Jorge pesaba 213 kilos

A las seis de la ma?ana del pasado 21 de enero, Jorge Merinero, de 43 a?os, ve¨ªa la televisi¨®n sentado en una silla que soportaba los 213 kilos de peso a los que este madrile?o hab¨ªa llegado en los ¨²ltimos a?os. Un mareo, producido probablemente por un problema respiratorio, le hizo caer y Jorge se fractur¨® la cadera. Hicieron falta cuatro horas para rescatarlo con un brazo articulado de 52 metros y llevarlo al hospital. All¨ª muri¨® de una parada cardiorrespiratoria.

La muerte de Jorge Merinero, que llevaba dos a?os esperando para una operaci¨®n de reducci¨®n de est¨®mago, seg¨²n su hermano Daniel, ha hecho que los enfermos de obesidad m¨®rbida hayan insistido en sus demandas durante toda la semana. La mayor¨ªa se quejan de un sistema que les condena a largas listas de espera para poder operarse y reducir parte del sobrepeso y denuncian que la sociedad a¨²n no los ve como enfermos.

Basilio Moreno, presidente de la Sociedad Espa?ola de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n, asegura que comprende las exigencias de los enfermos, pero matiza que son un tipo de pacientes complicados de tratar y que pasar por el quir¨®fano no es siempre la soluci¨®n. "El obeso m¨®rbido es un paciente muy complejo. Es necesario seguir un protocolo en el que se hacen varios an¨¢lisis y estudios antes de decidir si se puede operar a alguien. La operaci¨®n tiene un 2% de mortalidad, 10 veces m¨¢s que una por enfermedad cardiaca", explica Moreno.

La obesidad m¨®rbida se define en funci¨®n de una simple ecuaci¨®n resultante de dividir el peso en kilogramos y la talla en metros cuadrados. Es lo que se conoce como ¨ªndice de masa corporal (IMC). Si los valores son superiores a los 40 kilos por metro cuadrado estamos ante un paciente con obesidad m¨®rbida. Esta enfermedad afecta en Espa?a al 0,5% de la poblaci¨®n (en Estados Unidos afecta al 5%), seg¨²n los datos estimativos que proporciona el libro de reciente publicaci¨®n Manual sobre la obesidad m¨®rbida en Espa?a (Panamericana, 2006).

Sin embargo, el coordinador del estudio y jefe de la Unidad de Obesidad del Hospital Cl¨ªnica San Carlos, Miguel ?ngel Rubio, se?ala que el riesgo est¨¢ en aquellos enfermos con un IMC de entre 35 y 40. "El comportamiento es muy parecido al de los enfermos m¨®rbidos y realmente ah¨ª el porcentaje de la poblaci¨®n es mucho mayor (2%)", se?ala Rubio.

Todos los expertos est¨¢n de acuerdo en que la enfermedad es una de las epidemias m¨¢s graves del siglo XXI, que afecta a la calidad de vida y que puede suponer una reducci¨®n de entre 10 y 15 a?os en la vida de los enfermos. "El principal problema son las enfermedades asociadas, entre las que figuran la hipertensi¨®n arterial, el s¨ªndrome de apnea del sue?o, las depresiones, los problemas cardiol¨®gicos y respiratorios y la artrosis", explica Rubio.

La soluci¨®n a todos ellos no es siempre la cirug¨ªa, aunque los especialistas aseguran que los tratamientos con f¨¢rmacos, las dietas y el ejercicio f¨ªsico suelen fracasar en el 95% de los casos. Pese a que Rubio asegura que el sistema sanitario espa?ol "atiende perfectamente a los enfermos de obesidad m¨®rbida", al mismo tiempo reconoce que en ocasiones parece que la obesidad m¨®rbida se banalizara y recayese sobre el paciente la responsabilidad de su situaci¨®n. "El sistema p¨²blico no financia los f¨¢rmacos para el tratamiento de la obesidad, ni siquiera en los casos de obesos m¨®rbidos, pese a las evidencias cient¨ªficas que avalan su empleo", comenta.

Pese a que cada vez hay m¨¢s consultas espec¨ªficas por esta enfermedad en los hospitales p¨²blicos, las demoras para ser operado se prolongan a veces hasta tres a?os. Daniel, el hermano del hombre fallecido hace ocho d¨ªas, resume as¨ª la situaci¨®n de los enfermos: "Est¨¢n dejados de la mano de Dios".

Horas antes de finalizar este art¨ªculo, a las 21.00 del pasado viernes, los Servicios de Emergencia 112 de Sig¨¹enza confirmaban el fallecimiento de otra persona con obesidad m¨®rbida en su domicilio. La fallecida, una mujer de 51 a?os, muri¨® por parada cardiorrespiratoria. Pesaba 200 kilos.