El negocio del amor arrasa en Internet
Las 'web' para buscar pareja facturan 15 millones de euros al a?o, tienen 5 millones de usuarios y empiezan a anunciarse por televisi¨®n
?Eres? Hombre. ?Buscas? Una mujer. ?Lugar de residencia? Madrid. ?Edad? Entre 30 y 35. El hombre aprieta el rat¨®n de su ordenador y aparecen en la pantalla los perfiles de varias mujeres, la mayor¨ªa junto a su fotograf¨ªa. Aparece, por ejemplo, una chica de 32 a?os, morena, rom¨¢ntica y con sentido del humor. Si ¨¦l quiere mandarle un correo, tiene que pagar una cuota mensual de 30 euros. Si hay suerte y el contacto sale bien, la cosa puede acabar en una relaci¨®n de pareja. Si no, pueden volver a intentarlo.
Alrededor de cinco millones de espa?oles se han registrado en p¨¢ginas de contactos por Internet para buscar pareja (o, en menor medida, amigos, amantes...), pero no todos pagan. Sin embargo, lo hacen los suficientes para que algunas de las empresas que se dedican a estos menesteres hayan podido hacer, por primera vez, campa?as publicitarias en televisi¨®n, y en horarios que incluyen los de m¨¢xima audiencia. Son dos, las filiales de la estadounidense Match.com y de la francesa Meetic.
En Espa?a hay 4,8 millones de usuarios registrados, la mayor¨ªa de pago
El 80% de los usuarios de una de las compa?¨ªas tiene estudios universitarios
Entre ambas webs suman unos 4,8 millones de usuarios registrados en Espa?a -un mismo usuario puede estar dado de alta en m¨¢s una web-. En cuanto a los de pago, la estadounidense explica que de cada 100 usuarios registrados, 6 pagan. En la francesa aseguran que son 10 de cada 100. Los datos avalan la buena salud del negocio: Meetic sali¨® a Bolsa en Par¨ªs el a?o pasado y Match.com tiene en todo el mundo un mill¨®n de usuarios de pago. Los contactos en Internet generaron el a?o pasado en Espa?a 15 millones de euros de facturaci¨®n. Y las previsiones son de crecimiento en Europa.
"El auge de estas p¨¢ginas responde, simplemente, a una demanda creciente del mercado", explica la profesora de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid Cecilia Casta?o. El ritmo de vida, con horarios de trabajo cada vez m¨¢s saturados y tiempos de desplazamiento mayores, no deja en muchas ocasiones tiempo para un proceso de cortejo a la cl¨¢sica, asegura Casta?o.
"Te quita mucho tiempo, tienes que salir de copas, te tienes que arreglar... Yo no tengo ese tiempo, trabajo de arquitecto en un estudio y luego hago trabajos por mi cuenta: pinto, hago dise?o gr¨¢fico", explica Juan Carlos Vargas, de 34 a?os. ?l conoci¨® a su actual novia hace un a?o y medio. Entr¨® en uno de estos servicios porque un amigo le hab¨ªa hablado de ¨¦l y se puso a "jugar". Luego encontr¨® a la chica que le gustaba. El contacto fue por una videoconferencia.
Tambi¨¦n explica Vargas por qu¨¦ estaba dispuesto a pagar por un servicio que puede encontrar gratis, en foros o chats. "Ya hab¨ªa contactado antes con chicas en otras p¨¢ginas, pero esas webs eran muy cutres, menos serias". Los usuarios est¨¢n cada vez m¨¢s dispuestos a gastarse dinero con tal de evitar sustos, ya que la empresa filtra la informaci¨®n que recibe, con lo que desaparecen descripciones desagradables y groseras y aumenta la seguridad de que los datos de los candidatos sean verdaderos, asegura la profesora de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid Cecilia Casta?o. Tambi¨¦n hay una cuesti¨®n de "percepci¨®n", a?ade: "El simple hecho del pago supone una marca econ¨®mica, de calidad".
Lo que se paga es la posibilidad de contactar, v¨ªa e-mail, con la persona elegida y con la empresa como nexo de contacto, con lo que si la cosa no va para adelante nadie tiene ninguna direcci¨®n donde seguir insistiendo. El precio es de unos 30 euros al mes, aunque hay ofertas si el usuario se suscribe por tres o seis meses, o si es mujer (suele ser superior el n¨²mero de hombres).
