Temperaturas escolares
Recuerdo perfectamente que, durante los ¨²ltimos estertores del desp¨®tico r¨¦gimen de Ceaucescu en Rumania, los medios de comunicaci¨®n espa?oles comentaban, como muestra del absoluto desprecio de aquel sangriento tirano hacia los alumnos y profesores de su pa¨ªs, que hab¨ªa dado orden de mantener los termostatos de las calefacciones en escuelas e institutos a 16 grados, temperatura a todas luces insuficiente. Y uno no pod¨ªa menos que imaginarse a discentes y docentes realizando sus nobles actividades enfundados en gruesas ropas de abrigo, empu?ando bol¨ªgrafos y tizas con manos entorpecidas por mitones. ?Pobres alumnos y profesores rumanos!, sometidos a tales crueldades por el inicuo Ceaucescu.
Bastantes a?os m¨¢s tarde y en un clima bastante m¨¢s benigno que el de Rumania, en invierno, la temperatura de las aulas del instituto de secundaria en que trabajo -el IES Cerro del Viento de Arroyo de la Miel, M¨¢laga- no suele exceder de los 14 grados hasta bien entrada la ma?ana, y esto gracias tan s¨®lo al calor humano que se va acumulando con el transcurso de las horas, porque la calefacci¨®n por hilo radiante de que est¨¢ dotado el edificio no funciona en absoluto. No funciona, ni ha funcionado desde que se construy¨® el centro, porque, al parecer, resulta demasiado cara. Y alumnos y profesores damos clase enfundados en gruesas ropas de abrigo y empu?amos bol¨ªgrafos y tizas con manos entorpecidas por mitones. ?Qu¨¦ suerte tenemos los profesores y alumnos andaluces!, que en lugar de padecer fr¨ªo bajo el espantoso r¨¦gimen de Ceaucescu, gozamos de democr¨¢ticas temperaturas escolares garantizadas por do?a C¨¢ndida Mart¨ªnez..
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.