Temor y libertad en Internet
El autor sostiene que el cierre por parte de Microsoft del sitio 'web' de un ciudadano chino a petici¨®n de las autoridades de Pek¨ªn plantea el debate de hasta d¨®nde Internet puede ser un instrumento de libertad o Bill Gates hace el juego a la represi¨®n de la informaci¨®n.
A principios de este mes se inform¨® que, a petici¨®n de los gobernantes de China, Microsoft cerr¨® el sitio web de un blogger chino mantenido en un servicio del gigante inform¨¢tico llamado MSN Spaces. El creador del blog, Zhao Jing, hab¨ªa estado informando sobre una huelga de periodistas en el peri¨®dico The Beijing News tras el despido del editor, por su orientaci¨®n demasiado independiente.
El actuar de Microsoft plantea una pregunta clave: ?puede la Internet realmente ser una fuerza libertaria que los gobiernos represivos no pueden controlar tan f¨¢cilmente como a los peri¨®dicos, la radio y la televisi¨®n?
Ir¨®nicamente, el fundador y presidente de Microsoft, Bill Gates, ha sido un entusiasta partidario de este punto de vista. En octubre reci¨¦n pasado dijo: "En un sentido general, realmente no hay manera de reprimir la informaci¨®n hoy en d¨ªa, y pienso que ese es un avance estupendo del que todos nos podemos sentir satisfechos.... Este es un medio de total apertura y total libertad, y eso es lo que lo hace tan especial".
El argumento de Microsoft es que debe "obedecer las leyes locales y globales"
A pesar de estos sentimientos, Microsoft est¨¢ ayudando a las autoridades chinas a reprimir la informaci¨®n lo mejor que pueden. Se ha informado que una vocera de Microsoft ha dicho que la corporaci¨®n ha bloqueado "muchos sitios" en China, y se sabe que ya por varios meses la herramienta de blogs de Microsoft en China filtra palabras como democracia y derechos humanos de los t¨ªtulos de los blogs.
El argumento de Microsoft para defenderse es que debe "obedecer las leyes locales y globales". Sin embargo, los sitios de MSN Spaces se mantienen en servidores que est¨¢n ubicados en los Estados Unidos. En consecuencia, parecer¨ªa que las leyes locales correspondientes ser¨ªan las de EE.UU, y los textos de Zhao Jing sobre la huelga de periodistas de Beijing no violan ninguna de ellas.
Tampoco hay leyes globales que impidan que el pueblo chino trate temas que su gobierno preferir¨ªa no tocar. Por ejemplo, The New York Times es libre de publicar su reportaje sobre la huelga, a pesar de que tiene un sitio web que cualquiera con un acceso sin restricciones a la Internet puede leer. Si el gobierno chino no quiere que sus ciudadanos lean un peri¨®dico extranjero, entonces le corresponde a ¨¦l ver la manera de c¨®mo bloquear el acceso al mismo. El peri¨®dico no tiene obligaci¨®n alguna de hacerlo por ellos.
En consecuencia, la defensa de Microsoft yerra el tiro. S¨®lo podemos tratar de adivinar la verdadera raz¨®n para que la compa?¨ªa bajara el sitio web, pero es probable que el temor a las repercusiones contra sus intereses comerciales en China haya sido un factor importante.
No hay duda de que una corporaci¨®n puede y debe poner l¨ªmites al uso de sus servicios. La l¨ªnea absolutista (dejar que prevalezca una completa libertad de expresi¨®n) se desmorona ante algunos ejemplos inc¨®modos. Seg¨²n Gates, Microsoft podr¨ªa impedir el uso de sus servicios para divulgar instrucciones sobre c¨®mo fabricar bombas nucleares, enviar declaraciones pro-nazis a Alemania, donde ese material es ilegal, y propagar la pornograf¨ªa infantil.
Sin embargo, ?cu¨¢n pertinentes son esos ejemplos? En su cl¨¢sica defensa de la libertad de expresi¨®n, Sobre la libertad, John Stuart Mill argument¨® que la raz¨®n m¨¢s importante para la libertad de expresi¨®n es promover la competencia entre la mayor variedad posible de ideas, y que un debate sin restricciones es la mejor manera de probarlas. Si un gobierno protege las ideas de las cr¨ªticas, las convierte en un dogma r¨ªgido y sin vida, independientemente de si son o no verdaderas.
Si coincidimos con Mill, s¨®lo uno de los ejemplos de Gates cae en la categor¨ªa de expresi¨®n que debe ser protegida. Las recetas para fabricar bombas nucleares son t¨¦cnicas, no ideas. La pornograf¨ªa infantil tampoco es expresi¨®n de ideas. En consecuencia, podemos restringir ambas sin invalidar el argumento de Mill. (Por otra parte, un ensayo que argumentara que no hay nada malo en que los adultos vean a los ni?os como objeto de inter¨¦s sexual y que tal conducta deber¨ªa ser permitida estar¨ªa expresando ideas y por ende no deber¨ªa censurarse, sin importar cu¨¢n venenosas o inaceptables las podamos considerar.)
El m¨¢s dif¨ªcil de los tres ejemplos de Gates es el de las declaraciones pro-nazis en un sitio Web dirigido a Alemania. Es f¨¢cil de entender por qu¨¦ Alemania desear¨ªa prohibir esas declaraciones. Las leyes de varios pa¨ªses proscriben la incitaci¨®n al odio racial, lo que se puede justificar de manera coherente con la defensa de la libertad efectuada por Mill si esas leyes se centraran acotadamente en la incitaci¨®n al odio m¨¢s que en suprimir argumentos, con todo lo malos que puedan ser, que apelen a las capacidades intelectuales de las personas.
Un defensor de la supresi¨®n de las ideas del nazismo podr¨ªa argumentar que ya se han llevado a la pr¨¢ctica y han fracasado -de la manera m¨¢s horrenda que se pueda imaginar- en su af¨¢n de producir una sociedad mejor. Sin embargo, la mejor se?al posible de que Alemania ha superado su pasado nazi ser¨ªa que centrara sus leyes espec¨ªficamente en la incitaci¨®n al odio racial, en lugar de hacerlo sobre el nazismo como tal.
En cualquier caso, la represi¨®n por parte de China del informe y discusi¨®n directos de acontecimientos que ocurren en ese pa¨ªs no es la supresi¨®n de una ideolog¨ªa pol¨ªtica desacreditada, sino de un debate pol¨ªtico abierto e informado. Si Bill Gates de verdad cree que la Internet debe ser una fuerza liberadora, deber¨ªa asegurarse de que Microsoft no haga el trabajo sucio del gobierno chino.
Peter Singer es profesor de bio¨¦tica en la Universidad de Princeton. Sus libros m¨¢s recientes son Writings on an Ethical Life y One World, y actualmente est¨¢ terminando un libro sobre alimentos y ¨¦tica. Copyright: Project Syndicate, 2006. www.project-syndicate.org Traducido del ingl¨¦s por David Mel¨¦ndez Tormen
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