El a?o que fue
En 2005, la Naturaleza domin¨® al Hombre. Del tsunami asi¨¢tico al hurac¨¢n Katrina, la Naturaleza dijo: Basta. Basta de degradarme, insultarme, despojarme, basta de divorciar la creaci¨®n de la conservaci¨®n. Basta de olvidar que al matar a la Naturaleza estamos matando a nuestra descendencia. Basta. El tsunami y el Katrina nos recordaron a todos las palabras del Para¨ªso perdido, de John Milton: "No acuses a la Naturaleza. Ella ha hecho su parte. Ahora, haz t¨² la tuya".
El Katrina puso al desnudo la incompetencia de la actual Administraci¨®n norteamericana. Sin respuesta coherente ante una cat¨¢strofe nacional, el Gobierno de Bush hizo ver a todo el mundo que igualmente incoherente era su pol¨ªtica en Irak, de principio a fin. Tard¨ªamente, Washington admiti¨® lo que todo el mundo sab¨ªa: Sadam Husein no pose¨ªa armas de destrucci¨®n masiva. Desplomada esta justificaci¨®n (para eterno bochorno de Colin Powell), se apel¨® a briznas de justificaci¨®n. Irak fue liberada de un tirano (Libia, no). Irak ha celebrado elecciones democr¨¢ticas (Birmania, no). Nos retiraremos el d¨ªa en que Irak se gobierne a s¨ª mismo. Un mexicano dice con escepticismo: la democracia iraqu¨ª s¨®lo llegar¨¢ una vez que las tropas extranjeras se retiren y el pa¨ªs dirima sus profundas diferencias entre chi¨ªes, kurdos y sun¨ªes, como sucedi¨® con las facciones mexicanas entre 1910 y 1940. Acaso ello signifique, como en M¨¦xico, una guerra civil previa. La "democracia jeffersoniana" no se impone desde arriba y desde afuera. Crece, con modalidades propias a la cultura local, desde adentro. Los EE UU convivieron siete d¨¦cadas con el sistema autoritario mexicano. La democracia que tenemos, buena y mala, fr¨¢gil y fuerte, nos la debemos a nosotros mismos, a nuestra sociedad, nuestra cultura, nuestra historia. La actual Administraci¨®n norteamericana podr¨ªa aprender la lecci¨®n mexicana.
No fueron el Katrina e Irak los ¨²nicos desastres que afectaron al Gobierno de Bush. Olvidando la vieja y sabia recomendaci¨®n de Lincoln ("no se puede enga?ar a todo el mundo todo el tiempo"), las mentiras de la Administraci¨®n actual comenzaron a deshilvanarse gracias a la investigaci¨®n iniciada por el fiscal Patrick Fitzgerald acerca del origen de la guerra de Irak y las complicidades urdidas al respecto. Las asombrosas justificaciones de la tortura por el vice Cheney y el procurador Gonzales (con ese), la implicaci¨®n de pa¨ªses europeos en vuelos secretos de la CIA con objetivos criminales, los horrores de Guant¨¢namo y Abu Ghraib, la pifia de la nominaci¨®n de la compinche de Bush, Harriet Myers, a la Suprema Corte y, por ¨²ltimo, las revelaciones de cohecho y favoritismo generalizados hechas por el Coyote Avramov: otras tantas bateadas erradas de Bush.
