Un estudio muestra los t¨²neles como parte del patrimonio hist¨®rico

El t¨²nel de Montgat, de 134 metros, en la primera l¨ªnea ferroviaria que se construy¨®, entre Barcelona y Matar¨®, est¨¢ todav¨ªa en servicio. Esta obra de 1848 y los t¨²neles de alta velocidad que atraviesan el Guadarrama, de 29 kil¨®metros, figuran en el Inventario de t¨²neles ferroviarios de Espa?a, que acaba de publicar la Fundaci¨®n de los Ferrocarriles Espa?oles y Ediciones Doce Calles, con el patrocinio del Grupo Sando. El patrimonio ferroviario dispone tambi¨¦n del estudio de los puentes y est¨¢n en preparaci¨®n otros inventarios, como el de estaciones, que llegar¨¢ a los 2.800 elementos.

El ingeniero Manuel Melis, el ge¨®grafo Miguel Jim¨¦nez y el historiador Domingo Cu¨¦llar son los autores del volumen, que con las fotograf¨ªas de las portadas de los t¨²neles y 140 mapas topogr¨¢ficos de los trazados ferroviarios presentan el inventario de las obras subterr¨¢neas realizadas en todos los corredores ferroviarios de Espa?a. La ficha de cada t¨²nel incluye su situaci¨®n geogr¨¢fica, el nombre, la longitud, la cota de carril, la compa?¨ªa ferroviaria, el a?o de construcci¨®n y la geolog¨ªa del terreno.

El inventario considera el t¨²nel como un elemento del patrimonio hist¨®rico, que incluso se menciona en la aplicaci¨®n del 1% cultural en las obras de ingenier¨ªa que se construyen durante la revoluci¨®n industrial. El estudio preliminar atiende a las caracter¨ªsticas orogr¨¢ficas espa?olas (con un perfil de l¨ªnea ferroviaria que supera los mil metros), los sistemas de construcci¨®n (desde los taladros mec¨¢nicos de perforaci¨®n a las tuneladoras de roca) en los distintos terrenos y los tramos de monta?a m¨¢s singulares, como el paso de Pajares, el acceso a Galicia, los Pirineos, la conexi¨®n con Portugal y el paso de Despe?aperros.

En otros gr¨¢ficos se han situado las l¨ªneas con m¨¢s kil¨®metros de t¨²nel, los m¨¢s largos en servicio y de pr¨®xima inauguraci¨®n (como la alta velocidad de Madrid a Valladolid en 2010) y los primeros y ¨²ltimos construidos, desde el siglo XIX a la alta velocidad de Madrid a Lleida. En las fotograf¨ªas, realizadas el pasado verano por 13 equipos de estudiantes, se aprecia tambi¨¦n la evoluci¨®n de los dise?os de las portadas de los t¨²neles, desde las interpretaciones historicistas en piedra a las embocaduras minimalistas de hormig¨®n blanco de las l¨ªneas de alta velocidad.

Un total de 1.735 t¨²neles se distribuyen por los corredores de v¨ªa ancha y ancho internacional, que unidos alcanzan los 702 kil¨®metros. La l¨ªnea de Le¨®n-Gij¨®n, en el ¨²ltimo tercio del siglo XIX, necesit¨® 97 t¨²neles, con una extensi¨®n de 39 kil¨®metros. La l¨ªnea Madrid-Valladolid de alta velocidad ser¨¢ subterr¨¢nea en un 45% de su trayecto, con el t¨²nel m¨¢s largo de la red, el doble de Guadarrama. Tambi¨¦n destacan los tubos ferroviarios en las ciudades, como en Barcelona (de Sant Andreu a Sants, de 11,7 kil¨®metros) y en Madrid (de Chamart¨ªn a Atocha, de 8,8 kil¨®metros).

Los t¨²neles ofrecen marcas singulares, como la obra de La Argentera (en el tramo de Samper a Reus, de 4.044 metros, siglo XIX), y fechas luctuosas, por accidentes en los a?os cuarenta en la Torre del Bierzo y en el t¨²nel de Padornelo.