Charlotte Perriand en Par¨ªs
Acaba de clausurarse la exposici¨®n Dada en el Pompidou de Par¨ªs. Pero el turista que sigue interesado en la cultura tiene todav¨ªa la ocasi¨®n de visitar en el mismo local otra exposici¨®n interesante, dedicada a Charlotte Perriand, la colaboradora de Le Corbusier de 1927 a 1937 y, a lo largo de su vida, de Pierre Jeanneret, Fernand L¨¦ger, Jean Prouv¨¦ y la firma de mobiliario Thonet. Una presencia significativa en la aventura de la vanguardia del dise?o.
Una reflexi¨®n que sugiere la exposici¨®n es, precisamente, sobre ese trabajo en equipo, caracter¨ªstico de los pioneros de la modernidad, un m¨¦todo que tiene sus referencias pol¨ªticas y que ahora es sustituido por la magnificaci¨®n de personajes aislados, auxiliados por talleres operativos pero intelectualmente irresponsables, amparados por el poder medi¨¢tico del jefe. Uno de los promotores de esa egolatr¨ªa fue Le Corbusier, pero la exposici¨®n demuestra que, incluso en el taller de rue de S¨¦vres, la creatividad fue en los buenos tiempos un esfuerzo compartido. Perriand en el dise?o de mobiliario y Pierre Jeanneret -primo y socio del maestro- en todas las decisiones proyectuales fueron decisivos hasta que el ego del maestro los apart¨®.
La evoluci¨®n de estos artistas explica la eficacia del cruce de influencias. Perriand proven¨ªa del Salon des Artistes D¨¦corateurs; es decir, del mundo profesional en el que todav¨ªa se respiraban los efluvios peque?oburgueses del art d¨¦co, pero se encontr¨® con un Le Corbusier manifiestamente hostil a lo decorativo, comprometido con el mueble est¨¢ndar, econ¨®mico, de uso m¨²ltiple y cotidiano como ya hab¨ªa proclamado en L'Art d¨¦coratif d'aujourd'hui en 1925 y como se lo explic¨® directamente a Perriand cuando ¨¦sta acudi¨® a la rue de S¨¦vres a mostrarle su portafolio: "Ici on ne brode pas de coussins". Pero la colaboraci¨®n entre ambos modific¨® el panorama. As¨ª, Le Corbusier inici¨® sus investigaciones en este campo siguiendo lo que ya estaban haciendo ingleses y alemanes, y Perriand pas¨® de decoradora a dise?adora, abandon¨® el SAD y fund¨® la Union des Artistes Modernes (UAM), aceptando el compromiso social y productivo proclamado por el maestro hacia la s¨ªntesis de las artes en oposici¨®n al arte decorativo. As¨ª naci¨® una serie de mobiliario que a la vez respond¨ªa a las arriesgadas experiencias t¨¦cnicas y pl¨¢sticas de la modernidad industrial y se adecuaba a las nuevas necesidades sociales. Hoy son importantes referencias patrimoniales la chaise-longue basculante, el sill¨®n circular rotatorio, el Grand Confort, el peque?o sill¨®n con respaldo m¨®vil, las interpretaciones de los sistemas Thonet, etc¨¦tera.
Durante los 10 a?os de colaboraci¨®n hubo cambios y contradicciones. Jeanneret y Perriand se orientaron pol¨ªticamente hacia la izquierda, hacia el Front Populaire y el partido comunista, fieles a los iniciales programas sociales en que Le Corbusier les hab¨ªa situado. Se interesaron m¨¢s por la estandarizaci¨®n, los programas m¨ªnimos, el mobiliario econ¨®mico intercambiable. Le Corbusier, en cambio, deriv¨® hacia la derecha -o hacia un apoliticismo rentable- que habr¨ªa de llevarle hasta las tentaciones de Vichy, y que, en el campo del dise?o, se explica con una vuelta al personalismo y con la sustituci¨®n del trabajo en equipo por la dictadura proyectual. Los papeles han cambiado entre Perriand y Le Corbusier, seguramente con el apoyo de los compromisos pol¨ªticos de otros colaboradores, como Leger, por ejemplo. Las vacaciones pagadas, la semana de 40 horas, la nacionalizaci¨®n de la banca y los ferrocarriles, el nuevo sindicalismo proclamado por el Frente Popular reclaman otro entorno dise?ado, pero Le Corbusier est¨¢ m¨¢s interesado en los grandes proyectos americanos, en la eclosi¨®n de su personalidad internacional.
Esas diferencias culminan en los debates program¨¢ticos para la Exposici¨®n Internacional de 1937, muy bien explicados en un cap¨ªtulo del cat¨¢logo de la exposici¨®n. Le Corbusier es el primero en reclamar que una parte de la Expo se dedique a resolver problemas reales del futuro Par¨ªs. Jeanneret y Perriand precisan objetivos sociales m¨¢s radicales como los que ya hab¨ªan denunciado en La Grande Mis¨¨re de Paris. La lucha frente a los responsables de la organizaci¨®n es una historia apasionante en la que Le Corbusier claudica ante la posibilidad de exponer signos culturales de su propia investigaci¨®n o, simplemente, propuestas para una Expo supletoria, mientras que sus dos colaboradores consiguen con Les Jeunes 1937 -un equipo basado en los viejos ideales- insistir en el proyecto de un Centre de la Jeunesse. El resultado se diluye y se diversifica a pesar de la soluci¨®n de urgencia del Pavillon des Temps Nouveaux, pero la ruptura en rue de S¨¦vres es inevitable. Se acaba la colaboraci¨®n. Le Corbusier sigue su l¨ªnea imparable con revoluciones metodol¨®gicas fundamentales al margen de la militancia pol¨ªtica. La impetuosa pareja de la modernidad militante se va desintegrando. Jeanneret sigue un austero camino profesional y acaba dirigiendo la arquitectura de Chandigarh, la nueva capital planificada por Le Corbusier. Perriand viaja al Jap¨®n, donde reencuentra algunas referencias en lo artesano y lo popular, otra manera servicial al margen de los instrumentos modernos de la producci¨®n, con el conformismo pol¨ªtico implicado en el desbarajuste de la guerra.
Oriol Bohigas es arquitecto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.