La Comunidad da v¨ªa libre al soterramiento de la M-30 bajo el puente de Toledo

La M-30 discurrir¨¢ finalmente soterrada bajo el puente de Toledo. La Direcci¨®n General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid ha dado su visto bueno a la obra de enterramiento de esta v¨ªa bajo el hist¨®rico monumento, trabajos que manten¨ªa paralizados desde el pasado noviembre. En esa fecha, la Comunidad descubri¨® que el Ayuntamiento de Madrid, sin consult¨¢rselo, hab¨ªa modificado un primer proyecto de soterramiento (aprobado en 2004 y que s¨ª ten¨ªa el benepl¨¢cito de Patrimonio). El Consistorio quer¨ªa que bajo cada ojo del puente discurrieran tres carriles, en lugar de los dos carriles previstos inicialmente.

?La raz¨®n? La inminente puesta en marcha de la Operaci¨®n Campamento (la construcci¨®n de 10.700 viviendas al sur de la capital) provocar¨¢ un aumento del n¨²mero de veh¨ªculos en la M-30. Por eso, dos carriles bajo cada ojo resultaban insuficientes. La Operaci¨®n Campamento incluye la construcci¨®n de un t¨²nel que conectar¨¢ este nuevo barrio con la M-30.

Pero este cambio de proyecto por parte del Ayuntamiento obligaba a cortar los pilares de piedra del monumento y a suprimir parcialmente su cimentaci¨®n. Como el puente est¨¢ declarado bien de inter¨¦s cultural desde 1956 (la m¨¢xima protecci¨®n legal), la Comunidad paraliz¨® las obras.

Tras m¨¢s de un mes y medio de reuniones entre t¨¦cnicos y pol¨ªticos de la Comunidad y el Ayuntamiento, Patrimonio ha firmado ahora el permiso. Pero ha puesto nuevas condiciones. El Ayuntamiento podr¨¢ construir tres carriles por sentido bajo cada ojo, tal y como quer¨ªa, pero deber¨¢ hacerlo a m¨¢s profundidad para salvar la integridad del monumento. En concreto, deber¨¢ enterrar los cajones de la autov¨ªa (por cuyo interior circular¨¢n los coches) hasta 2,21 metros en algunos puntos. En otros, en cambio, ser¨¢ suficiente descender 1,87 metros o unos pocos cent¨ªmetros.

As¨ª, seg¨²n fuentes t¨¦cnicas, se consiguen salvar los fustes de cada uno de los ojos, si bien la cimentaci¨®n (en forma de plinto) seguir¨¢ sufriendo las consecuencias de este enterramiento: habr¨¢ que suprimirla parcialmente. Esta mayor profundidad de la v¨ªa producir¨¢ un efecto visual. Al enterrarse m¨¢s los carriles y quedar la parte superior de su caja de hormig¨®n a ras del suelo, los ojos del puente ganar¨¢n en altura. Parecer¨¢ m¨¢s alto. "Recuperar¨¢ la altura primigenia, ahora falseada por el dep¨®sito de materiales acumulados durante siglos", se?alan las fuentes consultadas.La Comunidad tambi¨¦n ha impuesto al Ayuntamiento condiciones para que el puente de Toledo no sufra da?os durante los trabajos: el gobierno municipal de Alberto Ruiz-Gallard¨®n deber¨¢ cubrir el monumento con una "malla geotextil" que impida que la maquinaria da?e el pont¨®n. Sin la extensi¨®n de esta "capa de protecci¨®n", no se podr¨¢n iniciar las obras, seg¨²n se lee en un documento t¨¦cnico aprobado el pasado 23 de enero y que ha servido como base para que la Direcci¨®n General de Patrimonio firme su autorizaci¨®n. El Ayuntamiento queda, igualmente, obligado a llevar a cabo un nuevo proyecto de restauraci¨®n, que incluye la mejora del tablero superior del puente y el refuerzo de la cimentaci¨®n, algo que ya estaban realizando a cabo los ingenieros municipales.

Las fuentes consultadas explicaron ayer que, de hecho, "ya est¨¢n casi acabadas las labores de mejora de los cimientos, que incluyen t¨¦cnicas de micropilotaje".

Pero el soterramiento de los carriles de la M-30 no fue el ¨²nico problema con el que se enfrent¨® el Ayuntamiento en el puente de Toledo. Como las obras suponen una modificaci¨®n de los caudales del r¨ªo Manzanares, la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo impuso la construcci¨®n de un nuevo colector, mayor del existente. ?ste ten¨ªa, por razones t¨¦cnicas, que atravesar tambi¨¦n el puente, lo que supon¨ªa igualmente una afecci¨®n sobre el monumento.

En este caso, los informes t¨¦cnicos no son muy claros. S¨®lo se refieren a que el Ayuntamiento deber¨¢ realizar nuevas catas sobre el tablero del puente y ofrecer m¨¢s "informaci¨®n sobre el relleno". No se explica qu¨¦ ocurrir¨¢ cuando el Consistorio entregue esa informaci¨®n.

El puente de Toledo es obra de Pedro de Ribera. Se trata de una estructura de estilo barroco, con nueve ojos de medio punto y sillares de granito. Fue construido entre 1719 y 1724. Su entorno ha sufrido numerosas modificaciones, si bien su estructura se mantiene. La ¨²ltima restauraci¨®n, entre 1996 y 1997, supuso un gasto de 1,3 millones. Fueron restaurados los templetes de San Isidro y Santa Mar¨ªa de la Cabeza; las esculturas, los pretiles. La piedra fue limpiada y eliminados los elementos extra?os.