El reposo del Estatut

En la tumultuosa feria internacional del turismo, los pol¨ªticos del t¨ªtere se dejan en el vest¨ªbulo, como los pistoleros del Oeste, las cachiporras de zumbarle al Estatut valenciano, que lleg¨® hecho un pincel, al Congreso de los Diputados, y ya va sorbiendo aires de chupa de d¨®mine. Los pol¨ªticos del PP bien es verdad que se dejan las cachiporras, pero ocultan en la manga el cuchillo de trinchar, la lista de favoritos y el fascinante men¨². Fitur es el reposo del Estatut, pero tambi¨¦n el decorado gastron¨®mico donde se libran, entre plato y plato, las escaramuzas de muy delicada restauraci¨®n, entre las facciones populares enfrentadas. Sin ir m¨¢s lejos y apenas cuatro d¨ªas atr¨¢s, la consellera de Turismo, Milagrosa Mart¨ªnez, tuvo que hacer mutis por una comida de segunda, porque en la mesa del Patronato Provincial de Turismo de Alicante no ten¨ªa reserva: Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll, que comanda el invento, hab¨ªa sentado en la presidencia a su ayo Eduardo Zaplana, y ambos compartieron mantel, paladar y dineros del vecindario, con amigos y periodistas de muchos tenedores y m¨¢s le?a medi¨¢tica al adversario, que de agradecidos es no deglutir la mano que los acaricia ni sacarle al anfitri¨®n m¨¢s colores que los de un buen vino. Qu¨¦ ma?as se gastan. Seg¨²n conoce el cronista por los pliegos diarios de fiar, Francisco Camps no se amilan¨® ante el p¨²blico desaire, sino que muy por el contrario tom¨® la iniciativa, asumi¨® todo el protagonismo, disciplin¨® debidamente a Ripoll y pas¨® revista a los stands de la Costa Blanca, como un mariscal de campo. Luego, sent¨® en su mesa a la consellera repudiada Milagrosa Mart¨ªnez y al propio Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll, por ver si hac¨ªan las paces y adornaban con buenos, aunque fingidos, modales la representaci¨®n de la Comunidad. Pero c¨®mo se les estar¨¢n poniendo las cosas, en sus cuarteles, que si hasta un men¨² pasa por declaraci¨®n de hostilidades, el siguiente se traga con las salsas ¨¢cidas de una capitulaci¨®n. Paisaje perturbador el de una feria donde se exhiben tambi¨¦n ordinarieces, desplantes y coladuras. Y con todo Fitur es el reposo del Estatut. Un reposo de paso y un Estatut que ahora, en tanto los feriantes valencianos se l¨ªan, en definitiva, por un asiento a la lumbre y un plato de lentejas, Cipri¨¤ Ciscar y Federico Trillo, en su condici¨®n de ponentes en la Comisi¨®n Constitucional del Congreso, tratan de preservar de cualquier mudanza. Cierto que hubo un consenso y que la Carta Magna valenciana lleg¨® la primera y bien almidonada, y que Camps -aparte de su cl¨¢usula volandera- la alab¨® como una madraza: pero qu¨¦ figura y qu¨¦ andares los suyos. Ser¨¢ modelo para las dem¨¢s autonom¨ªas, vaticin¨® en un exceso de celo. Pero ni para vestir santos. Es algo chata, y se ha quedado ya muy cortita. Adem¨¢s, est¨¢ obsoleta, despu¨¦s de los acuerdos del Estatut catal¨¢n. El PP la ha incumplido, y el secretario general del PSPV ha puesto en pie su apoyo a las enmiendas de otros grupos parlamentarios respecto a la unidad de la lengua y al list¨®n electoral. Lo que satisface a EU que cuenta con IU, y al Bloc, que ha recibido la adhesi¨®n de CiU, PNV y BNG. Y el PP, como si tal, de can¨ªbal, por la feria. Que remedio.