El desplome del portal Livedoor revive en Jap¨®n el fantasma de la 'burbuja' de Internet
Takafumi Horie desafi¨® a la clase empresarial con un capitalismo agresivo al l¨ªmite de la ley
Takafumi Horie aspiraba a convertir el portal japon¨¦s de Internet fundado por ¨¦l en 1996, Livedoor, en el primer grupo del mundo por valor de mercado. Un registro judicial en la sede de la compa?¨ªa el pasado 16 de enero dio al traste con su ambici¨®n. La posterior detenci¨®n de Horie, acusado de difundir informaci¨®n falsa sobre la empresa y de manipular sus cuentas, hizo caer las principales bolsas mundiales y reaviv¨® en Jap¨®n el fantasma de la burbuja de Internet de la pasada d¨¦cada. Horie encarn¨® un estilo que desafi¨® a la conservadora clase empresarial nipona.
Las agresivas y "no japonesas" maniobras mercantiles que despleg¨® Horie son casi tab¨² en el empresariado nip¨®n. Por ejemplo, los fraccionamientos de acciones para multiplicar el n¨²mero de t¨ªtulos en circulaci¨®n o su af¨¢n por aumentar los ingresos, no a trav¨¦s del crecimiento de las ventas, mentalidad habitual en Jap¨®n, sino mediante la adquisici¨®n de firmas mediante OPA hostiles. La m¨¢s sonada, en febrero de 2005, cuando trat¨® de hacerse con la emisora de radio Nip¨®n Broadcasting System. Horie gustaba de resumir sus artes siempre al filo de lo ilegal, con un "puedo comprar cualquier empresa con dinero prestado".
Esas formas, t¨ªpicas de un capitalismo agresivo que da primac¨ªa a los intereses de los accionistas, chocaban frontalmente con la tradicional forma de hacer negocios en Jap¨®n, conocida como "capitalismo comunitario" o "Japan incorporated" por la estrecha connivencia entre el Estado y las empresas, inusual en otros pa¨ªses industrializados. La megaloman¨ªa de Horie le llev¨® a presentarse -sin ¨¦xito- como independiente a las elecciones para el Parlamento en 2005. "Tengo posibilidades de convertirme en primer ministro", dec¨ªa.
Su popularidad creci¨® vertiginosamente entre los m¨¢s j¨®venes, que ve¨ªan en ¨¦l a un joven valiente, s¨ªmbolo del Nuevo Jap¨®n, decidido a desafiar el statu quo defendido por el Viejo Jap¨®n. Horie dec¨ªa orgulloso que su meta para Livedoor, con 150 empleados y un volumen de negocio en 2005 de m¨¢s de 80 millones de euros, era multiplicar por dos su plantilla y por tres sus ingresos anuales para "satisfacer" su "curiosidad intelectual". Incluso lleg¨® a pensar en crear una firma que ofreciera vuelos tripulados al espacio.
El esc¨¢ndalo ha afectado negativamente a la credibilidad de la Bolsa de Tokio, la segunda mayor del mundo tras Wall Street y la primera de Asia, que ha protagonizado en las ¨²ltimas semanas situaciones ¨²nicas en su historia al haber tenido que adelantar varios d¨ªas su cierre con el fin de que las numerosas ¨®rdenes de venta, principalmente de t¨ªtulos de Livedoor, no colapsaran su desfasado sistema inform¨¢tico.
El exc¨¦ntrico y ostentoso Horie cre¨® con 41.000 euros en 1996 la compa?¨ªa Livin'on the Edge (vivir al l¨ªmite, en ingl¨¦s), nombre que reflejaba el car¨¢cter transgresor de la que iba a ser su actuaci¨®n empresarial.
El portal www.livedoor.co.jp es el mayor en Jap¨®n de servicios en Internet, pero el grupo tiene una cartera de m¨¢s de 40 firmas. Es un coloso de 4.950 millones de euros que engloba desde compa?¨ªas para la compraventa de acciones online hasta otras de venta de entradas de conciertos, agencias de viajes o venta de veh¨ªculos usados.
Conocido como el "Bill Gates japon¨¦s", Horie se vanagloriaba de haber abandonado, como hizo el multimillonario estadounidense en Harvard, sus estudios en la Universidad de Tokio, la de mayor prestigio de Jap¨®n, y de haber situado sus oficinas en el barrio de la nueva jet-set de la capital nipona, en un rascacielos que le permit¨ªa "disponer de esta vista gloriosa todos los d¨ªas. Es una sensaci¨®n embriagadora que te lleva a gritar: S¨ª, yo ser¨¦ el due?o del mundo alg¨²n d¨ªa".
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