por el escenario.

El quinto Marat¨®n de Cuentos reuni¨® a actores y cantantes para financiar la campa?a Ning¨²n ni?o sin juguetes, y lograr que el 5 de enero los Reyes Magos visiten los barrios de Palma-Palmilla y Bail¨¦n-Miraflores, hasta donde les costaba acercarse anta?o. De momento ser¨¢n 1.735 ni?os los que reciban presentes, despu¨¦s de los 55.000 euros recaudados por el Ayuntamiento.

Abri¨® fuego la cantante Diana Navarro, quien junto al alcalde, Francisco de la Torre, y la concejal Mercedes Gonz¨¢lez, ley¨® El patito feo. "Da gusto porque est¨¢n entregados. Ya me he ofrecido para el a?o que viene", contaba Navarro tras cantar el villancico Los campanilleros. Mientras que ellos recitaban, sobre el escenario el grupo infantil de teatro Ardales daba vida a los personajes de la f¨¢bula. "He sido rey, gigante y hasta juguetero. No he visto nada, la verdad, pero s¨ª o¨ªa los aplausos", dec¨ªa inseguro Adri¨¢n Mora, de 14 a?os, mientras apretaba con fuerza su gorro entre bambalinas. El colegio El Romeral represent¨® el cuento musical El poder de las hadas. Su alumna Rosa A. Moreno explicaba, a¨²n alterada, que la adrenalina era tanta sobre el escenario que tras su actuaci¨®n lleg¨® a sufrir un ataque de asma.

Sentadas esperaban su turno Susi, Luisi y Vicky, Las Supremas de M¨®stoles, quienes se intercambian piropos exuberantes con un toque kitsch que hac¨ªa relucir sus trajes dorados. Antes de entonar su sencillo Eres un enfermo, alertaban acerca de su libro, La maruja liber¨¢: "Nada de literatura, son conversaciones habituales sobre los maridos, el bingo, los consoladores...", re¨ªan.

Cerca de la platea, Julia, contaba avergonzada a sus cuatro a?os que ha pedido a los Reyes un carrito con una mu?eca. Nico, m¨¢s joven a¨²n, de tres a?os, explicaba que ¨¦l hab¨ªa pedido un coche, mientras su padre hac¨ªa esfuerzos por contenerse la baba.

Sobre el escenario, decorado con el castillo de Egeskov, un bosque que recordaba a los cuentos de hadas, jardines, estanques y arboledas, la cantante Nuria Ferg¨® le¨ªa La princesa y el guisante en el bicentenario del nacimiento de Andersen: "Hab¨ªa una vez una princesa...". Al concluir El traje del emperador, Galiana avisaba a la audiencia con sus dotes de maestra: "?La paradoja? Nunca, nunca, debemos cultivar nuestra ignorancia."