El tsunami de los clim¨¢ticos
La aspiraci¨®n a comprar una vivienda en el litoral mediterr¨¢neo parece unir a todos los europeos de clase media en el siglo XXI. Son los "inmigrantes clim¨¢ticos", que se desplazan a vivir la mayor parte del a?o al sur y que en Andaluc¨ªa suponen entre seiscientas mil y un mill¨®n de personas.
Este fen¨®meno est¨¢ creciendo y es un impulso formidable a la demanda de vivienda de primera ocupaci¨®n. ?De qu¨¦ dimensi¨®n es esta demanda? No lo sabemos con exactitud. Pero es enorme y no es comparable a las sucesivas oleadas de demanda de segunda residencia. Es el tsunami de los clim¨¢ticos. Y va a tener una poderosa influencia en nuestro futuro.
Andaluc¨ªa se ha especializado en proporcionar soluciones para el veraneo y la segunda residencia. Los excepcionales recursos de la costa se destinan, de forma mayoritaria, a generar grandes espacios urbanos, fantasmag¨®ricos durante la mayor parte del a?o, que repentinamente adquieren una actividad fren¨¦tica durante mes y medio en el verano. Estos recursos territoriales escasos podr¨ªan haber sido destinados en mayor proporci¨®n a empresas tur¨ªsticas que generen empleo estable y de calidad, pero la tentaci¨®n de los r¨¢pidos beneficios en el sector de la construcci¨®n es demasiado fuerte.
Es un dato positivo que ya se escuchen muchas voces alertando de los efectos negativos derivado de la generalizaci¨®n de la segunda residencia. Desde la misma perspectiva empresarial, la asociaci¨®n Exceltur ha presentado un muy buen informe en el que pone de manifiesto el lastre provocado por el crecimiento acelerado de la promoci¨®n inmobiliaria residencial para la operaci¨®n tur¨ªstica en el litoral.
Pero ya se ha producido el punto de inflexi¨®n en la construcci¨®n de segundas residencias y muchos promotores est¨¢n actuando con la vista puesta en el nuevo fen¨®meno de los inmigrantes clim¨¢ticos, de tal dimensi¨®n que obliga a preguntarse: ?qu¨¦ caracter¨ªsticas tiene? ?qu¨¦ beneficios deja en la econom¨ªa y en el empleo regional? ?qu¨¦ costes ambientales y territoriales tiene?.
La pauta de conducta de los inmigrantes clim¨¢ticos se mueve en torno a una estancia de ocho a diez meses en el litoral andaluz, con tres o cuatro viajes anuales a su pa¨ªs de origen y uno de ellos normalmente en el verano para huir de la congesti¨®n y disfrutar de su pa¨ªs n¨®rdico en verano. Tienen h¨¢bitos de consumo y de conducta respecto a los servicios p¨²blicos y el territorio, espec¨ªficos y m¨¢s intensos que el resto de la poblaci¨®n residente, aunque no gastan mucho m¨¢s. Tienden a generar econom¨ªas cerradas con mejores oportunidades para emprendedores de su propia nacionalidad e idioma.
La respuesta mec¨¢nica a esta demanda es la configuraci¨®n de grandes espacios urbanos residenciales ocupados mayoritariamente por personas que no trabajan. Los empleos existentes son ¨²nicamente los que requiere la atenci¨®n a esta poblaci¨®n. Estamos ante la ciudad sin empleo, un fen¨®meno que puede ser beneficioso y adecuado en determinada forma y cantidad, pero que puede ser causa de grandes desequilibrios ambientales, territoriales, fiscales y sociales, si se deja crecer seg¨²n sus propias pautas.
En el litoral andaluz puede haber en estos momentos un mill¨®n de viviendas vac¨ªas, pero se est¨¢n construyendo doscientas mil m¨¢s y se est¨¢n preparando proyectos urban¨ªsticos para otra oleada de dimensiones muy superiores.
El tsunami inmobiliario generado por los inmigrantes clim¨¢ticos va a trasformar nuestra econom¨ªa y nuestra forma de vida, alterando sustancialmente el escenario de gesti¨®n ambiental y cultural de nuestro territorio. Los numerosos proyectos de nuevas urbanizaciones operan con modelos de inspiraci¨®n n¨®rdica, asociada en su dise?o, tipolog¨ªa, consumos y materiales a los gustos y tradiciones de la poblaci¨®n demandante mayoritaria, lo que supone un gran consumo de agua, energ¨ªa y suelo y una elevada movilidad.
Frente al panorama de este tipo de futuras ciudades es necesario subrayar el inter¨¦s del turismo como actividad productiva ejercida por empresas y corregir y mejorar el modelo de implantaci¨®n de los 'clim¨¢ticos'. No obstante, la cuesti¨®n no es s¨®lo ¨¦sta. Es preciso tomar conciencia de que nos encontramos en una situaci¨®n privilegiada e infrecuente en Andaluc¨ªa: podemos elegir. La demanda de vivienda es inmensa y de todo tipo. La pregunta es ?nos conviene dar respuesta a todo tipo de demanda residencial o podemos seleccionar y orientar? Es muy posible que no nos convenga dar facilidades a nuevos residentes que est¨¢n solo interesados en el clima y que tratan de reproducir las condiciones de vida de sus pa¨ªses de origen a costa de fuertes impactos ambientales y culturales. Sin embargo, nos puede interesar mucho promover conjuntos residenciales basados en la edificaci¨®n agrupada, calles y plazas, con fuerte peso relacional, bajo uso del veh¨ªculo privado y bajo consumo de agua. Es decir, atraer a los quieren vivir como hemos vivido siempre en Andaluc¨ªa. Discut¨¢moslo y respondamos con sabidur¨ªa al riesgo del tsunami que se nos avecina.
Juan Requejo Liberal es consultor de Planificaci¨®n
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