Los Estados Unidos de Am¨¦rica siguen siendo la primera potencia mundial, y no s¨®lo por su enorme aunque discutiblemente eficaz fuerza armada. Los EE UU ocupan el primer lugar en producci¨®n industrial, manufactura y servicios, producci¨®n y consumo de energ¨ªa, innovaci¨®n y creatividad. Suman la mayor econom¨ªa del mundo. Pero cargan con el m¨¢ximo d¨¦ficit mundial: 500.000 millones de d¨®lares, seguidos por Gran Breta?a con apenas 25.000 millones (Clinton dej¨® un super¨¢vit de 400.000 millones). Pero en volumen comercial, la Uni¨®n Europea da cuenta del 17% mundial, y los EE UU, del 15%, en tanto que los avances vertiginosos de China y la India anuncian el tan temido (por Washington) orden multipolar del futuro. ?Y Europa? El 2005 fue a?o de crisis y reafirmaci¨®n. El resonante no a la Constituci¨®n europea fue el momento de mayor inflexi¨®n comunitaria. Los motines de los guetos suburbanos de Francia, su explosi¨®n m¨¢s retardada. ?sta fue la rebeli¨®n de una tercera generaci¨®n de inmigrantes asimilados, pero expulsados de los barrios vivibles del centro a los desiertos urbanos de la periferia. La visi¨®n apocal¨ªptica de las pel¨ªculas de Goddard hecha realidad. Y un desaf¨ªo mayor no s¨®lo para Francia, sino para toda Europa: la inmigraci¨®n necesaria sin violencia innecesaria. La incorporaci¨®n de la "nueva Europa" (12 pa¨ªses del Este) plantea el problema que conocemos bien los mexicanos. ?C¨®mo exportar bienes sin exportar, al mismo tiempo, trabajo?
La respuesta constitucional se hizo ver en la cumbre de Bruselas el pasado diciembre. La presidencia brit¨¢nica de Tony Blair no logr¨® desplazar el centro europeo a una posici¨®n atlantista y neoliberal. Angela Merkel, la nueva estrella alemana de Europa, supo consolidar las pol¨ªticas sociales y europe¨ªstas como respuesta mejor a los nuevos desaf¨ªos. La hija de pastor criada en la Alemania del Este dio voz y posici¨®n a la m¨¢s profunda experiencia europea: el Continente no puede dejarse arrastrar a pol¨ªticas nugatorias de los avances sociales en naciones heridas profundamente por los totalitarismos fascistas y comunistas. La salud social es la principal vacuna contra la tentaci¨®n b¨¦lica y totalitaria. Merkel empieza su mandato. Los comentaristas hacen notar que en enero de 2007, cuando Alemania asuma la presidencia de la Uni¨®n Europea, Blair, Chirac y Berlusconi (probablemente) se habr¨¢n retirado. Merkel estar¨¢ en su segundo a?o de poder. ?Con qui¨¦n lo compartir¨¢ en Francia, Italia y Gran Breta?a?
Europa, los Estados Unidos, China y la India son hoy las locomotoras mundiales. La Am¨¦rica Latina, que se ve a s¨ª misma como la prolongaci¨®n de lo mejor de Europa en el Nuevo Mundo, pasa a ser furg¨®n de cola. Una riqu¨ªsima y constante tradici¨®n cultural se divorcia cada vez m¨¢s de un considerable retraso de civilizaci¨®n. Distingo entre cultura -alma de una comunidad- y civilizaci¨®n -el cuerpo de la misma-. M¨¢s que nunca es cierto el pesimista aserto de Alfonso Reyes: "Siempre llegamos tarde al banquete de la civilizaci¨®n". Retrasados en ciencia y tecnolog¨ªa, en educaci¨®n, comercio y capitalizaci¨®n (no aparecemos entre los 20 o 50 primeros lugares de estos rubros) s¨ª hemos logrado avances pol¨ªticos. Con la anomal¨ªa cubana, somos democracias pluralistas. S¨®lo que el desarrollo pol¨ªtico ha ido acompa?ado de cierto desarrollo econ¨®mico desde arriba y casi nulo desde abajo. Ello explica la aparici¨®n de reg¨ªmenes de izquierda democr¨¢ticamente electos pero de dis¨ªmil caracterizaci¨®n. Lula en Brasil, Tabar¨¦ en Uruguay, Kirchner en Argentina, se comportan, en t¨¦rminos amplios, como dem¨®cratas sociales. Ch¨¢vez, en Venezuela, representa el peligro del caudillo populista disfrazado por fraseolog¨ªa izquierdista y personalidad mussoliniana. Se opone a los EE UU en todo salvo en un punto: la fructuosa relaci¨®n petrolera, indispensable para Ch¨¢vez y para Bush. Lo dem¨¢s es demagogia.
