Goiuri, la cascada legendaria
Un salto de agua de 105 metros de altura en el noroeste de ?lava
Que un r¨ªo como el Oiardo -un humilde tributario del Altube, que a su vez lo es del Nervi¨®n-, con un caudal de s¨®lo 340 litros por segundo, haya excavado en la roca caliza del altiplano alav¨¦s un barranco de 105 metros de profundidad, en el que se precipita formando una de las mayores cascadas de Espa?a, es un hecho que escapa a la comprensi¨®n del com¨²n de los mortales. De ah¨ª que, para explicar lo inexplicable, los primeros habitantes de la zona urdieran una leyenda protagonizada por una lamia, que viene a ser lo mismo que una ninfa, s¨®lo que del folclor vasco, fea y con pies de pato.
Cuenta la leyenda que en Goiuri viv¨ªa una de estas criaturas, la cual se pasaba todo el santo d¨ªa arregl¨¢ndose delante de un espejo m¨¢gico al que le dec¨ªa "diadema" y creaba una diadema, "agua de colonia", y la destilaba. En esas estaba cuando pas¨® un pastor llamado Urjauzi, que se encaprich¨® del espejo, se lo afan¨® en un descuido y se dio al exceso, pidi¨¦ndole angulas de Aguinaga, pastoras como las de Watteau y otros placeres que no hab¨ªa sentido ganadero alguno desde las odas de Horacio. Al cabo de unos d¨ªas, la lamia sorprendi¨® al usurpador sesteando bajo un haya a la vera del r¨ªo Oiardo, con el espejo pegado a los labios. "?Qui¨¦n eres?", le pregunt¨®. Todav¨ªa dormijoso, el ovejero le contest¨®, casi con un suspiro: "Urjauzi". E instant¨¢neamente se convirti¨® en el gran salto de agua de Goiuri, porque grande era su falta y porque urjauzi, en vasco, significa cascada.
Huelga decir que no ha sido un suspiro, sino un trabajo erosivo de decenas de miles de a?os, el que ha originado el hond¨®n donde el Oiardo se abisma desmelenado en dos hebras largas y blancas como las guedejas de las ovejas latxas que pastan al borde del precipicio. Una labor casi eterna. Comparada con ella, la historia de Goiuri, que desde 1257 alza sus casas junto al salto, parece breve como una cabezada.
Breve y descansado, de no m¨¢s de una hora, es el paseo que nos va a permitir conocer el salto y su entorno. Lo iniciaremos en Goiuri, dirigi¨¦ndonos hacia la iglesia rom¨¢nica de Santiago Ap¨®stol, en cuya ventana absidial hay esculpido un grupo musical, extra?a ocupaci¨®n junto a una atronadora cascada. Continuaremos de frente por una pista de tierra para, a unos 200 metros, colarnos a la derecha por una puerta giratoria, cruzar la v¨ªa del tren y plantarnos justo encima de la cascada, donde una cruz y una placa recuerdan no s¨®lo a sendos suicidas, sino que un resbal¨®n aqu¨ª es mortal de necesidad.
Con mucho cuidad¨ªn, pues, seguiremos el sendero que discurre por el filo del precipicio, usando como asidero la alambrada que cerca los prados de la izquierda. Admirable la asimetr¨ªa vegetal que presenta esta garganta: en la ladera soleada medran los quejigos, mientras que, en la contraria, proliferan las hayas, que se extienden hasta m¨¢s all¨¢ del puerto de Altube formando uno de los mayores hayedos del Pa¨ªs Vasco.
Tras rebasar un espeso bosque de quejigos, buscaremos un paso a trav¨¦s de la alambrada para continuar bordeando el altiplano por la zona del pastizal. As¨ª, como a media hora del inicio, saldremos nuevamente a la pista de tierra; antes de regresar por ella al pueblo, la seguiremos un rato a mano derecha por lo alto del prader¨ªo hasta llegar junto a un monumental roble achicharrado por un rayo que, seg¨²n los que lo sintieron caer, as¨® a dos yeguas de la misma tacada. Desde all¨ª veremos, descollando a naciente, la cima del Gorbea y, a poniente, la afilada sierra Salvada, donde el Nervi¨®n se despe?a no m¨¢s nacer en una ca¨ªda de 300 metros.
El valle de Ayala
El complemento perfecto de esta excursi¨®n a pie es una escapada en coche al vecino valle de Ayala: 140 kil¨®metros cuadrados regados por el joven Nervi¨®n, 45 pueblecitos de postal, melenudas ovejas latxas y vi?edos los justos para que al aficionado al txakol¨ª se le haga la boca agua. Pero lo que en realidad da personalidad a este rinc¨®n del noroeste alav¨¦s es un oscuro pasado de reyertas familiares, luchas medievales que dejaron la zona plagada de casas-torre y palacios fortificados, a cual m¨¢s soberbio.
Sabiendo esto, nos acercaremos a Quejana para visitar el palacio natal del canciller L¨®pez de Ayala (siglo XIV) y el torre¨®n-capilla de la Virgen del Cabello, donde se hallan los sepulcros de alabastro en que yacen el poeta y su esposa, do?a Leonor de Guzm¨¢n. A diez kil¨®metros, en Artziniega, descubriremos otra torre imponente. Fue de los Ortiz de Molinillo y Velasco, y es una ingente mole del siglo XIII que, a pesar de las sucesivas reformas -ahora alberga un hotel-, ha mantenido su aire gr¨¢vido y guerrero. En el balc¨®n de la habitaci¨®n 202 hay una inscripci¨®n sobrecogedora: "Ni digas lo que supieres, ni hagas lo que quisieres", que resume bastante bien lo que fue la Edad Media en este valle.
GU?A PR?CTICA
C¨®mo irGoiuri (Gujuli) se halla en el noroeste de ?lava, y tiene su mejor acceso por la autopista Vasco-Aragonesa (A-68), tomando la salida n¨²mero 5 (Murguia).Informaci¨®n- Centro de interpretaci¨®n del parque natural del Gorbea (945 43 07 09).- Oficina de turismo del valle de Ayala (944 03 49 30; www.alavaturismo.com).Comer- Izarra Jatetxea (945 43 00 73). En Bitoriano. Puerros rellenos de gambas o solomillo en costra de hongos en una t¨ªpica taberna. Unos 30 euros.- La Venta (945 38 30 85). En Tertanga. Cabrito asado o merluza fresca. Situado al pie del puerto de Ordu?a. Precio medio, 35 euros.- Areso (945 43 02 20). En Murguia. Cocina tradicional con pescados a la plancha y chuletas. Unos 25 euros.- Arlobi (945 43 02 12). En Sarr¨ªa. Milhojas de patata con foie y ciervo con salsa agridulce. Unos 35 euros.Dormir- Ugarzabal (945 43 72 70). En Goiuri. Antiguo pajar rehabilitado. Alquiler completo (para 10), 215 euros noche.- Casa Maribel (945 36 28 18). Caser¨®n de Aprikano. La doble, 55.- La Torre de Artziniega (945 39 65 00). En Artziniega. Casa-torre acondicionada. La doble, 59 euros.- Los Arcos de Quejana (945 39 93 20). Quejana. Edificio del XVII con vistas al palacio de los Ayala. Doble, 61 euros.
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