A?o nuevo

El a?o que empieza tiene unos cuantos retos para Andaluc¨ªa que es preciso abordar con inteligencia y determinaci¨®n. En primer lugar la finalizaci¨®n de los trabajos del nuevo Estatuto, su env¨ªo al Congreso y su posterior aprobaci¨®n si se quiere de verdad que durante la primera mitad de 2007 se pueda someter a refer¨¦ndum. Para ello ser¨ªa deseable la unanimidad de los grupos y en su defecto el mayor consenso posible. Me malicio que habr¨¢ un tira y afloja entre PP y PSOE con algunas declaraciones altisonantes y al final un acuerdo en el que participar¨¢n los dos grandes partidos, no s¨¦ si los dem¨¢s. Durante este a?o hay que prepararse para abordar el nuevo marco presupuestario europeo que durar¨¢ hasta el 2013, el ¨²ltimo por el cual Andaluc¨ªa va a recibir fondos estructurales y el ¨²ltimo en el que habr¨¢ subvenciones agr¨ªcolas, al menos como las conocemos ahora, porque no se podr¨¢ soportar siempre la presi¨®n del tercer mundo. Habr¨¢ que negociar la normativa sobre los proyectos de inversi¨®n, adem¨¢s de prepararnos para los nuevos fondos de investigaci¨®n y para los destinados a la inmigraci¨®n. Son dos retos vitales para Andaluc¨ªa que van a ser piedra de toque del futuro desarrollo regional. Ya que Andaluc¨ªa parece que se va a hacer con la gesti¨®n completa del agua en tiempo de sequ¨ªa, gracias al traspaso de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir, adem¨¢s del ahorro, la depuraci¨®n, la desalaci¨®n y el arreglo de redes, es imprescindible aumentar las tarifas de manera considerable. No podemos pagar tan poco por un bien escaso y en el campo no se puede pagar por hect¨¢reas porque conduce al despilfarro. Es de esperar que los desarrollos urbanos se hagan pensando tambi¨¦n en el consumo de agua y que la sequ¨ªa no afecte al turismo, que se ha convertido en el motor de la econom¨ªa andaluza. Parece que este a?o ser¨¢ tambi¨¦n en el que la Junta va a poner pie en pared ante la cantidad de barbaridades que se hacen con el desarrollo urbano en muchos lugares de la comunidad. Ya veremos qu¨¦ hay tras las palabras y las buenas intenciones. Y, en ¨²ltimo lugar, a ver si este a?o tenemos suerte y conocemos la declaraci¨®n de patrimonio de Javier Arenas aunque sea sin c¨®nyuge. Empezamos ya a tener curiosidad malsana. Cabe preguntarse ?qu¨¦ dir¨ªa ¨¦l a la inversa?