Una ofensa manipulada
Apenas unos cientos de iran¨ªes protestan contra las vi?etas de Mahoma en un conflicto instrumentalizado por el Gobierno
Dos centenares de activistas volvieron a protestar ayer ante la Embajada de Dinamarca en Teher¨¢n por las caricaturas de Mahoma. El incidente puso de relieve tanto la instrumentalizaci¨®n pol¨ªtica del caso como lo limitado de su efecto. No ha habido manifestaciones multitudinarias, lo que no quiere decir que los iran¨ªes, como el resto de los musulmanes, no est¨¦n gravemente ofendidos con unas vi?etas que califican de blasfemas. Un diario iran¨ª quiere caricaturizar el Holocausto como respuesta.
"?Abajo Estados Unidos! ?Abajo Dinamarca! ?Abajo Israel!", coreaban los manifestantes, en su mayor¨ªa j¨®venes de la milicia de voluntarios basiyis (los que guardan el esp¨ªritu de la revoluci¨®n). Mientras algunos lanzaban piedras y bombas incendiarias, un peque?o grupo logr¨® colarse en el recinto diplom¨¢tico. La polic¨ªa procedi¨® a desalojarlos y a dispersar la concentraci¨®n. Otro centenar de manifestantes tir¨® piedras anoche contra la Embajada noruega.
"Son s¨®lo unos pocos, no nos representan", se sinti¨® obligado a aclarar un transe¨²nte. "Los iran¨ªes no tenemos nada contra los europeos", a?adi¨®. ?No les han molestado las caricaturas? "S¨ª, son muy ofensivas y demuestran gran falta de sensibilidad, pero las diferencias no se resuelven as¨ª", respondi¨® se?alando a los manifestantes.
En las calles de Teher¨¢n no se percibe hostilidad hacia los occidentales, y la gente no saca el tema si no se le pregunta. "Son una blasfemia", responde m¨¢s triste que dolido un estudiante que se declara chi¨ª practicante, pero al que no se le ha pasado por la cabeza tirar piedras a ninguna embajada. "Eso son cosas del Gobierno", asegura antes de preguntar si en Europa "tambi¨¦n publicar¨ªan caricaturas ofensivas de Jesucristo".
Existe una gran dificultad entre los musulmanes para entender el laicismo de Europa. Muchos de los argumentos tienen que ver con su respeto hacia los cristianos. "Jesucristo es uno de nuestros profetas", suelen recordar. Aunque los iran¨ªes hacen chistes y caricaturas de sus cl¨¦rigos, consideran sagrados a los profetas y los imanes.
Los gobernantes politizan esos sentimientos. "Es una conspiraci¨®n de los sionistas para provocar una confrontaci¨®n entre musulmanes y cristianos", asegur¨® ayer el l¨ªder supremo, ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei, codificando la postura oficial. Para Jamenei, la reproducci¨®n de los dibujos "se explica por la derrota que les ha infligido Ham¨¢s al ganar las elecciones", pese a que las caricaturas se publicaron por primera vez en septiembre y las elecciones palestinas fueron el 25 de enero. El ex presidente Hachem¨ª Rafsanyani, uno de los dirigentes m¨¢s influyentes, consider¨® la publicaci¨®n como un "complot del mundo occidental contra el islam".
El r¨¦gimen iran¨ª tiene extremo cuidado de hablar de sionistas, y no de jud¨ªos, lo que remite autom¨¢ticamente a la ocupaci¨®n de los territorios palestinos. En esa cuesti¨®n, los musulmanes, sea cual sea su religiosidad y opci¨®n pol¨ªtica, se muestran un¨¢nimes en denunciar un doble rasero occidental.
Ese contexto ha alentado la idea del diario Hamshari de lanzar un concurso de caricaturas sobre el Holocausto para ver si "Occidente extiende la libertad de expresi¨®n a ese suceso, o s¨®lo al insulto de las santidades religiosas". Ese popular peri¨®dico es propiedad del Ayuntamiento de Teher¨¢n, controlado por pol¨ªticos afines al presidente, Mahmud Ahmadineyad, quien hace meses dijo que el Holocausto era "un mito" y que Israel "deber¨ªa ser borrado del mapa".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.