"Hay que hacer concesiones: al final habr¨¢ dos Estados"
Tzipi Livni, elegida el mi¨¦rcoles ministra de Asuntos Exteriores de Israel, es un pilar del partido Kadima, reci¨¦n fundado por Ariel Sharon. En su opini¨®n, ser¨¢ dif¨ªcil avanzar hacia la soluci¨®n del conflicto de Oriente Pr¨®ximo, y mucho menos fijar un plazo para ello, "mientras los palestinos vean un enemigo en cada israel¨ª". Pero algo tiene claro: que habr¨¢ que hacer concesiones y que al final habr¨¢ dos Estados.
Pregunta. Su partido se llama Kadima, que significa Adelante. ?Por qu¨¦ lo han creado? ?Por qu¨¦ adelante?
Respuesta. La prioridad es el proceso pol¨ªtico. Kadima se sit¨²a en el centro del consenso israel¨ª. Para empezar, Israel es un hogar nacional para el pueblo jud¨ªo y debe ser democr¨¢tico. La uni¨®n de estos dos elementos nos lleva a tener que renunciar a una parte del Eretz Israel, que incluye Gaza y Cisjordania, y a aceptar la existencia de dos Estados nacionales. Hace mucho que la mayor¨ªa de los votantes del Likud, de sus militantes e incluso de sus dirigentes han comprendido que al final habr¨¢ dos Estados, que hay que hacer concesiones. Se hab¨ªa creado una divisi¨®n entre el discurso oficial ("?No habr¨¢ Estado palestino!") y la percepci¨®n de la realidad. El Likud era prisionero de los lemas hist¨®ricos. Pero igual que Israel ha solucionado la cuesti¨®n jud¨ªa moderna, un Estado palestino debe ser la soluci¨®n definitiva al problema palestino, tanto para la cuesti¨®n territorial como para la de los refugiados. Desgraciadamente, los palestinos hablan de dos Estados, pero siguen mencionando el retorno de los refugiados. Es inaceptable. Por otra parte, el proceso que lleve a un Estado palestino debe garantizar la seguridad de Israel.
"Europa intenta construir desde hace 50 a?os algo por encima del Estado nacional. Nosotros, por el contrario, queremos garantizar la especificidad jud¨ªa de nuestro Estado"
P. ?Qu¨¦ proceso prev¨¦?
R. Seamos francos. Dada su profundidad y complejidad, hoy d¨ªa es imposible fijar un plazo para la soluci¨®n del conflicto israelo-palestino. Hay que volver a la Hoja de Ruta
[documento adoptado en junio de 2003 por Estados Unidos, Rusia, la Uni¨®n Europea y Naciones Unidas que preve¨ªa la creaci¨®n de un Estado palestino a finales de 2005]. Es un plan por etapas hacia un Estado palestino, pero que previamente impone a los palestinos una serie de obligaciones, la primera de las cuales es luchar contra el terrorismo. Por ahora no veo que lo est¨¦n haciendo realmente. Este proceso depende tambi¨¦n del interlocutor. Veremos el resultado de las elecciones palestinas [del pr¨®ximo mi¨¦rcoles]. En lo que a esto se refiere, lamento la tolerancia que muestra la comunidad internacional con respecto a la participaci¨®n de organizaciones terroristas como Ham¨¢s [Movimiento de Resistencia Isl¨¢mica]. En t¨¦rminos generales, los resultados de Ham¨¢s y la actitud de Abu Mazen [Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina] influir¨¢n en nuestra pol¨ªtica.
P. ?Negociar¨¢n con la Autoridad Nacional Palestina si gana Al Fatah?
R. Es demasiado pronto para hablar de eso. En Oriente Pr¨®ximo, todo va tan r¨¢pido... A d¨ªa de hoy tenemos dudas sobre la capacidad de Abu Mazen para controlar la situaci¨®n, empezando por el terrorismo. Pero esto puede cambiar. Vivimos en un espacio en el que todo se ve trastornado continuamente, en un clima internacional de impaciencia, en el que se desea que el tema se resuelva de una vez por todas. Pero hace falta paciencia, avanzar mediante un proceso muy controlado.
P. Los problemas de fondo evolucionan muy lentamente...
R. Israel tiene menos de 60 a?os de vida. Hasta 1967, Gaza pertenec¨ªa a Egipto, y Cisjordania era territorio jordano. En la actualidad se habla de un Estado palestino. A escala hist¨®rica, 60 a?os es poco. Aunque puede dar la sensaci¨®n de que las cosas evolucionan lentamente en la relaci¨®n israelo-palestina, es porque se trata de temas de conciencia, de educaci¨®n. Su modo de vida es muy diferente al nuestro. Sus hijos se ven continuamente expuestos a la denigraci¨®n de Israel y a la glorificaci¨®n de las bandas armadas en televisi¨®n. Mientras sigan viendo en cada israel¨ª a un enemigo al cual es leg¨ªtimo matar, ser¨¢ dif¨ªcil avanzar. Pero har¨¢n falta generaciones para que cambie esta mentalidad.
P. Con lo cual, el "proceso controlado" ser¨¢ necesariamente muy largo...
R. Nos enfrentamos a una disonancia entre las conciencias y las necesidades pol¨ªticas. En este proceso influyen multitud de factores, como la globalizaci¨®n, por ejemplo. Plantea el problema del equilibrio entre los valores que genera y los valores nacionales. Aqu¨ª tenemos un problema ante la comunidad internacional. Asistimos a un proceso de deslegitimaci¨®n progresiva de Israel. ?A qu¨¦ se debe? Europa, por ejemplo, intenta construir desde hace 50 a?os algo por encima del Estado nacional. Nosotros, por el contrario, queremos garantizar la especificidad jud¨ªa de nuestro Estado. Y hay gente que dice: "Y en realidad ?por qu¨¦ no podr¨ªa haber un solo Estado aqu¨ª? En el fondo, el juda¨ªsmo no es m¨¢s que una religi¨®n...". La globalizaci¨®n genera fuertes presiones en contra de los Estados nacionales y de los movimientos de autopreservaci¨®n nacional. Bajo esta ¨®ptica, he llegado a la conclusi¨®n de que, en el plano internacional, cuanto m¨¢s dura el conflicto con los palestinos, m¨¢s le apremia el tiempo a Israel. Por un lado habr¨ªa que esperar a que los palestinos nos reconozcan realmente como Estado jud¨ªo, y por el otro estamos luchando contra el tiempo.
P. La retirada de Gaza ha sido unilateral. ?Piensan poner fin al unilateralismo en la relaci¨®n con los palestinos?
R. Es lo que nos interesa, pero hay que ser realistas. Por ahora, la divisi¨®n con ellos es tan grande que, si queremos avanzar, tenemos que hacerlo solos. Por ejemplo, nos exigen el retorno a las fronteras de 1967, como si todo el problema se debiese a la ocupaci¨®n. Por otra parte, ellos viven en 1947, puesto que exigen que se observe el derecho al retorno, con lo cual nosotros tenemos que avanzar solos hacia la separaci¨®n.
? Le Monde.
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