Socios inmigrantes

El limbo al que fueron lanzadas las instituciones europeas despu¨¦s de los resultados negativos sobre el Tratado Constitucional en Francia y en Holanda no ha puesto nunca en cuesti¨®n el dinamismo del desarrollo de nuevas realidades en esta Uni¨®n Europea ampliada a 25 miembros. No hay probablemente mejor prueba de ello que los datos que ha publicado ahora la Comisi¨®n Europea sobre uno de los fen¨®menos m¨¢s controvertidos de nuestras sociedades, como es la inmigraci¨®n. La apertura de las fronteras internas entre los viejos 15 miembros y los 10 reci¨¦n llegados hab¨ªa generado infinitos temores sobre avalanchas de ofertas que desestabilizaran los mercados del trabajo a causa de las inmensas diferencias salariales. En un principio, s¨®lo tres (Suecia, Irlanda, Reino Unido) de los 15 miembros antiguos accedieron a abrir sus mercados al libre tr¨¢nsito de la fuerza laboral.

Un informe del comisario de Empleo y Asuntos Sociales, el checo Vlad¨ªmir Sipdla, y un discurso del comisario de Comercio, el brit¨¢nico Peter Mandelson, sobre la competencia y libre circulaci¨®n dejan meridianamente claro que estos tres pa¨ªses, que no tuvieron miedo a la inmigraci¨®n procedente de los nuevos miembros, se han beneficiado de forma manifiesta de la libertad otorgada, han creado nuevos puestos de trabajo y evitado bolsas de ilegalidad que se han generado en otros que decidieron no adherirse a esta apertura de fronteras a la fuerza laboral eurooriental.

Los europeos deben abandonar sus miedos nacionales a competir entre s¨ª, tanto los trabajadores como las empresas. Spidla deja claro en su informe que la libre circulaci¨®n, all¨¢ donde la hubo, no s¨®lo no provoc¨® perturbaciones, sino que benefici¨® a los pa¨ªses en concreto y a Europa en general. Espa?a, que no abri¨® en un principio sus fronteras, es uno de los pa¨ªses que antes podr¨ªa unirse a los tres pioneros. Lo que resulta evidente es que mantener o no las trabas burocr¨¢ticas a la inmigraci¨®n interna de la UE apenas repercute sobre el flujo real, lo que significa que los pa¨ªses occidentales no tendr¨¢n m¨¢s ni menos trabajadores de los pa¨ªses de Europa central, sino m¨¢s o menos trabajadores regularizados y cotizantes. Los 12 pa¨ªses que mantienen limitaciones sobre la circulaci¨®n de los nuevos miembros (salvo Chipre y Malta) han de decidir para el 1 de mayo si levantan las restricciones antes de 2011. Las experiencias avalan una postura favorable.