Inicios circenses
?ngelo ya naci¨® con ansias de libertad. De ni?o, se enamor¨® del circo gracias a un t¨ªo suyo que trabajaba de m¨²sico en el Price, as¨ª que cuando acab¨® la mili se hizo equilibrista. A¨²n hoy seguir¨ªa viviendo bajo una carpa "de no ser porque en el circo pagaban muy mal y porque ya empiezan a fallar las fuerzas", explica.
A los 32 a?os se cans¨® de disfrutar tan s¨®lo de 10 minutos de gloria en sus actuaciones y construy¨® su propio teatrillo con el que ide¨® funciones de una hora. "Empec¨¦ con cuentos como el de Caperucita y otros inventados, hasta que me decid¨ª por Don Quijote porque es reivindicativo, solidario y fiel a la actualidad, como yo", sentencia.
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