El proceso se inicia de forma gratuita. Por un lado, se puede buscar a un hombre o una mujer de la edad y lugar de residencia que se prefiera. Se encontrar¨¢n nombres de personas con foto o no -por supuesto, tienen m¨¢s ¨¦xito los ilustrados-. Si se quiere acceder a alg¨²n perfil, es necesario registrarse, lo cual es tambi¨¦n gratuito. El internauta en busca de amor tendr¨¢ que darse a s¨ª mismo un apodo, ofrecer una direcci¨®n de correo electr¨®nico e introducir datos sobre la apariencia, gustos, intereses y personalidad. Por ejemplo: mujer, de 30 a?os, pelo casta?o, delgada, de ojos azules y estilo despreocupado, licenciada, bastante rom¨¢ntica, no fuma, le gustan las pel¨ªculas de autor, salir a cenar (a restaurantes chinos o italianos), viajar y la fotograf¨ªa. Tambi¨¦n se pueden rellenar los requisitos que se quiere que cumpla la persona buscada, con lo que se recibir¨¢n correos con los candidatos que responden a esos criterios.
Esto supone una labor de criba que ahorra gran cantidad de tiempo a los usuarios. "Vas sobre seguro", se?ala Juan Carlos. Este tipo de reflexiones, cerebrales, pragm¨¢ticas, racionales, se alejan del prototipo cl¨¢sico del amor arrebatado, del flechazo, "del amor juvenil", se?ala la profesora Casta?o. De hecho, el perfil del usuario es el de una persona de entre 25 y 45 a?os (el 55% tiene m¨¢s de 30), con estudios universitarios (80%), poder adquisitivo medio-alto y que busca una relaci¨®n seria a largo plazo (el 80%), seg¨²n Match.com.
Internet ha supuesto una segunda oportunidad para muchas personas de m¨¢s de 35 o 40 a?os, separadas, divorciadas o viudas, asegura la profesora Casta?o. Lina Infantes, de 42 a?os, enviud¨® hace 16 y se traslad¨® a Asturias para cuidar a su suegra discapacitada. Su trabajo (de 18.00 a 2.00) y el cuidado de su familia no le permit¨ªa conocer a nadie. Se inscribi¨® el a?o pasado en una de estas p¨¢ginas "por aburrimiento" y conoci¨® a Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez (47 a?os), separado. Ahora viven juntos, con el hijo y la suegra de Lina. "Ya no es cierto eso que se dec¨ªa antes de que, despu¨¦s de los 35 a?os, el 90% de los hombres solteros se emparejaba pero s¨®lo el 40% de las mujeres", dice Cecilia Casta?o.
El pragmatismo y la falta de apasionamiento envuelven las explicaciones de expertos y usuarios, pero, a la vez, Casta?o cree que se trata de relaciones "m¨¢s sinceras". Es tambi¨¦n la opini¨®n del soci¨®logo de la Universidad de Extremadura Artemio Baigorri. "Este sistema permite relacionarse a la gente por lo que es, no por lo que parece ser, como ha sido tradicionalmente", explica. Por su parte, el profesor de Sociolog¨ªa de la UNED Antonio L¨®pez no cree que tengan por qu¨¦ ser m¨¢s sinceras -"Se puede mentir igual que frente a frente", dice-, pero s¨ª est¨¢ convencido de que el hecho de que la relaci¨®n se establezca a trav¨¦s de la escritura las hace m¨¢s "atractivas". "El hecho de escribir produce algo m¨¢s inteligente. Escribes, lees, relees...".
Pero lo que no se pierde en este proceso de b¨²squeda tecnificada de amor es el sentido del juego. Muchas de las personas que han utilizado estas webs usan esta palabra para describir sus primeros contactos por la Red. Sandra Andaluz, sevillana de 28 a?os, ten¨ªa pareja cuando empez¨® a "jugar" en una de estas p¨¢ginas, que le hab¨ªa ense?ado su hermana, porque viv¨ªa lejos de su c¨ªrculo de amigos. De esta manera conoci¨® a Javier, que result¨® ser su futuro marido despu¨¦s de que rompiera con su primera pareja. Ahora, est¨¢n casados y esperan un hijo.
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