Un a?o en la vida del mundo

Este extra?o libro, sin nombre de autor, firmado por nombre colectivo, cuyo t¨ªtulo en parte negativo ("tampoco") parece un chiste inspirado por el conocido eslogan ("todo a cien"), o para desembocar en los mitos budistas del "Zen" y tumbarse a la bartola a pesar de todo, no es verdaderamente una novela, a no ser que se acoja a la famosa definici¨®n de Cela de que "novela es todo libro que permite que figure esta palabra debajo de su t¨ªtulo", y as¨ª se hace aqu¨ª. Es un libro de intervenci¨®n, cuyo peritexto no tiene desperdicio, pues ataca toda autor¨ªa, hace bromas con su propio contenido y se presenta como tal, "una sucesi¨®n de acontecimientos de inter¨¦s humano ordenados para construir un sentido" -y vaya que s¨ª lo es- como una "novela econ¨®mica", una "novela de misterio o criminal" o una "novela de terror" (lo m¨¢s seguro) o un panfleto dirigido nada menos que al presidente del Gobierno en la contraportada, ya que el se?or Rodr¨ªguez Zapatero hab¨ªa regalado a sus ministros el a?o anterior el ensayo C¨®mo cambiar el mundo para que as¨ª sepan, leyendo esta "novela" cu¨¢l y c¨®mo es el mundo que hay que cambiar, la pregunta del mill¨®n: ?c¨®mo es posible que no haya una verdadera revoluci¨®n en un a?o en el que los beneficios empresariales crecieron un 25% y los salarios un 3%, en un panorama repleto de robos, corruptelas y manipulaciones de todo tipo? Aunque la respuesta quiz¨¢ se halle en el ep¨ªgrafe (otro peritexto) Las condiciones objetivas est¨¢n hasta las narices de nosotros, atribuido a un tal Mart¨ªn L¨®pez Navia.

En busca de precedentes, el

primero que me suena es la novela colectiva y parcialmente an¨®nima (se citan los nombres de 57 autores, todos ellos comunistas o en sus cercan¨ªas, pero sin atribuirles los textos correspondientes) publicada por Ram¨®n J. Sender en tres meses del oto?o de 1935, Tensor, en v¨ªsperas de la Guerra Civil, en otros tantos n¨²meros dobles, en el tercero exactamente -en agosto, septiembre y octubre- y titulada Un d¨ªa en la vida de Espa?a, que me ha inspirado el t¨ªtulo de este comentario, pues el mundo se ha globalizado de tal manera que ya es imposible hablar de un pa¨ªs aisladamente, y el periodo aqu¨ª comprendido es el de un a?o entero, por lo que tambi¨¦n hubiera podido llamarse El a?o de la princesa, como dicen sus autores que s¨®lo se identifican con sus iniciales, profesiones y ganancias y se reclaman de los precedentes de John Dos Passos (m¨¢s en la trilog¨ªa USA, que en Mannhatan Transfer) y Karl Krauss (Los ¨²ltimos d¨ªas de la humanidad) olvid¨¢ndose del Tensor senderiano, demasiado "nacional" en resumidas cuentas. En este mundo globalizado, tambi¨¦n el robo, la corrupci¨®n y las manipulaciones empresariales se han universalizado por doquier.

El libro recoge fragmentos de prensa sin m¨¢s, de 12 meses, de diversos or¨ªgenes -desde los m¨¢s importantes (EL PA?S, El Mundo, La Vanguardia) hasta los m¨¢s minoritarios, como Gara-, emisoras de radio y televisiones, de mayo de 2004 a abril de 2005, empalmados en un desorden aparente, pero cuyas pistas pueden seguirse f¨¢cilmente a trav¨¦s de los nombres propios, a las que sus "ladillos" (mal) intencionados permiten otorgar su debido sentido y recorrerlas en las sagas del ex juez Pascual Estevill y sus esc¨¢ndalos, los Bot¨ªn y sus negocios y aqu¨ª no se deja t¨ªtere con cabeza (incluso aparece Caballo de Troya a trav¨¦s de su grupo editorial, que no se diga). Los 12 meses est¨¢n intercalados por textos ajenos denominados "escolios", alguno de ellos hist¨®ricos, como uno de Rosa Luxemburgo o El¨ªas Canetti, y otros estremecedores, desde el testamento del suicida Lothar Baler o un poema de Bertolt Brecht que clausura el libro.

Libro sin autor, que esconde

y revela su autor¨ªa, que es de todos, pues las palabras lo son, no hay copyright posible, y su verdadero autor sea el cr¨ªtico clandestino Constantino B¨¦rtolo, director editorial, que sigue empe?ado en buscar "nuevos nombres, nuevas propuestas, nuevas voces, retornos imprescindibles, nuevas literaturas" para demostrar a pesar de todo que "otra novela es posible" y que as¨ª clandestinamente -el Caballo de Troya as¨ª lo dice "para entrar o salir de la ciudad sitiada"- perpet¨²a incansable su labor cr¨ªtica. Que as¨ª siga pues, le necesitamos.