Coincidencias

Tanto el PSOE como el PP han registrado decenas de enmiendas al proyecto de Estatuto de Catalu?a, una vez vencido el plazo de presentaci¨®n ayer por la tarde, tras infructuosos esfuerzos por parte de los socialistas y de los cuatro partidos catalanes que apoyan el texto para conseguir un aplazamiento. El rasgo m¨¢s caracter¨ªstico del enorme paquete de correcciones presentadas por los dos grandes partidos es la coincidencia en los cap¨ªtulos que someten a supresi¨®n, recorte o modificaci¨®n. ?sta se concreta, entre otros, en la financiaci¨®n, el concepto de naci¨®n, la bilateralidad, el poder judicial e incluso la lengua. Y tiene como resultado que la propuesta de ambos vac¨ªa pr¨¢cticamente de contenido el texto estatutario salido del Parlamento catal¨¢n.

La diferencia entre los dos paquetes de enmiendas es que las del PP tienen efectos m¨¢s extensos y profundos, mientras que las del PSOE son m¨¢s flexibles y susceptibles de transacci¨®n. A falta de acuerdos previos entre los cuatro partidos catalanes y el PSOE que lleven a la entrada de un texto ya pactado en la Comisi¨®n Constitucional -algo que te¨®ricamente todav¨ªa podr¨ªa ocurrir durante el mes de vacaciones parlamentarias-, los acuerdos deber¨¢n producirse a partir de ahora en forma de enmiendas transaccionales. Pero en cualquiera de los casos, por primera vez desde que se inici¨® el proceso estatutario aparecen p¨²blicamente m¨¢s y mayores coincidencias entre PP y PSOE que entre este ¨²ltimo y sus socios de legislatura.

Esto se debe a dos hechos que se han producido en paralelo. De una parte, el PP ha hecho un quiebro t¨¢ctico y ha pasado de su rechazo inicial a entrar a debatir el texto a la presentaci¨®n ayer de enmiendas al articulado, previa al debate art¨ªculo por art¨ªculo que tendr¨¢ lugar en la Comisi¨®n constitucional. De la otra, los partidos catalanes que apoyan el Estatuto no han sido capaces de ponerse de acuerdo con el PSOE en el tiempo h¨¢bil que se hab¨ªan fijado para limitar el desgaste pol¨ªtico y llegar al debate en comisi¨®n con el texto ya pactado. Aunque el Gobierno quer¨ªa pasar p¨¢gina pronto y se hab¨ªa impuesto el plazo del 30 de diciembre para cerrar el acuerdo, ahora ser¨¢ dif¨ªcil que no prosiga el ruido estatutario con las consabidas consecuencias pol¨ªticas.

La incapacidad del tripartito de funcionar como una coalici¨®n coherente es la que ha abierto una nueva ventana de oportunidad que aprovecha sobre todo al PP y a CiU. Converg¨¨ncia i Uni¨® tendr¨¢ tiempo para seguir vendiendo cara su aprobaci¨®n y poder presentarse al final como hacedor del milagro. Y el cambio t¨¢ctico del PP puede aumentar el desgaste del PSOE, al poner sobre la mesa algunas enmiendas a las que los socialistas tendr¨¢n dificultades para decir que no y darse m¨¢s tiempo para que el malestar siga creciendo en el seno del electorado socialista. Si es cierto, como dicen los partidos catalanes y el propio PSOE, que habr¨¢ y que debe haber acuerdo, que lo cierren pronto. Es una responsabilidad que recae sobre el Gobierno, sobre el tripartito y sobre CiU. Para no dar m¨¢s oportunidades al barullo. De lo contrario, el Estatuto planear¨¢ todav¨ªa durante medio a?o sobre la vida pol¨ªtica y social espa?ola. Lo cual significa que seguiremos entre grandes decibelios de ruido pol¨ªtico. Y ya se ha visto este a?o que acaba que podr¨ªa llegar a ser insoportable.