La muerte de Rugova retrasa la negociaci¨®n del futuro de Kosovo
El l¨ªder de la provincia serbia era respetado por todas las facciones
El presidente de Kosovo, Ibrahim Rugova, falleci¨® ayer a los 61 a?os, meses despu¨¦s de que le fuera diagnosticado c¨¢ncer de pulm¨®n. Rugova encabez¨® en la d¨¦cada de los noventa el movimiento pacifista contra la pol¨ªtica del ex presidente serbio Slobodan Milosevic. Su muerte retrasar¨¢ las negociaciones directas sobre el nuevo estatuto de la provincia balc¨¢nica, que reclama su independencia de Serbia y Montenegro.
Gan¨® la presidencia en 2002 y fue reelegido para un segundo mandato en diciembre de 2004
Rugova llevaba toda su vida luchando por la independencia de Kosovo y ha fallecido cuando estaba m¨¢s cerca que nunca de conseguir su objetivo. Rugova no era s¨®lo el presidente de esta provincia serbia administrada por Naciones Unidas y el dirigente hist¨®rico de la causa albanesa: era el ¨²nico l¨ªder respetado p¨²blicamente por casi todas las facciones y clanes de este complejo territorio. Su muerte puede desatar una lucha por el poder entre todos los "hombres fuertes" de Kosovo, en su mayor¨ªa antiguos guerrilleros, cuando las negociaciones para decidir el futuro estatuto de la provincia est¨¢n a punto de entrar en una fase crucial.
El presidente de Kosovo ha fallecido de un c¨¢ncer de pulm¨®n que le fue diagnosticado el pasado mes de septiembre. "Ha muerto en su residencia rodeado de su familia (estaba casado y ten¨ªa tres hijos), de sus m¨¦dicos personales y de doctores estadounidenses", asegura el comunicado difundido ayer por la Presidencia. "Es particularmente tr¨¢gico que el presidente Rugova nos haya dejado en este momento decisivo para el futuro de Kosovo", asegur¨® el administrador de Naciones Unidas, Soren Jessen-Petersen.
"Espero que la provincia se mantenga en calma", manifest¨® por su parte el mediador de la ONU, Martti Ahtisaari, unas palabras que reflejan el temor a que la muerte de Rugova, firme partidario de la independencia, pero siempre por medios pac¨ªficos, cause un vac¨ªo de poder que derive en una situaci¨®n ca¨®tica a pesar de la presencia de 17.000 soldados de Kfor.
Hijo de un comerciante, Rugova logr¨® estudiar en la Universidad parisiense de La Sorbona, donde se especializ¨® en historia de la literatura y est¨¦tica y se convirti¨® en profesor y escritor. Su gran afici¨®n era la mineralog¨ªa: aquellos que le visitaban recib¨ªan como regalo un mineral. En 1989, fund¨® la Liga Democr¨¢tica de Kosovo (LDK), un partido que encabez¨® la resistencia no violenta frente a Belgrado.
Muchos historiadores creen que la descomposici¨®n de Yugoslavia comenz¨® cuando el entonces presidente serbio Slobodan Milosevic suspendi¨® ese a?o la autonom¨ªa de Voivodina y Kosovo, una provincia que los serbios consideran la cuna de su cultura y de su historia pero que cuenta con un 90% de poblaci¨®n albanesa, que fue sometida a un r¨¦gimen de apartheid. El historiador y periodista brit¨¢nico Misha Glenny ha escrito que "la pol¨ªtica de Rugova de resistencia pac¨ªfica logr¨® que Kosovo permaneciese en paz durante las guerras de Croacia y Bosnia".
Poco despu¨¦s de la firma de los acuerdos de Dayton, en noviembre de 1995, se produjeron los primeros ataques de la guerrilla del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK) y, paulatinamente, la provincia se fue sumiendo en un estado de guerra mientras Rugova, y su resistencia pac¨ªfica, iban perdiendo terreno. Cuando la represi¨®n contra los albaneses estaba a punto de convertirse en un genocidio, la OTAN comenz¨® en la primavera de 1999 una campa?a de bombardeos contra Serbia, que acab¨® cediendo la soberan¨ªa a Naciones Unidas.
Durante aquellos meses, Rugova padeci¨® los peores momentos de su vida pol¨ªtica: apareci¨® en la televisi¨®n serbia junto a Milosevic (dice que fue secuestrado y amenazado) y se exili¨® en Italia.
Sin embargo, cuando regres¨® a Kosovo, donde se santifica a los antiguos guerrilleros que tienen monumentos hasta en los pueblos m¨¢s rec¨®nditos, consigui¨® abrirse camino y recobrar su popularidad frente al empuje de ex dirigentes del ELK, como Hashim Thaci o Ramush Haradina. Fue elegido en 2002 primer presidente de Kosovo -un cargo que ocup¨® por primera vez en 1992, en unas elecciones clandestinas organizadas por los albaneses como desaf¨ªo a Belgrado- y reelegido en 2004.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidir¨¢ el estatuto final, aunque la comunidad internacional desea que sea un acuerdo aceptable para serbios y albaneses que parten de posiciones en principio irreconciliables. Pero, como ha declarado un diplom¨¢tico esta semana a la revista The Economist, "las conversaciones no son sobre el estatuto de Kosovo, sino sobre el estatuto que los serbios tendr¨¢n en Kosovo".
Casi todos los observadores dan por descontado que la provincia lograr¨¢ la independencia y, aunque su salud le hubiese impedido participar directamente en las conversaciones, el papel de Rugova como elemento moderador y para ayudar a digerir que en los primeros a?os la independencia no sea completa, sino condicionada, era fundamental. Pero Rugova, el hombre del eterno fular, ha muerto, como un personaje de una tragedia cl¨¢sica, en el momento m¨¢s importante de su vida pol¨ªtica. Su legado es fundamental para que una historia balc¨¢nica termine, por una vez, en paz.
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