Me pido la 'barbie'
S?, SE?OR, BEB? CAVA. Cava y champ¨¢n del bueno, como dir¨ªa la Pantoja, que sin querer hizo el mejor chiste del a?o. La Pantoja es un fil¨®n. Si no hubiera Pantoja habr¨ªa que inventarla. Tom¨¦ cava para que mis parientes fachillas no pensaran que estaba haciendo el boicot y para que mis parientes neoprogres no pensaran que estaba haciendo el boicot. En ese acto de tomar cava hab¨ªa una tremenda significaci¨®n pol¨ªtica. Yo notaba la significaci¨®n en la boca, en la garganta y, despu¨¦s de una hora de acci¨®n pol¨ªtica ininterrumpida, en el cerebro. Somos estupendos: mientras en otros pa¨ªses estaban soportando las entra?ables tensiones familiares, aqu¨ª, en los hogares de la naci¨®n de naciones, hemos conseguido a?adir a los rencores de toda la vida las diferencias pol¨ªticas de los ¨²ltimos tiempos. Hace a?os se comentaba que en el Pa¨ªs Vasco, para que las familias tuvieran la fiesta en paz, no se hablaba de pol¨ªtica. Aquella costumbre, que ya ven¨ªa de anta?o -"en este local, ni se escupe, ni se habla de pol¨ªtica"-, hemos conseguido extenderla a todo el ente plurinacional. Ole, ole. Es m¨¢s, por no significarte, ya te andas con cuidado hasta con amigos. Hemos vuelto a inventar aquello de la "adhesi¨®n inquebrantable", que se traduce en "o piensas al cien por cien lo que yo pienso, o es que me pongo cardiaco". S¨®lo opinas delante de los amigos que sabes que son de los tuyos hasta la extenuaci¨®n. Que prefieren a tal y a tal columnista, que detestan a estos otros, que escuchan tales canales de radio, que ven s¨®lo tales cadenas de televisi¨®n, que est¨¢n a favor del cine espa?ol, que est¨¢n en contra, que est¨¢n con Zapatero, que quieren borrarlo del mapa, que prefieren a Felipe (?d¨®nde va a parar!). Cada paso que das es dial¨¦ctico en grado sumo. Cada paso te pone al borde del colapso: Pap¨¢ Noel o los Reyes, comprar condones a los hijos o que se los compren ellos, fumar o no fumar, turr¨®n del que suda o Suchard. Def¨ªnase, por Dios, def¨ªnase. Una vez que te has visto en la calle L¨®pez de Hoyos, con la rasca de Alaska que ha hecho estos d¨ªas, discutiendo con una desconocida sobre si la raz¨®n estaba de parte de Ana o de Victoria -me sorprend¨ª diciendo: "Vale, la una ser¨¢ una barbie de geri¨¢trico, pero la otra es una hortera recalcitrante"-, a partir de ah¨ª, amigo, sabes que has iniciado una pendiente sin retorno. Maldito pa¨ªs de polemistas. ?Beb¨ª cava, s¨ª!, y eso que yo de nunca he sido ni de cava, ni de champ¨¢n, ni de sidra, porque yo no soy mujer de burbuja, en la acepci¨®n m¨¢s extensa del t¨¦rmino. Beb¨ª cava por joder, beb¨ª cava porque no dijeran, beb¨ª cava por no quedar como una idiota ante los ojos de Javier Mar¨ªas, beb¨ª cava porque en Espa?a todo se acaba sabiendo. Una copita por pap¨¢, otra por los industriales catalanes, otra por los fabricantes de corchos de Zaragoza, otra por los fabricantes del vidrio que son de otra naci¨®n adyacente, una por Ronaldinho y otra por Ronaldo. Y ya te pones, te pones, y cuando est¨¢s rozando la ebriedad te das cuenta de que te da igual, de que todo te da igual, el territorio nacional, las banderas, las lenguas, las victimitas, si no fuera porque te cabrea. Te das cuenta de que no podr¨ªas dedicarte a la pol¨ªtica, de que ese oficio no es para ti, porque a la tercera de cambio le dir¨ªas a tu oponente: vale, venga, hijo m¨ªo, para ti la perra gorda, pero no me des la charla que lo que quiero es irme a mi casa. Todo te da igual porque eres perezosa hasta para defender tus ideas, y cuando te metes en un l¨ªo porque opinas m¨¢s de la cuenta, como el que bebe m¨¢s de la cuenta, te arrepientes y dices: qui¨¦n me mand¨® a m¨ª, si a m¨ª me da igual; pero sabes que lo volver¨¢s a hacer, por puro resorte, como el alacr¨¢n. Bebes cava, comes rosc¨®n y piensas en lo que te espera en 2006. Bebes para recordar las veces en que te mordiste la lengua, como despu¨¦s de leer la entrevista con la cocinera catalana Carme Ruscalleda, que hablaba de los sentimientos nacionales catalanes, del esfuerzo y el arrojo del campesino catal¨¢n, de la teta catalana que parece alimentar Espa?a, de la tristeza de no poder hablar su lengua durante el franquismo. Ay, se?ora m¨ªa, si el franquismo, para nuestra desgracia, no fue s¨®lo un problema ling¨¹¨ªstico; si el franquismo ocurri¨® en toda Espa?a; si franquistas hubo hasta en Catalu?a; si los campesinos son valientes en cualquier parte del mundo porque en su oficio lo llevan. Y todo eso despu¨¦s de felicitarla por su nueva estrella Michelin. Bebes para recordar el d¨ªa en que le¨ªste con distancia y asombro las palabras con las que Umbral adorn¨® la presentaci¨®n de Mari Pau Janer, que trajeron como consecuencia la defensa leg¨ªtima que hizo de s¨ª mismo P¨¦rez-Reverte, pero a las que nadie tosi¨® en lo m¨¢s importante, o m¨¢s insultante: esa afirmaci¨®n, que algunos rieron, de que las mujeres no tienen estilo. Qu¨¦ bonito y qu¨¦ extra?o hubiera sido que un escritor (hombre, para que no se entendiera como una defensa personal) hubiera sacado la cara por las mujeres y hubiera dicho que en ese tipo de comentarios es donde se nota si un pa¨ªs ha avanzado de verdad o sigue siendo un lugar donde, desde el mundo de la cultura, se trata a las mujeres con paternalismo y con comentarios faltones, que en el fondo llevan impl¨ªcito ese grito antiguo del conductor: ?se?ora, a fregar! Y conste que la misoginia tambi¨¦n es cosa de mujeres. Bebes para recordar que en 2006 las personas sensatas han andado con pies de plomo y la gente grosera ha dado un paso al frente. Y con la resaca y el rosc¨®n en la panza, te vas de Espa?a. Y no se crean, luego se echa de menos.
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