Vuelve a casa por Navidad

Conforme al c¨¦lebre lema publicitario de turrones El Almendro se dir¨ªa que el Partido Popular tambi¨¦n ha decidido en estos d¨ªas reintegrarse al hogar parlamentario por Navidad. Al menos eso cabr¨ªa deducir de la ¨²ltima decisi¨®n anunciada por el PP de presentar enmiendas al articulado de la propuesta de nuevo Estatuto de Catalu?a que, aprobada por el 89% de los representantes del Parlament, fue tomada en consideraci¨®n en el Pleno del Congreso de los Diputados el pasado 2 de noviembre. Por entonces, la actitud cerrada de los peperos se cifraba en abanderar la devoluci¨®n del texto del Estatut a sus remitentes bajo la tacha de insuperable inconstitucionalidad. Otra cosa es que en la votaci¨®n subsiguiente al citado debate todos los grupos, excepto el PP, se pronunciaran a favor de la tramitaci¨®n parlamentaria de la propuesta.

Un observador independiente tender¨ªa a indicar que se aprecia una sucesiva desescalada en las posiciones de G¨¦nova, entendida como vector resultante de las fuerzas en presencia dentro del PP. Porque de la propuesta inicial de devoluci¨®n del Estatuto a sus proponentes sostenida por Mariano Rajoy se ha pasado al anuncio de una enmienda de totalidad, que ha quedado en veremos, y ahora a la entrada en el menudeo mediante enmiendas parciales al articulado, las cuales han de tener entrada en el registro de la C¨¢mara dentro del plazo que el presidente del Congreso, Manuel Mar¨ªn, tiene decidido de manera irreversible cerrar hoy mismo, sin atender la solicitud de una cuarta pr¨®rroga hasta el d¨ªa 30, suscrita por todos los grupos parlamentarios excepto el Popular.

Ayer, en el programa Hoy por Hoy, de la cadena SER, el portavoz del PP, Gabriel Elorriaga, respond¨ªa a las preguntas de Pedro Blanco sobre la cuesti¨®n avanzando una l¨ªnea seg¨²n la cual las nuevas actitudes en el caso del Estatut deb¨ªan ser entendidas como la m¨¢s estricta confirmaci¨®n de las sostenidas con anterioridad. Esa reclamaci¨®n de coherencia forma parte del proceder habitual en todos los partidos pol¨ªticos, obsesionados como est¨¢n por asegurar en p¨²blico que se atienen siempre en sus opciones a una indesmayable coherencia con sus principios, al abrigo de cualquier oportunismo. Pero, adem¨¢s, las dem¨¢s fuerzas pol¨ªticas deber¨ªan abstenerse de la f¨¢cil r¨¦plica que tienen a su alcance si entendieran que aqu¨ª el logro principal es hacer que los dem¨¢s se salgan con la nuestra.

Si sigui¨¦ramos a Edward N. Luttwak (Para bellum. La estrategia de la paz y de la guerra, publicado por Editorial Siglo XXI) tender¨ªamos a pensar que a partir de ahora lo ¨²nico que cuenta en el debate del Estatut es "la importancia de los intereses en juego, la orquestaci¨®n pol¨ªtica del evento y el liderazgo". Y tambi¨¦n que aferrarse a la mera l¨®gica lineal y fiarlo todo en m¨¢s de lo mismo y en el aumento progresivo de la dosis como ¨²nico recurso puede resultar venenoso y acarrear una condena al fracaso. Es cierto que a veces se puede enga?ar sin sufrir p¨¦rdidas pero para ello hay que valerse de un expediente tan dif¨ªcil y refinado como mentir bien, algo que no est¨¢ al alcance de cualquiera y que suele requerir importantes acciones de distracci¨®n, las cuales sin contribuir al objetivo perseguido necesariamente le restan fuerza. Es decir, que casi siempre los sustitutos (pasivos) y los se?uelos (activos) utilizados en las acciones de distracci¨®n apuntadas absorben recursos en detrimento de la l¨ªnea estrat¨¦gica principal y por eso su empleo debe graduarse de manera que no quede comprometida.

Para Gabriel Elorriaga, ser¨ªa err¨®neo advertir un cambio en el proceder del PP, que ahora opta por presentar enmiendas al articulado del Estatuto de Catalu?a para su debate en la Comisi¨®n Constitucional del Congreso de los Diputados durante el pr¨®ximo periodo de sesiones. En su opini¨®n, lo que habr¨ªa sucedido es que las ¨²ltimas l¨ªneas marcadas por el Gobierno de Zapatero significar¨ªan el regreso a las pautas del Estatuto ahora vigente y en esas condiciones distintas y distantes las enmiendas parciales del grupo Popular vendr¨ªan a cobrar un sentido del que hubieran carecido en las anteriores circunstancias. En todo caso, los del PP deber¨ªan ser bienvenidos a esos trabajos y consensos. Veremos si los aliados del Gobierno -ERC y PSC- encuentran la piedra de esc¨¢ndalo adecuada para volver a la ruptura.