El ejemplo franc¨¦s
Visto lo visto, no parece que la experiencia urban¨ªstica francesa sea un buen ejemplo a imitar, pero tal vez porque llevan mucho m¨¢s tiempo enfrent¨¢ndose a estos problemas tambi¨¦n hace m¨¢s tiempo que buscan soluciones. De hecho, vale la pena recordar que muchos de estas conflictivas
banlieues se construyeron entre los a?os cincuenta y setenta, y desde hace m¨¢s de treinta a?os no s¨®lo se abandon¨® el modelo sino que ha habido fuertes campa?as de demoliciones y tambi¨¦n exitosos y fallidos proyectos de rehabilitaci¨®n.
"Hay que trabajar en la regeneraci¨®n urbana, pero tambi¨¦n con la gente y lo que ha pasado en los ¨²ltimos cuatro a?os es que la pol¨ªtica de ciudad en Francia se focaliz¨® solo sobre el proceso urbano y dej¨® sin cobertura a muchas asociaciones que trabajaban directamente con la gente", explica Janine Bellante, urbanista y actualmente directora de vivienda y pol¨ªtica de ciudad del Pays d'Aix, en la Provenza, tras muchos a?os de trabajar en temas urbanos de la ciudad de Marsella. Para Bellante, que explic¨® sus experiencias en el curso Ciudades en reconstrucci¨®n, el problema era conocido y estaba claro que se precisan pol¨ªticas urbanas y sociales combinadas. "En Marsella nos sirvi¨® apoyarnos en las mujeres j¨®venes, porque son ellas las que m¨¢s ganas tienen de cambiar esta situaci¨®n", indica.
Aglomeraci¨®n urbana
Seg¨²n su visi¨®n, el problema ahora es global y dif¨ªcilmente puede hacerse pol¨ªtica de vivienda en el ¨¢mbito municipal porque todo est¨¢ mucho m¨¢s interconectado. Desde 1999, en Francia se han impulsado estructuras intermunicipales que agrupan a diversos ayuntamientos que voluntariamente delegan sus pol¨ªticas urban¨ªsticas en lo que se denominan comunidades de aglomeraci¨®n. La del Pays d'Aix, regi¨®n situada al norte de Marsella que Bellante coordina, agrupa a 34 municipios y act¨²a en coordinaci¨®n con sus vecinos.
"Cada municipio tiene una funci¨®n espec¨ªfica, unos son m¨¢s industriales y otros m¨¢s paisaj¨ªsticos, pero cada uno cumple una funci¨®n que es reconocida por sus vecinos, por lo que dejan de ser rivales", explica. En octubre se consigui¨®, tras mucha burocracia, aprobar el Plan Local de Urbanismo que se aplicar¨¢ en los pr¨®ximos seis a?os y que establece cu¨¢les son las necesidades y cu¨¢nto hay que construir, d¨®nde y c¨®mo. Incluso hay multas para los municipios que no cumplan con la obligaci¨®n de construir un determinado n¨²mero de viviendas sociales.
"Por ejemplo, el 80% de las viviendas de esta zona son unifamiliares y est¨¢n fuera del casco urbano. Hemos demostrado a los alcaldes, con n¨²meros, que no s¨®lo son mucho m¨¢s insostenibles por el alto consumo de energ¨ªa y territorio sino que tambi¨¦n resultan m¨¢s caras, ya que cuesta mucho m¨¢s dotarlas de servicios que a los bloques compactos", explica Bellante. "No se puede ser utopista, pero tampoco se puede no hacer nada. Hoy se precisa m¨¢s diversidad en los planes urbanos y la participaci¨®n de los ciudadanos y de especialistas en campos diversos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.