Susto en el aeropuerto de Barcelona

Los 90 pasajeros y los seis miembros de la tripulaci¨®n del vuelo JK 6513 de Spanair que cubr¨ªa el trayecto Bilbao-Barcelona se llevaron ayer un buen susto. El avi¨®n, un McDonald Douglas 83, que deb¨ªa salir a las 9.00, despeg¨® unos minutos despu¨¦s debido a un peque?o retraso. El vuelo fue pl¨¢cido, sin que ning¨²n indicio hiciera pensar a nadie, ni al mismo comandante al mando del aparato, lo que se les avecinaba.

A las 10.00, a su llegada a Barcelona, el avi¨®n realiz¨® las operaciones de aproximaci¨®n sin que la tripulaci¨®n avisara a la torre de control de El Prat de la existencia de incidencia alguna. Pero al tomar tierra, el tren de aterrizaje fall¨®. Un responsable de la pista explic¨® que, ya en el suelo, la rueda izquierda se incendi¨® y "el avi¨®n se inclin¨® con un golpe brusco hacia la derecha". La aeronave logr¨® frenar en la cabecera 25 izquierda de la tercera pista, a pocos metros del final.

Entre los pasajeros hubo quien mantuvo la calma y quien no pudo contener las emociones y grit¨® preso del p¨¢nico. "Ha sido un aterrizaje brusco, hemos o¨ªdo un golpe fuerte y despu¨¦s nos hemos parado en seco", explic¨® uno de los pasajeros, M¨¢ximo Derniz. Entonces percibieron "un fuerte olor a goma quemada". Durante unos instantes esperaron las indicaciones de la tripulaci¨®n. El personal les se?al¨® finalmente que deb¨ªan abandonar el avi¨®n por las rampas de emergencia y sin el equipaje de mano. Fuera pudieron ver c¨®mo ard¨ªa el tren de aterrizaje.

Los bomberos sofocaron las llamas en poco tiempo y vertieron espuma en la pista para evitar que rebrotara el fuego.

Las personas mayores tuvieron serias dificultades para deslizarse por las rampas de emergencia, toboganes hinchables que les ofrec¨ªan poca estabilidad. Pese a contar con la ayuda de otros pasajeros, algunos resultaron heridos leves al precipitarse por ellos y golpearse contra el suelo, incapaces de amortiguar la ca¨ªda. Los servicios de emergencia los atendieron all¨ª mismo. Hubo siete heridos leves por contusiones o quemaduras causadas por la fricci¨®n con la goma del tobog¨¢n.

Los usuarios, que fueron conducidos a unas dependencias del aeropuerto donde la compa?¨ªa les ofreci¨® un refrigerio antes de que recogieran las maletas, se mostraron en general tranquilos al relatar lo ocurrido, dos horas despu¨¦s del incidente. No obstante, presentaron reclamaciones por la falta de informaci¨®n de Spanair. Amaya Garaiz se mostr¨® indignada, al considerar que las ambulancias tardaron en llegar, pese a que en el avi¨®n hab¨ªa personas discapacitadas. El presidente del comit¨¦ de empresa del aeropuerto, Francisco Abad¨ªas, denunci¨® que las instalaciones de Barcelona no cuentan todav¨ªa con los medios t¨¦cnicos ni los recursos humanos necesarios para hacer frente a una situaci¨®n de emergencia.

Spanair abri¨® una investigaci¨®n para determinar las causas del accidente. "La informaci¨®n del Fly Recorder (la caja negra) ser¨¢ muy ¨²til", explic¨® el director de operaciones, Javier Muela. La ¨²ltima revisi¨®n del aparato se realiz¨® el 4 de enero.

El avi¨®n permaneci¨® durante todo el d¨ªa en la pista. Debido a que las llantas se encontraban en contacto con el suelo y ante la imposibilidad de arrastrar el aparato sin da?ar el asfalto, la compa?¨ªa trataba ayer de localizar un gato de las caracter¨ªsticas necesarias para elevar el avi¨®n. A ¨²ltima hora se esperaba que llegara de Madrid. Como consecuencia de ello, el aeropuerto funcion¨® sin la tercera pista y se acumularon los retrasos.