Propaganda tripartita
En septiembre de 1995, la Generalitat organiz¨® una exposici¨®n en el Moll de la Fusta titulada Catalunya, un pa¨ªs amb futur. El invento celebraba los primeros 15 a?os de autonomismo activo y reun¨ªa, en una carpa gigante, pruebas irrefutables del autobombo y la propaganda. Como es l¨®gico, fue duramente criticada por los mismos que ahora han organizado la exposici¨®n Catalunya, projecte compartit (en el Palau Robert, hasta el 26 de marzo, entrada libre, si es que pueden considerarse libres este tipo de entradas). Si Converg¨¨ncia i Uni¨® tard¨® 15 a?os en cometer este pecado de vanidad despilfarradora, el tripartit ni siquiera ha esperado a agotar su primer mandato para certificar sus logros. Tambi¨¦n es cierto que se observan ciertas diferencias de concepto: esta exposici¨®n es menos grandilocuente y m¨¢s austera que la de entonces y aqu¨ª hay m¨¢s referencias al presente que al futuro. En la pr¨¢ctica, sin embargo, ambas son parecidas: un despliegue de cifras que intentan demostrar que el Gobierno se dedica a algo m¨¢s que a discutir y meterse en berengenales estatutarios.
CiU tard¨® 15 a?os, pero el tripartito ni siquiera ha esperado a agotar su primer mandato para certificar sus logros
Si sienten curiosidad por averiguar qu¨¦ niveles de verg¨¹enza ajena pueden soportar, no dejen de visitarla. La encontrar¨¢n f¨¢cilmente: hay una lona que cubre todo el Palau Robert con una C gigante, s¨ªmbolo de esa campa?a del Com tu, que tanto nos recuerda al poema que cantaba Paco Ib¨¢?ez (Como tu, piedra peque?a...). No se preocupen: no hay colas multitudinarias como las que colapsaban la exposici¨®n de Caravaggio, s¨®lo unos pocos contribuyentes que se acercan a comprobar a qu¨¦ clase de ejercicios puede dedicarse los impuestos. El recorrido propone informaciones sobre los avances sociales, la nueva pol¨ªtica territorial, el dichoso portal gencat.net, el nuevo impulso econ¨®mico, los ejes prioritarios de la acci¨®n de gobierno y los presupuestos.
Con los a?os, el autobombo ha mejorado su tecnolog¨ªa y ahora abundan las pantallas planas (Sony y Philips), las im¨¢genes a¨¦reas de comarcas y una acumulaci¨®n de cifras que se te amontonan en el cerebro para convercerte de que la inversi¨®n p¨²blica del Gobierno actual se ha multiplicado. La prosa para ali?ar todo esto no ha mejorado y sigue teniendo ciertas resonancias maoistas. Ejemplo: "La creaci¨® de nous centres tecnol¨°gics permetr¨¤ la consolidaci¨® del sistema de recerca tecnol¨°gica del nostre pa¨ªs". Pues vale. Los Gobiernos tienen la autoestima muy inestable y, de vez en cuando, consideran necesarios estos ejercicios de catarsis positivista. La est¨¦tica de este g¨¦nero propagand¨ªstico de autoayuda no ha variado entre aquel 1995 y el actual 2006. En la parte fotogr¨¢fica, se sigue abusando de ancianos sonrientes y saludables, ni?os felices y adultos est¨¦ticamente homologables que tanto podr¨ªan servir para una campa?a electoral de partido socialdem¨®crata o para la pr¨®xima campa?a publicitaria de Prenatal.
Si consigue superar la primera reacci¨®n de indignaci¨®n, el visitante puede consultar un atlas virtual y, de manera m¨¢s metaf¨®rica, recorrer la topograf¨ªa presupuestaria y comparar inversiones y millones de euros. El espacio es bastante reducido, repito, y est¨¢ en consonancia con aquello que cantaba Llach: "El meu pa¨ªs ¨¦s tan petit...". Resulta sorprendente que la exposici¨®n no haya cuidado el aspecto del audio. No hay altavoces emitiendo melanc¨®licas composiciones de Mompou, ni siquiera versiones a capella de los cupl¨¦s populares de la d¨¦cada de 1920. ?Con lo bonito que ser¨ªa enterarse de cu¨¢ntas guarder¨ªas se est¨¢n construyendo escuchando aquella copla: "Al pa¨ªs de les mongetes / no ha nascut una fulana / que valgu¨¦s tantes pessetes / ni que fos tan catalana" (podr¨¢n encontrar muchas m¨¢s letras como ¨¦sta en el libro C & C, Coblets i can?ons, que acaba de publicar Llibres de l'?ndex).
De pantalla en pantalla, pues, el visitante accede a un balance-espect¨¢culo con un mensaje que podr¨ªamos resumir as¨ª: no pens¨¦is que nos estamos tocando la pera, sino que hemos hecho muchas cosas, lo que pasa es que con todo esto del Estatuto no lo parece. Una vez captado el mensaje, una de las posibles preguntas que tiene derecho a hacerse el visitante es: ?y qu¨¦?
Las nuevas tendencias muse¨ªsticas son partidarias de que las exposiciones y los museos incluyan una aproximaci¨®n sensitiva a los contenidos. Las emociones y el uso de los sentidos se convierten en veh¨ªculos de interpretaci¨®n muy eficaces. Aqu¨ª, en cambio, la ¨²nica emoci¨®n que sientes es cuando te detienes ante una pantalla muerta coronada por un cartel en el que puede leerse: "Fora de servei". Es una sensaci¨®n que el visitante reconoce, ya que, durante todos estos a?os de autonomismo, se habr¨¢ encontrado en multitud de ocasiones ante situaciones que le habr¨¢n hecho temer que Catalu?a es un pa¨ªs fuera de servicio, desactivado por causas oscuras. Emocionado, el visitante bajar¨¢ la mirada y se dar¨¢ cuenta de que est¨¢ caminando sobre una moqueta impresa con distintos mensajes. Elijo uno al azar, procurando no pisarlo: "M¨¦s qualitat democr¨¤tica, m¨¦s i millor autogovern". "Dime de lo que presumes y te dir¨¦ de lo que careces" quiz¨¢ ser¨ªa un mensaje m¨¢s adecuado.
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