Un segundo de m¨¢s
Seg¨²n los c¨¢lculos de los que se dedican a medir el tiempo de las cosas, este a?o, 2006, viene con un segundo de m¨¢s. Usted no se preocupe que en los relojes normales no se notar¨¢, s¨®lo en los m¨¢s importantes, as¨ª que ya puede tirar el Swatch de pl¨¢stico a la basura y comprarse un Rolex de platino y diamantes para comprobar que la Tierra gira m¨¢s lenta de lo que marcan los calendarios. Los cient¨ªficos dicen que para muchas aplicaciones de la vida normal y cotidiana un segundo de m¨¢s no tiene importancia, pero que para otras s¨ª, y se refieren a las transferencias de dinero en los bancos, a las compraventas de acciones, a las transferencias reguladas de electricidad de uno a otro pa¨ªs, pero no hablan de segundos que pudieron cambiar la historia de este pa¨ªs, como la ca¨ªda del helic¨®ptero de Rajoy o el aterrizaje forzoso de Bono, o la ¨²ltima actuaci¨®n conocida de ?mbar -antes Tamara-. Jam¨¢s los cient¨ªficos estuvieron m¨¢s alejados de la vida cotidiana. ?Con la cantidad de cosas que pueden suceder en un segundo!
De esto se desprende que, lo mismo que s¨®lo los relojes importantes notar¨¢n ese segundo, solo los magnos segundos de los pr¨®ceres, de los adelantados, de los notables, de los singulares, se notar¨¢n. Un segundo en el d¨ªa a d¨ªa de un trabajador parece no ser nada mientras que un segundo en la vida de un var¨®n preclaro lo es todo para la historia, que no es sino el relato de los tiempos. No es lo mismo el segundo de un Beckham antes de tirar un penalti que el segundo de un operario que se seca el sudor de la frente despu¨¦s de dar una palada. En efecto, la relevancia de un segundo depende de qui¨¦n lo viva, a pesar de que ese segundo sea el mismo para todos.
Para la generalidad, los que no son vips, lo realmente preocupante es d¨®nde van a colocar ese segundo en la vida de alguien, porque, claro, seguro que lo ponen en d¨ªas laborables. Naturalmente, no es lo mismo un segundo m¨¢s en la cama antes de ir a trabajar, que un segundo de m¨¢s antes de salir de la oficina. Siendo Espa?a el pa¨ªs -Estado, naci¨®n o lo que sea- donde m¨¢s tiempo se trabaja y menos se produce de la Uni¨®n Europea, ese segundo de m¨¢s nos ofrece la oportunidad de redimirnos, ponernos al nivel de nuestros vecinos y recuperar concienzudamente las horas perdidas haciendo algo que venga a durar aproximadamente un segundo: bostezar, estirarse, rascarse la nariz, sacarse un moco los m¨¢s cerdos. Por lo menos, ahorraremos ese segundo a la empresa, y aprovecharemos el tiempo.
A¨²n as¨ª, seguro que al final la gente terminar¨¢ exigiendo que le paguen un segundo m¨¢s. Si es que les regalas un segundo y es peor.
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