El debate de la LOE

El debate de la Ley de Educaci¨®n, dentro y fuera del Parlamento, con las espectaculares presiones del integrismo cat¨®lico y de derechas en la calle, y las m¨¢s eficaces en los pasillos y despachos; y con inexplicables o quiz¨¢ inconfesables acuerdos y pactos de partidos y fuerzas sindicales consideradas de izquierdas y/o progresistas, ha dado como resultado la ley org¨¢nica educativa m¨¢s perjudicial para el sistema p¨²blico de ense?anza en este pa¨ªs.

La ley supondr¨¢ un gran fraude al electorado del PSOE, IU, ERC o el Bloque, y el descr¨¦dito y la p¨¦rdida de credibilidad social de estos grupos parlamentarios. Todos estos partidos y en mayor medida el PSOE hab¨ªan hecho del cambio sustancial de la Ley de Educaci¨®n uno de los ejes fundamentales de sus programas electorales en marzo del a?o pasado; y una de las primeras medidas del nuevo Gobierno fue paralizar la LOCE, considerada retr¨®grada y altamente perjudicial.

No se puede argumentar que la catequesis religiosa no puede formar parte del curr¨ªculum de una ense?anza cient¨ªfica e integradora, para terminar proponiendo y aprobando la Religi¨®n como una materia obligatoria con m¨¢s horas que muchas otras, incluso en el ¨²ltimo curso de Bachillerato que no se contemplaba en la LOCE; y encima consagrar como cuerpo de funcionarios a los miles de catequistas, grupo de presi¨®n ideol¨®gica por su propia naturaleza.

No se puede atacar hasta el insulto una LOCE privatizadora del sistema educativo para proponer y aprobar una mayor cantidad de conciertos con la ense?anza privada (el 80% centros de titularidad religiosa), no diferenciando entre ambas ense?anzas, y generalizando los conciertos a las ense?anzas no obligatorias, al mismo tiempo que se ofrece la Formaci¨®n Profesional a todo tipo de entidades privadas.

No se pueden esgrimir cientos de argumentos pedag¨®gicos y sociales rechazando el concepto de "calidad", los contenidos, las metodolog¨ªas y los sistemas de evaluaci¨®n de una LOCE, para presentar otra que s¨®lo cambia peque?os matices sin mayor trascendencia.

No se puede esgrimir la bandera de la escuela p¨²blica, para todos y todas, responsabilidad del Estado, para terminar apoyando una ley org¨¢nica cuyo articulado sienta las bases de un desarrollo normativo que lleva al desmantelamiento progresivo de la escuela p¨²blica y estatal.