El Ej¨¦rcito afgano combate a los talibanes con ayuda de EE UU

Las fuerzas de seguridad del gobernador de la provincia sure?a de Helmand, que son parte del nuevo Ej¨¦rcito de Afganist¨¢n, libraron ayer un intenso combate contra guerrilleros talibanes en el que 19 personas perdieron la vida, la mayor¨ªa insurgentes. En la lucha, confirmada por fuentes norteamericanas, participaron aviones de EE UU. Es el choque m¨¢s serio en los ¨²ltimos dos a?os

Todo comenz¨® al alba cuando el vicegobernador, el mul¨¢ Mir, acompa?ado por 100 agentes y un comandante de polic¨ªa procedente de Lashkar Gah, la capital provincial, fueron emboscados por una partida de talibanes. Seg¨²n Mir, los atacantes les duplicaban en n¨²mero y tras un intenso combate llegaron 200 militares de refuerzo. El portavoz talib¨¢n, Qari Mohammad Yusuf, desminti¨® los combates y dijo que s¨®lo dos talibanes hab¨ªan resultado heridos.

Hace unos d¨ªas, el ministro de Defensa brit¨¢nico, John Reid, hab¨ªa anunciado el env¨ªo de 3.300 soldados a Helmand para ayudar en las labores de reconstrucci¨®n.

Por otra parte, la decisi¨®n holandesa de mandar tropas (7.500; entre 1.200 y 1.400 en el primer viaje) a la provincia afgana de Uruzg¨¢n, sancionado por el Parlamento de La Haya en la noche del jueves, ha puesto al descubierto las grietas de la coalici¨®n de centro derecha en el poder.

El voto en contra de uno de sus socios, los liberales de izquierda (D66), le cost¨® ayer el cargo a su l¨ªder, Boris Dittrichs. Su grupo le dio la espalda por haber amenazado con una crisis gubernamental y luego querer seguir en el poder. Para el primer ministro, el democristiano Jan Peter Balkenende, las 10 horas de debate en la C¨¢mara no fueron f¨¢ciles. Tuvo que soportar la aprobaci¨®n de una moci¨®n (auspiciada por el otro compa?ero de coalici¨®n, liberales de derecha) que le obligar¨¢ a presentar en el futuro un frente gubernamental com¨²n en situaciones similares antes de acudir al Parlamento.

Los diputados quieren separar la posible lucha antiterrorista en la provincia de Uruzg¨¢n de la labor humanitaria. Tal vez lo m¨¢s molesto para Balkenende fueran las cr¨ªticas a la labor realizada por Estados Unidos en Afganist¨¢n. Llegaron desde todos los grupos del arco parlamentario y con una exigencia com¨²n: que los soldados holandeses participen ahora s¨®lo en la reconstrucci¨®n del pa¨ªs y no en acciones de combate, informa Isabel Ferrer desde La Haya.