Voluntaria por un d¨ªa

Jos¨¦ no vive solo, pero s¨ª recluido. Tiene edad suficiente para haber sobrevivido a una guerra, haber presenciado la muerte de sus dos hijas, y para que la enfermedad y el tiempo le hayan robado la vista. Su conexi¨®n con el mundo exterior es un tel¨¦fono. Pero no uno cualquiera, sino un tel¨¦fono dorado. Ayer, al otro lado del auricular le esperaba una voluntaria de melena rubia y acento sure?o. Era la portavoz del grupo municipal socialista, Trinidad Jim¨¦nez, que aprovech¨® buena parte de la ma?ana de ayer para convertirse en voluntaria por un d¨ªa. Atendi¨® el llamado tel¨¦fono dorado: una conexi¨®n gratuita que utilizan las personas mayores que se sienten solas. O como Jos¨¦, al que estas llamadas le sirven para superar en lo posible la muerte de sus dos hijas.

Jim¨¦nez se desplaz¨® al coraz¨®n del Rastro, a la plaza del General Vara del Rey, donde tiene su sede la ONG Mensajeros de la Paz, y que entre otras muchas iniciativas ha puesto en marcha el tel¨¦fono dorado, que ya ha recibido m¨¢s de seis millones de llamadas. All¨ª le esperaba ?ngel Garc¨ªa, al que todo el mundo conoce como el padre ?ngel, y que es el fundador de esta organizaci¨®n no gubernamental creada en 1962 y que cuenta con representaci¨®n no s¨®lo en Espa?a, sino tambi¨¦n en otros 32 pa¨ªses. Jim¨¦nez lanz¨® un mensaje a los madrile?os. Les invit¨® a implicarse en tareas solidarias porque "la puesta en com¨²n de los esfuerzos individuales tiene un enorme efecto en el conjunto de la sociedad", afirm¨®.

Tuvo palabras, tambi¨¦n, para otras partes del mundo. Una vez m¨¢s v¨ªa telef¨®nica, la concejal socialista comunic¨® con Sri Lanka, con un cooperante de la ONG llamado Iv¨¢n. "Que no se olviden de nosotros", le pidi¨® el joven desde una de las localidades m¨¢s afectadas por el maremoto ocurrido la Navidad de 2004. "Sabemos que hay otras tragedias, pero ¨¦sta no ha terminado", insisti¨® Iv¨¢n. El padre ?ngel aprovech¨® la presencia de los periodistas para pedir a los madrile?os que, a trav¨¦s del tel¨¦fono 900 22 22 23, apadrinen a ni?os v¨ªctimas de este desastre natural.

Jim¨¦nez tambi¨¦n habl¨® con Blanca, una cooperante en ?frica, que desde hace cuatro a?os ayuda a los llamados ni?os esclavos. Blanca atiende un centro de refugiados en Benin donde acuden v¨ªctimas de la guerra, las recurrentes hambrunas y las v¨ªctimas de las mafias que reclutan mano de obra entre los m¨¢s peque?os. Despu¨¦s de la conversaci¨®n, Jim¨¦nez destac¨® el "entusiasmo de Blanca". Dice Jim¨¦nez que pudo escuchar c¨®mo Blanca rogaba silencio a los ni?os de la casa de acogida dici¨¦ndoles: "Nos llama una se?ora muy importante". Blanca pidi¨® a Jim¨¦nez que les hiciera una visita cuando inauguren la nueva casa que pondr¨¢ en marcha la ONG en Benin. Donde vivir¨¢n los 33 ni?os de entre 2 y 15 a?os que ahora ampara la ONG, tanto hu¨¦rfanos refugiados como trabajadores esclavos. Esta tierra "no tiene de nada, es la m¨¢s pobre del mundo", se quej¨® Blanca, y coment¨® a la concejal que "los ni?os esclavos muchas veces ni siquiera saben que lo son".

S¨®lo hay que cruzar al otro lado de la plaza para encontrar el centro de d¨ªa municipal concertado con Mensajeros de la Paz. Trinidad Jim¨¦nez tambi¨¦n visit¨® este inmueble, en el que 30 enfermos de Alzheimer acuden cada ma?ana para recibir tratamiento de rehabilitaci¨®n y pasar la jornada. Uno a uno, la concejal salud¨® a cada enfermo. "La enfermera de uno de ellos", relata Jim¨¦nez, "asegur¨® que su paciente pr¨¢cticamente no habla. Y, sin embargo, me vio, se incorpor¨® y me dijo: 'Te quiero mucho. Me quiero quedar aqu¨ª".

Los enfermos que participan tambi¨¦n en un taller ocupacional ofrecieron a Jim¨¦nez varias de las manualidades que realizan, como un tarro de cristal lleno de sal coloreada y un ¨¢rbol de Navidad hecho con cartulina roja. Pero, sobre todo, Jim¨¦nez reparti¨® cari?o y besos. Una actitud que fue alabada por el padre ?ngel: "Es as¨ª como hay que venir, a dar cari?o", afirm¨® el padre ?ngel. "Yo creo que ver c¨®mo se emocionan estos ancianos es el mejor regalo que puede tener un pol¨ªtico, la gente es muy agradecida cuando se les quiere, y ella no vino a prometer nada, sino a felicitarles, que eso es lo que necesitan", resumi¨®. Jim¨¦nez termin¨® su visita en un aula de inform¨¢tica, tambi¨¦n de Mensajeros de la Paz, donde con ordenadores reciclados los mayores se encuentran con la vanguardia.