Navidad
Como ya no somos ni?os para pensar en la Navidad con ingenuidad y como nos pasamos tanto tiempo rodeados de su ret¨®rica art¨ªstica de villancicos y variad¨ªsimas decoraciones -algunas de ellas verdaderamente irritantes de cutre y fulleras que son-, y bombardeados por su ret¨®rica pr¨¢ctica en los anuncios, pues no hay forma de evadirlo; acabamos penetrados de Navidad hasta lo m¨¢s profundo del esp¨ªritu de cada c¨¦lula y cada uno lo digiere como puede; hay quienes lo toleran con estoicismo y quienes se ponen enfermos por las comilonas, porque engordan y porque no lo pueden soportar.
Para esos que peor lo pasan voy a recomendar varias cosas con las que poder disfrutar y olvidar los malos ratos. Uno es la m¨²sica, claro, pero especialmente el concierto del a?o nuevo en Viena, m¨²sica de gozo con el director, la orquesta y el p¨²blico tan contentos; con valses y polkas de los hermanos Strauss que a veces animan como el ritmo de un canc¨¢n; un contrabajo tan sonriente que lo enfocan repetidas veces; peque?os aparatos musicales primorosos, desconocidos y muy oportunos para la ocasi¨®n; estupendo ballet; y todo eso con una ejecuci¨®n perfecta, que es lo que vale la pena, bajo la direcci¨®n de Mariss Janson. Lo retransmiten por la cadena 1 el d¨ªa primero del a?o a las 12 de la ma?ana, y lo comenta una de esas maravillosas voces de Radio Cl¨¢sica que asegur¨® que cada a?o lo oyen en m¨¢s pa¨ªses. Como es d¨ªa de levantarse tarde es buena hora para enfrentarse a la tele y dura hasta el almuerzo, m¨¢s o menos dos horas.
La segunda recomendaci¨®n es el sentido del humor que afortunadamente aqu¨ª no se pierde nunca y prueba de ello son las felicitaciones de Navidad o el a?o nuevo a trav¨¦s de m¨®viles con frases cortas y a veces largos sentimientos o poemas que comienzan con buen pie y van alterando la expresi¨®n al mismo ritmo que constatan la realidad hasta acabar en procacidades.
Los hay indecentemente machistas con una declaraci¨®n guasona de superioridad viril y los tan ingeniosos como este que me lleg¨®: Si esta noche Pap¨¢ Noel intenta meterse en tu cama expl¨ªcale que lo que pediste era un Volvo. ?Un Volvo! Es un recurso literario-m¨®vil. Un buen libro es otra cosa.
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