"Es nuestro deber alertar de las graves consecuencias de la aprobaci¨®n del Estatuto"

El general jefe de la Fuerza Terrestre del Ej¨¦rcito de Tierra, el teniente general Jos¨¦ Mena Aguado, asegur¨® ayer en su discurso que el proyecto de reforma del Estatuto de Catalu?a "ha desatado" en sus subordinados "una gran preocupaci¨®n por el futuro de la unidad de Espa?a". Tras una primera parte de su discurso de corte institucional, Mena alert¨® de las "graves consecuencias" que acarrear¨ªa la aprobaci¨®n del nuevo Estatuto si se superasen los "l¨ªmites infranqueables" de la Constituci¨®n, ya que entonces, dijo, "ser¨ªa de aplicaci¨®n el art¨ªculo octavo" de la Ley Fundamental, que sit¨²a a las Fuerzas Armadas como garantes de la integridad territorial. La que sigue es la parte m¨¢s pol¨¦mica de su intervenci¨®n, que incluye los matices que hizo de viva voz sobre el texto escrito:

"Quiero expresar las inquietudes y preocupaciones de cuantos formamos parte de las Fuerzas Armadas, en los momentos que estamos viviendo. Por raz¨®n del cargo que ocupo, no debo, en actos como ¨¦ste, expresar opiniones personales. Pero tengo la obligaci¨®n de conocer los sentimientos, inquietudes y preocupaciones de mis subordinados y transmitirlos, como es habitual, a la m¨¢xima autoridad de mi Ej¨¦rcito, y hacerlos p¨²blicos, por expreso deseo de aqu¨¦llos.

En mis visitas a las unidades durante los ¨²ltimos meses, he podido constatar que las dos grandes preocupaciones de los cuadros de mando y militares profesionales de tropa son el terrorismo y el futuro de la unidad de Espa?a (...). La preocupaci¨®n por la unidad de Espa?a se ha desatado con la presentaci¨®n del proyecto de Estatuto de Catalu?a. En todos mis encuentros con cuadros de mando y tropa (...) he pretendido transmitirles un mensaje de tranquilidad, no exento de inquietante preocupaci¨®n. Siempre he recalcado que los militares no debemos entrar en disquisiciones pol¨ªticas, que l¨®gicamente corresponden a los pol¨ªticos. Ahora bien, es nuestra obligaci¨®n alertar de las graves consecuencias que tanto para las Fuerzas Armadas como instituci¨®n, como para las personas que las integran podr¨ªa conllevar la aprobaci¨®n del Estatuto de Catalu?a en los t¨¦rminos que est¨¢ planteado.

Tres aspectos son verdaderamente preocupantes para nosotros. El primero es el t¨¦rmino de naci¨®n, en el que no voy a entrar, porque el art¨ªculo 2? de la Constituci¨®n espa?ola lo expresa clara y rotundamente.

El segundo es el de la lengua. El hecho de que en una autonom¨ªa sea exigible el conocimiento de su lengua particular es una aspiraci¨®n desmesurada que obligar¨ªa en las Fuerzas Armadas a regular los destinos a esa autonom¨ªa de la misma forma que actualmente se regulan los destinos en el extranjero. Es decir, que los destinos a Catalu?a, Pa¨ªs Vasco y Galicia estar¨ªan supeditados a la voluntariedad de los militares que quisiesen acreditar el conocimiento de la lengua que fuese exigible en cada comunidad.

El tercero est¨¢ relacionado con la Justicia. Las Fuerzas Armadas est¨¢n desplegadas en todo el territorio nacional. La actual independencia de los tribunales de justicia de las autonom¨ªas crea graves problemas en las fuerzas armadas al producir sentencias dispares por hechos similares que, sin estar incursos en el ¨¢mbito estrictamente castrense, cuyo tratamiento corresponde a la jurisdicci¨®n militar, afectan al r¨¦gimen interior de las bases, acuartelamientos o establecimientos militares y a las expectativas profesionales de cada uno de los componentes de las Fuerzas Armadas. Este problema se agravar¨ªa mucho m¨¢s con la aparici¨®n de poderes judiciales auton¨®micos, independientes del Estado.

Afortunadamente, la Constituci¨®n marca una serie de l¨ªmites infranqueables para cualquier estatuto de autonom¨ªa. De ah¨ª que reitere mi mensaje de tranquilidad. Reitero mi mensaje de tranquilidad. Pero si esos l¨ªmites fuesen sobrepasados, lo cual en estos momentos, afortunadamente, parece impensable, ser¨ªa de aplicaci¨®n el art¨ªculo octavo de la Constituci¨®n: 'Las fuerzas armadas, constituidas por el Ej¨¦rcito de Tierra, la Armada y el Ej¨¦rcito del Aire, tienen como misi¨®n garantizar la soberan¨ªa e independencia de Espa?a, defender su integridad y el ordenamiento constitucional'. No olvidemos que hemos jurado o prometido, guardar y hacer guardar la Constituci¨®n. Y para los militares, cualquier juramento o promesa constituye una cuesti¨®n de honor".