El nuevo presidente de Bolivia, Evo Morales, viene a sumarse a la tendencia izquierdista latinoamericana. Les rinde pleites¨ªa a Ch¨¢vez y a Castro. Habr¨¢ que ver cu¨¢nto le dura esta devoci¨®n y cu¨¢nto durar¨¢ el presidente de un pa¨ªs que ha tenido m¨¢s jefes de Estado que a?os de independencia. Hay que desearle ¨¦xito al presidente Morales, cuya gran tarea ser¨¢ crear instituciones repre
sentativas de la mayor¨ªa desheredada. Instituciones estables es lo que falta en Bolivia, no desplantes carism¨¢ticos.
En cambio, el mayor ¨¦xito de la nueva democracia latinoamericana lo representa Chile, cuyo presidente saliente, Ricardo Lagos, ha sumado pol¨ªticas de mercado con pol¨ªticas sociales que han colocado a Chile en el camino de menos pobreza, m¨¢s prosperidad y m¨¢s justicia. La pesadilla del pinochetismo se revela, m¨¢s que como una anomal¨ªa, como el ¨²ltimo estertor militarista de un pa¨ªs que logr¨® los mayores avances sociales y pol¨ªticos, de Portales a Balmaceda a Alessandri y Aguirre Cerda, sin exorcizar del todo la amenaza de la dictadura castrense, de Ib¨¢?ez a Pinochet. Es de esperar que Michelle Bachelet contin¨²e y fortalezca las excelentes pol¨ªticas de Ricardo Lagos, que representan el triunfo p¨®stumo de Salvador Allende.
Mis amigos suramericanos, por ¨²ltimo, creen que Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador es una especie de Ch¨¢vez mexicano. Yo les aseguro que no es as¨ª. No s¨®lo porque conozco a L¨®pez Obrador, que es un socialdem¨®crata tradicional con vocabulario electoral melodram¨¢tico, sino porque, si es presidente, L¨®pez Obrador deber¨¢ vivir con el hecho fatal de la pol¨ªtica mexicana: la larga frontera con los Estados Unidos de Am¨¦rica y las contradicciones de la vecindad. Frontera porosa, territorios que fueron mexicanos, necesidad norteamericana de trabajadores mexicanos y necesidad mexicana de exportar el trabajo que en M¨¦xico no sabemos o no queremos generar. Intensa relaci¨®n comercial. Pero el Tratado de Libre Comercio se olvid¨® del trabajo. Interdependencia econ¨®mica. Pero disparidad monstruosa de niveles de vida.
Y un a?o electoral decisivo en M¨¦xico. La alternancia del a?o 2000 no signific¨® transici¨®n verdadera. Fox se va sin crisis econ¨®mica (dedos cruzados) y sin derramar sangre. Pero la corrupci¨®n ya no es monopolio de 70 a?os del mismo partido en el poder. Es un vicio compartido, en mayor o menor medida, por todos los colores pol¨ªticos. Es el "unto mexicano" de la era colonial, c¨¦lebre desde entonces. Y las reformas foxistas (energ¨ªa, tributaci¨®n) no pasaron porque el Congreso dividido quiso ser tercamente independiente y el presidente careci¨® de talento negociador. La opci¨®n en julio de 2006 ser¨¢ entre dos candidatos cre¨ªbles, Felipe Calder¨®n, del PAN centroderechista, y L¨®pez Obrador, del PRD centralizquierdista, y un candidato incre¨ªble (Roberto Madrazo, del multicolor PRI). Pero de ¨¦ste y otros asuntos hemos de ocuparnos largamente en el a?o que se inicia, 2006.
Carlos Fuentes es escritor mexicano.
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