Amnist¨ªa narra nuevos casos de torturas en el cuarto aniversario de la c¨¢rcel de Guant¨¢namo
En la base hay unos 500 prisioneros pero s¨®lo se han presentado cargos contra nueve de ellos
En el d¨ªa en que se cumplen cuatro a?os de la llegada del primer preso islamista a la base estadounidense de Guant¨¢namo, Amnist¨ªa Internacional ha presentado nuevos testimonios de torturas y malos tratos en la pol¨¦mica c¨¢rcel. Actualmente hay unas 500 personas detenidas pero s¨®lo se hna presentado cargos contra nueve de ellas.
El 11 de enero de 2002 un avi¨®n militar de carga, modelo C-141, con la bandera de EE UU pintada en el fuselaje, parti¨® de Afganist¨¢n rumbo a Guant¨¢namo. A bordo viajaban 20 detenidos, vestidos con monos de color naranja, antifaces y m¨¢scaras, las manos atadas y grilletes en los tobillos. Al aterrizar en la base militar fueron encerrados en celdas individuales de 1,8 por 2,4 metros hechas de alambre y cubiertas por techo de madera. Eran unas instalaciones "temporales", seg¨²n dijeron las autoridades en aquel momento.
Hab¨ªan pasado cuatro meses de los atentados terroristas del 11-S y el Gobierno estadounidense se hab¨ªa volcado en una "guerra contra el terror" cuyo primer objetivo fue el Afganist¨¢n de los talibanes; su primera v¨ªctima, el respeto de las libertades individuales y los derechos humanos, se?a identidad de EE UU desde el d¨ªa de su fundaci¨®n, all¨¢ por 1776.
A esos 20 presos se sumaron varios centenares m¨¢s. Las autoridades reconocen que hay unos 500 "combatientes extranjeros", una clasificaci¨®n que ha servido para negarles los derechos que las Convenciones de Ginebra exigen para los prisioneros de guerra. Organizaciones no gubernamentales no se cansan de denunciar los malos tratos y las vejaciones a las que, en estas circunstancias, est¨¢n siendo sometidos los retenidos.
Ni rezos ni comida
Amnist¨ªa Internacional acaba de a?adir varios testimonios a los ya conocidos. Cuenta, por ejempo, el caso de Jumah al Dossari, un hombre originario de Bahrein que se convirti¨® en uno de los primeros detenidos trasladados a Guant¨¢namo. Al Dossari asegura que se les prohib¨ªa rezar, se les daba poca comida, se les met¨ªan serpientes y escorpiones en las celdas, recib¨ªan insultos e incluso se les suministraba drogas alucin¨®genas.
"Durante los interrogatorios fui amenazado con que violar¨ªan y atacar¨ªan a mi familia en Arabia Saud¨ª", afirma. Otro m¨¦todo para conseguir informaci¨®n eran las palizas o casos en los que les introduc¨ªan la cabeza en la taza del v¨¢ter y tiraban de la cadena hasta casi ahogarles.
Al Dossari tambi¨¦n narra el caso de un compa?ero de la prisi¨®n, Abdul Aziz Al Masri, al que los soldados estadounidenses le golpearon fuertemente en el hospital "frente a los m¨¦dicos y enfermeras" hasta el punto de romperle la columna vertebral y dejarle hemipl¨¦jico. "Este tipo de incidentes ocurr¨ªan a menudo" afirma.
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