El auge de las cefaleas en los ni?os
La presi¨®n social o familiar, la dieta y factores ambientales contribuyen al aumento de cefaleas infantiles
Los casos de cefaleas en ni?os y adolescentes se han multiplicado por dos en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Se calcula que a los 14 a?os el 96% de los ni?os ha padecido alg¨²n episodio de dolor de cabeza y que esta dolencia afecta a entre el 5% y el 10% de esta poblaci¨®n. Entre los factores que contribuyen al incremento de la cefalea figuran las condiciones ambientales, la presi¨®n social o familiar, la mejor educaci¨®n de los ni?os que les permite expresar mejor sus s¨ªntomas y la alimentaci¨®n. Se estima que el 86% de las cefaleas infantiles ocurre en mayores de siete a?os y el 14% restante en menores de esta edad. La cefalea tensional y la migra?a son los dos tipos m¨¢s frecuentes.
"El dolor de cabeza, junto con el acoso escolar son dos de las patolog¨ªas emergentes de la infancia en la consulta de neurolog¨ªa; lo que los expertos denominan de nueva morbilidad, ya que antes se trataban en el centro de salud y ahora se ven en el hospital por los efectos que tiene en el ni?o", afirma Jaime Campos, neuropediatra del hospital Cl¨ªnico San Carlos de Madrid.
No existe una definici¨®n definitiva de la cefalea tensional o de la migra?a en la infancia y la adolescencia, pero s¨ª numerosos criterios que las caracterizan. La cefalea tensional es el dolor de cabeza m¨¢s frecuente en todas las edades, y se manifiesta como un dolor generalizado, opresivo, que aparece en la frente o en la nuca, y suele relacionarse con el estr¨¦s, el cansancio o factores ambientales.
La migra?a es un dolor de cabeza peri¨®dico, con estado de normalidad entre episodio y episodio, asociado a dolor abdominal, con o sin n¨¢useas, y que muchas veces se presenta con s¨ªntomas visuales, sensoriales o motores. Suele tener una duraci¨®n de entre dos y 72 horas. La cefalea afecta igual a los ni?os que a las ni?as hasta la adolescencia, periodo en el que se produce un aumento en las chicas, por el inicio de la ¨¦poca menstrual.
Algunos facultativos opinan que la migra?a es un proceso parox¨ªstico del cerebro, que produce una onda que se va desplazando lentamente por su superficie. "Sin embargo", sostiene Campos, "no debemos olvidar que tambi¨¦n intervienen factores de car¨¢cter vascular regional y factores bioqu¨ªmicos, especialmente los neurotransmisores, como la serotonina".
Entre los factores desencadenantes de la migra?a destacan la intolerancia a la lactosa (40%) la hipoglucemia (25%), el ejercicio f¨ªsico (24%) y los factores alimenticios (entre el 10% y el 24%), entre los que figuran la leche, los huevos y el chocolate, seg¨²n se refleja en la Gu¨ªa de cefaleas en el ni?o y el adolescente, y explica Campos, uno de los autores de este manual. La gu¨ªa, que se present¨® recientemente en Madrid, est¨¢ dirigida a ni?os y adolescentes con cefaleas y a sus familiares, y se distribuye en centros de atenci¨®n primaria y servicios de neurolog¨ªa pedi¨¢trica.
Existen dos grandes grupos de migra?a; uno, sin aura (que se manifiesta con los s¨ªntomas caracter¨ªsticos), y otro con aura (en la que adem¨¢s aparecen s¨ªntomas neurol¨®gicos, como p¨¦rdida de visi¨®n, puntos brillantes o acorchamientos de la mano, que se inician de forma gradual y duran menos de una hora). La migra?a sin aura es m¨¢s frecuente en los adolescentes y genera m¨¢s alarma en la familia porque los s¨ªntomas pueden confundirse con los de una enfermedad m¨¢s grave como meningitis o tumor cerebral.
"Durante la adolescencia la migra?a est¨¢ en una fase de transici¨®n entre la migra?a infantil y la de adulto. En esta ¨¦poca aparecen muchos casos nuevos. En general, se caracterizan por que la migra?a es menos grave que la del adulto y, adem¨¢s, es frecuente que el primer episodio de migra?a se inicie con un aura muy compleja. Se trata de auras en las que el paciente puede quedarse paralizado, sin poder hablar, o pierde la sensibilidad de un lado. Son casos muy espectaculares y preocupantes, aunque se distinguen f¨¢cilmente porque a continuaci¨®n aparece el dolor de cabeza", apunta Jos¨¦ Miguel La¨ªnez, jefe de servicio de Neurolog¨ªa del Hospital Cl¨ªnico de Valencia.
Las terapias actuales var¨ªan en funci¨®n del tipo de cefalea y las caracter¨ªsticas generales e individuales de cada ni?o. Se deben adoptar una serie de medidas preventivas para evitar los factores desencadenantes, evitar situaciones de ansiedad, tensi¨®n o fatiga, descansar en un lugar tranquilo, tumbado en la cama, o mantener un ritmo de sue?o y comida ordenados. En los ni?os se utiliza alg¨²n analg¨¦sico. En los adolescentes muchas migra?as desaparecen o mejoran con el sue?o, estado que elimina algunos de los principales factores desencadenantes. Si el dolor no remite se administran casi los mismos f¨¢rmacos que los adultos.
Los ¨²ltimos avances en cefaleas revelan una mejor identificaci¨®n de este trastorno y un progreso en los tratamientos. Hoy se sabe que aunque la migra?a es una enfermedad polig¨¦nica hereditaria y multifactorial, la migra?a hemipl¨¦jica familiar (un tipo de migra?a en la que el paciente no puede mover la mano) est¨¢ ligada a un gen situado en el cromosoma 19. Tambi¨¦n se ha desvelado que el abuso de analg¨¦sicos produce otro tipo de cefalea o se ha avanzado en el conocimiento de los triptanes. Los f¨¢rmacos de este grupo farmacol¨®gico, que act¨²an sobre el neurotransmisor serotonina, no est¨¢n indicados en la infancia, y de momento s¨®lo hay un medicamento aprobado en la adolescencia.
El factor emocional
En los adolescentes la tasa de respuesta al efecto placebo llega al 35% porque tienen una mayor predisposici¨®n psicol¨®gica y sus cefaleas son menos graves que las de los adultos. Numerosos estudios en adolescentes han fracasado por este hecho, ya que los f¨¢rmacos no alcanzan diferencias significativas con el placebo.
"En muchos casos, los ni?os que acuden a consulta mejoran simplemente rellenando el calendario de dolor de cabeza, un registro en el que se anota frecuencia y s¨ªntomas del dolor de cabeza. Este hecho indica que muchas cefaleas no son ni migra?as, ni cefaleas tensionales, sino que son dolores de cabeza emocionales", dice Jaime Campos, neuropediatra del hospital Cl¨ªnico San Carlos de Madrid. En su opini¨®n, esta situaci¨®n tambi¨¦n demuestra que, "muchas veces el atender a una persona que tiene dolor de cabeza, o quitar hierro a la situaci¨®n cuando as¨ª se desprende de la historia cl¨ªnica, hace que desaparezcan los dolores de cabeza que no revisten gravedad".
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