El Pent¨¢gono reanuda los juicios especiales a los presos de Guant¨¢namo
Un acusado de ser guardaespaldas de Bin Laden rechaza la autoridad del tribunal
En el cuarto aniversario de la apertura del campo de prisioneros en la base estadounidense de Guant¨¢namo (Cuba), el yemen¨ª Al¨ª Hamza al Bahlul, acusado de ser un guardaespaldas de Osama Bin Laden, rechaz¨® la presencia de un abogado y no reconoci¨® la autoridad de la comisi¨®n militar que le juzga. A pesar de que el Tribunal Supremo no ha dicho a¨²n su ¨²ltima palabra sobre estos juicios, el Pent¨¢gono ha decidido reanudarlos. Varios tribunales han fallado contra las comisiones especiales, y hay tres procesos paralizados a la espera de la decisi¨®n del Supremo.
El alto tribunal, que comenzar¨¢ a deliberar en marzo, tendr¨¢ que fallar sobre si el presidente Bush ten¨ªa o no autoridad legal para crear tribunales especiales despu¨¦s de los atentados del 11-S y negar a los detenidos en Afganist¨¢n y en otros lugares procesos militares o civiles con las garant¨ªas correspondientes. Del medio millar de detenidos que hay en Guant¨¢namo, solamente nueve han sido acusados formalmente.
Ali Hamza al Bahlul, de 37 a?os y que en agosto de 2004 admiti¨® que pertenece a Al Qaeda, est¨¢ acusado de conspiraci¨®n para cometer atentados terroristas. Ayer, en la vista preliminar y seg¨²n los medios presentes, dijo que no quer¨ªa ninguna representaci¨®n legal que estuviera en manos de un militar o un civil de Estados Unidos.
El yemen¨ª, que ni siquiera se ha reunido con Tom Fleener, el abogado militar en la reserva que le fue asignado, explic¨® que su rechazo se debe a varias razones, entre ellas "el trato que reciben los palestinos por parte de vuestros aliados, los jud¨ªos". Tambi¨¦n se quej¨® de la atribuci¨®n a su pa¨ªs, Yemen, de la responsabilidad del atentado contra el buque estadounidense Cole el 12 de octubre del 2000.
Al Bahlul, que declar¨® su intenci¨®n de boicotear todas las sesiones del tribunal "aunque me obliguen a estar presente", explic¨®, a trav¨¦s de un int¨¦rprete, que no odia a todos los estadounidenses, aunque "corrompen y persiguen a los musulmanes en todo el mundo". "Soy enemigo de los norteamericanos que combaten. Les contemplo como enemigos".
"Habr¨¢ un tribunal de Dios en el d¨ªa del juicio", dijo el detenido, seg¨²n el testimonio recogido por la agencia Reuters. "Haced conmigo lo que teng¨¢is que hacer, juzgadme como quer¨¢is. Dios juzgar¨¢ basado en la justicia", a?adi¨® Al Bahlul, que asegur¨® que ha habido presos azotados y torturados en Guant¨¢namo y que rechaz¨® la denominaci¨®n oficial de combatientes ilegales: "Somos prisioneros de guerra y combatientes legales que nos basamos en nuestra religi¨®n y en nuestras leyes religiosas. No nos importa lo que nos llam¨¦is". Al Bahlul no estuvo esposado durante su comparecencia ante la comisi¨®n militar.
Cadena perpetua
Adem¨¢s de la preparaci¨®n del juicio del yemen¨ª, otra comisi¨®n militar ten¨ªa previsto ayer ocuparse del caso de Omar Khadr, un canadiense de 19 a?os acusado de haber matado a un m¨¦dico del Ej¨¦rcito con una granada en la guerra de Afganist¨¢n, hace cuatro a?os y medio. Tanto ¨¦l como Al Bahlul podr¨ªan ser condenados a cadena perpetua -en caso de que estos juicios no fueran anulados por la futura decisi¨®n del Supremo- si son declarados culpables. Fleener, el abogado militar en la reserva asignado al yemen¨ª, aunque rechazado por ¨¦l, declar¨® a Reuters que la comisi¨®n militar "es una verg¨¹enza" porque "las reglas no est¨¢n pensadas para que sirvan de ayuda al acusado".
El coronel Davis, responsable de los fiscales militares de las comisiones especiales, asegur¨® que las reglas garantizaban juicios justos: "No tenemos nada de lo que avergonzarnos".
Varios grupos de derechos humanos y asociaciones profesionales de abogados han denunciado de manera sistem¨¢tica estos procedimientos, los problemas de acceso a asesor¨ªa legal, el uso de pruebas declaradas secretas y la posibilidad de testimonios arrancados bajo tortura. Amnist¨ªa Internacional denunci¨® ayer la situaci¨®n legal de los 500 detenidos de Guant¨¢namo y pidi¨® de nuevo el cierre del campo de prisioneros. Seg¨²n el grupo, sigue habiendo denuncias de "p¨¦simas condiciones, torturas y malos tratos" sobre los presos.
Amnist¨ªa Internacional ofreci¨®, entre otros, detalles del caso de Jumah al Dossari, de 32 a?os y procedente de Bahrain, que lleva desde junio de 2002 en Guant¨¢namo. Seg¨²n su abogado, "se le ha amenazado con violarle, ha sido orinado y se le ha golpeado la cabeza contar el suelo en repetidas ocasiones".
Seg¨²n las mismas fuentes, que a?aden que el gobierno de EE UU ha negado estas acusaciones, el preso ha tratado de suicidarse en una decena de ocasiones. Para Stephen Bowen, uno de los responsables de Amnist¨ªa Internacional en el Reino Unido, no puede haber soluciones intermedias con respecto a Guant¨¢namo: "Debe ser cerrado y hay que abrir una investigaci¨®n sobre las docenas de informes de torturas que se han sucedido desde que se abri¨®, en 2002".
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