"El arte tiene que ser plural o no ser¨¢ arte"
Pregunta. Es valenciano y ya tiene acento mexicano.
Respuesta. Son ocho a?os all¨ª. Mi formaci¨®n es europea, pero en un festival de composici¨®n en el que fui seleccionado en Amsterdam conoc¨ª unos mexicanos que luego hicieron un festival en M¨¦xico, me llevaron all¨ª y ya me qued¨¦ a dirigir la Orquesta Sinf¨®nica de Guanajuato, en la que he estado hasta hace un a?o.
P. La revolucion¨®.
R. Supongo que por eso se deterior¨® la relaci¨®n, aunque ser director siempre tiene un grado de erosi¨®n importante. Fue un momento en el que convergieron all¨ª diversos intereses no s¨®lo musicales: repertorios, impacto en p¨²blicos, redefinici¨®n de lo que pod¨ªa ser una orquesta...
P. No se lo perdonaron.
R. Es evidente.
P. Sin embargo, M¨¦xico lo ha distinguido como compositor del a?o.
R. Son de esas cosas que guardas con mucho cari?o porque mi carrera como director se ha desarrollado b¨¢sicamente all¨ª, aunque tambi¨¦n en los Estados Unidos y Canad¨¢. Sin embargo, como compositor me he desarrollado m¨¢s en Europa. Es una esquizofrenia deliciosa.
P. ?D¨®nde se encuentra m¨¢s c¨®modo en la direcci¨®n o en la composici¨®n?
R. La direcci¨®n es una historia muy pl¨¢stica: hay una verdadera relaci¨®n entre el gesto y el sonido. Esa necesidad de poder modelar el sonido es muy rica. No podr¨ªa renunciar a la interpretaci¨®n. Pero por otra parte, necesitamos crear. En tanto que m¨²sico tienes la necesidad de hacer m¨²sica.
P. ?Qu¨¦ le llev¨® a la m¨²sica?
R. Ten¨ªa antecedentes familiares. Mi abuelo y mi bisabuelo eran directores de banda, uno de la Uni¨®n de Ll¨ªria y el otro de la Primitiva. La m¨²sica es, sobre todo, un h¨¢bitat cotidiano.
P. ?La m¨²sica no s¨®lo es un oficio para usted?
R. ?D¨®nde acaba la profesi¨®n y donde empieza el placer? ?Es un oficio, es un arte? ?Somos profesionales, somos artistas? Aunque no s¨¦ las respuestas, esas preguntas me las hago todos los d¨ªas. Pero no es un oficio para m¨ª.
P. ?Prefiere la m¨²sica del siglo XX?
R. Me gusta toda. Puede llegar a seducirme tanto una liturgia cristiana primitiva como la ¨²ltima de las creaciones de la vanguardia m¨¢s propositiva. Lo que ocurre es que, como compositor, por cuesti¨®n de lenguaje, de arquitectura y de afinidad de pensamiento, tengo m¨¢s propensi¨®n al hecho contempor¨¢neo. Por otra parte, como director creo hay que programar con independencia de las razones temporales o geogr¨¢ficas: la buena m¨²sica es la buena m¨²sica, llene la sala o no.
P. Usted empez¨® en la m¨²sica medieval, pese a su disposici¨®n a la m¨²sica contempor¨¢nea.
R. Generalmente los extremos se tocan. Tengo que reconocer que la m¨²sica medieval siempre me ha gustado. Siempre hay l¨ªneas de conexi¨®n entre la m¨²sica no rom¨¢ntica y la m¨²sica actual. Encuentro m¨¢s afinidad entre la m¨²sica del barroco y la contempor¨¢nea que no entre la rom¨¢ntica y la de ahora.
P. ?Empez¨® con la flauta?
R. Fui flautista, pero empec¨¦ con el viol¨ªn. Y mi formaci¨®n inicial fue en coros, en el Luis Vives y el Orfe¨® Valenci¨¤.
P. Es muy poli¨¦drico.
R. Lo que no me gustar¨ªa es ser unilateral, porque el hecho art¨ªstico necesariamente es plural. El arte de finales del XX y del XXI tiene que ser plural o no podr¨¢ ser arte.
P. Tambi¨¦n dedica muchas horas a hacer pedagog¨ªa musical.
R. La m¨²sica no es de las artes que m¨¢s se razone sobre ella. No abundan lo foros de reflexi¨®n alrededor del hecho musical contempor¨¢neo, por eso creo que hay que contribuir a suplir esa carencia.
EN DOS TRAZOS
El curr¨ªculum de Jos¨¦ Luis Castillo (Valencia, 1967) est¨¢ plagado de premios y reconocimientos. El brillo de ese cartel lo llev¨® hasta M¨¦xico, donde reside. Es un transterr¨¢neo al que resulta m¨¢s facil estrenar sus composiciones en cualquier parte del mundo que en Valencia. Como director ha trabajado m¨¢s en Am¨¦rica (los Estados Unidos, Canad¨¢, M¨¦xico), donde dirige importantes orquestas, aunque como compositor lo ha hace m¨¢s en Europa. Lo considera una "esquizofrenia deliciosa". Ahora acaba de completar el ciclo de 'Los Estudios Geom¨¦tricos', una obra de cinco piezas, que lo afinza como creador.
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