Viena preside

Austria ha tomado las riendas del Consejo de la UE desde el 1 de enero, y ayer, tras su reuni¨®n de trabajo con la Comisi¨®n Europea, anunci¨® que quer¨ªa poner en marcha un debate para ver c¨®mo salvar la Constituci¨®n europea. El Gobierno de Viena tiene serios problemas al respecto: para empezar es una coalici¨®n entre los democristianos del canciller Sch¨¹ssel y la derecha xen¨®foba del Partido de la Libertad, que quiere hacer una colecta de firmas para forzar un refer¨¦ndum sobre la Constituci¨®n europea y enterrarla; si no enga?an los sondeos, s¨®lo una tercera parte de los austriacos la apoyan. Por la entrada del partido de Haider en el Gobierno, Austria fue sancionada diplom¨¢ticamente en 2000 por los entonces otros 14 miembros de la UE, aunque sin consecuencias.

Como nadie sabe muy bien a¨²n qu¨¦ hacer con una Constituci¨®n que rechazaron franceses y holandeses en las urnas, la presidencia austriaca se ha propuesto lanzar un gran debate entre pol¨ªticos, intelectuales y gentes de la cultura coincidiendo con las celebraciones del 250? aniversario del nacimiento de Mozart. Es de temer que ni siquiera la buena m¨²sica saque a la UE prematuramente de sus problemas institucionales. Chirac ha prometido presentar sus ideas en las pr¨®ximas semanas. Pero habr¨¢ que esperar a que el presidente franc¨¦s se vaya, tras las elecciones de la primavera de 2007, con lo que es poco probable que la Uni¨®n pueda avanzar hasta el final de la presidencia alemana en junio del pr¨®ximo a?o. Austria ha dejado claro, por otra parte, que no quiere fijar fechas para el ingreso de Turqu¨ªa, al que su opini¨®n p¨²blica se opone mayoritariamente.

Quiz¨¢ tenga raz¨®n el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso. Lo que los ciudadanos europeos necesitan para recuperar su confianza en la UE son decisiones concretas en materia de crecimiento econ¨®mico y empleo. Sobre la mesa est¨¢ la famosa directiva sobre liberalizaci¨®n de servicios que corresponde ahora votar al Parlamento Europeo. En todo caso, la presidencia austriaca se inicia con el espinoso tema del marco presupuestario para 2007-2013 resuelto. Ahora le toca lidiar con la diversificaci¨®n energ¨¦tica para que los 25 dependan menos de la rusa Gazprom, con la inmigraci¨®n, la investigaci¨®n y las universidades. La ministra austriaca de Asuntos Exteriores, Ursula Plassnik, asegura que la UE puede afrontar una "nueva primavera". Ser¨ªa deseable, pero lo m¨¢s probable es que tenga que esperar al menos a la del a?o siguiente.