La embriaguez del solitario
"De ahora en adelante se me contar¨¢ en Alemania entre los dementes", escrib¨ªa Friedrich Nietzsche (1844-1900) en 1883, poco despu¨¦s de concluir la primera parte de As¨ª habl¨® Zaratustra; as¨ª de novedosa y provocadora consideraba a su criatura. Por aquel entonces, enfermo y alejado definitivamente de su actividad docente, el fil¨®sofo viv¨ªa apartado de los seres humanos en una aldea de los Alpes suizos. Cuando sus terribles ataques de migra?a le conced¨ªan un respiro daba largos paseos por los bosques y las orillas de los lagos, embriagado de lecturas, melod¨ªas, pensamientos, presagios y extravagancias po¨¦ticas.
Fue durante aquellos periplos cuando concibi¨® las ideas centrales de su Zaratustra, cuando perfil¨® el personaje y la obra misma. "En dos ocasiones he tenido que quedarme en casa por la rid¨ªcula raz¨®n de que ten¨ªa los ojos irritados", escribi¨® ya en 1881. "En ambos casos se debi¨® a todo lo que llor¨¦ el d¨ªa anterior, durante mis excursiones. Pero no fueron l¨¢grimas sentimentales, sino de gozo; cant¨¦ y grit¨¦ cantidad de sinsentidos, embargado por una nueva idea que nadie ha tenido antes que yo", a?ad¨ªa.
AS? HABL? ZARATUSTRA
Friedrich Nietzsche
Edici¨®n y traducci¨®n a cargo de Jos¨¦ Rafael Hern¨¢ndez Arias
Valdemar. Madrid, 2005
804 p¨¢ginas. 30 euros
Se presume que aquella ge-
nial idea pudo ser la del "eterno retorno de lo mismo", la visi¨®n tr¨¢gica que muestra a los seres humanos destinados a vivir sus vidas una y otra vez sin que puedan escapar al c¨ªrculo de las repeticiones. ?sta y otras tantas ocurrencias de Nietzsche, en concreto el concepto de "voluntad de poder", la idea del "superhombre" o la certeza de "la muerte de Dios" constituyen la culminaci¨®n del pensamiento inacabado del fil¨®sofo, cercano ya a un declive mental que lo condenar¨ªa a pasar enajenado y como un vegetal la ¨²ltima d¨¦cada de su vida.
Su Zaratustra fue una espe-
cie de ¨¢lter ego gozoso, sano e ideal del Nietzsche enfermo, una difusa encarnaci¨®n literaria del sabio persa a quien se atribuye el Zend Avesta, pero tambi¨¦n un retrato compuesto por rasgos de Emp¨¦docles o de Her¨¢clito, y hasta de un Jes¨²s de Nazaret hablando por boca de Lutero. Semejante personaje expresa a trav¨¦s de una serie de sermones morales, met¨¢foras, aforismos y sentencias buena parte del pensamiento de aquel Nietzsche exaltado, casi poeta, casi sobrehumano, que, tras haber sido abandonado por Lou Salom¨¦, su musa intelectual, pas¨® por una etapa "m¨ªstica" en la que se cre¨ªa un nuevo educador y un nuevo fustigador de la especie humana. Pues no otra cosa pretend¨ªa con su libro: predicar una "nueva moral".
As¨ª habl¨® Zaratustra, "un libro para todos y para nadie", lo subtitul¨® su autor. Tambi¨¦n dijo de ¨¦l que era "el regalo m¨¢s grande que haya podido hac¨¦rsele hasta ahora a la humanidad"; y en cuanto a su estilo literario: "Me hago la ilusi¨®n de haber llevado el idioma alem¨¢n a su perfecci¨®n con este Zaratustra". Aquella extravagancia filos¨®fico-po¨¦tica fue, en efecto, acogida como una obra delirante; en su momento gust¨® a escasos lectores, aunque al cabo de los a?os termin¨® ejerciendo una influencia capital en diversas esferas culturales, tal como lo ha demostrado la variopinta condici¨®n de sus adeptos: "derechas" e "izquierdas", anarquistas y hasta feministas (la c¨¦lebre frase que tanto odio le granje¨® a Nietzsche por parte de sus detractoras: "?Vas con mujeres? ?No olvides el l¨¢tigo!", la pronuncia una anciana que se jacta de "conocer a las mujeres"), naturalistas y hippies, cient¨ªficos y hasta algunos genetistas actuales; multitud de artistas y escritores de enorme solvencia, como August Strindberg o Thomas Mann se inspiraron en sus p¨¢ginas, y a¨²n hoy contin¨²an siendo fuente de interpretaci¨®n para los fil¨®sofos.
La edici¨®n que presenta Val-
demar ser¨¢ can¨®nica. La traducci¨®n, a cargo de Hern¨¢ndez Arias, depura el lenguaje al m¨¢ximo, aventajando a la versi¨®n ya "cl¨¢sica" de S¨¢nchez Pascual (Alianza Editorial). Aunque lo m¨¢s atractivo del nuevo volumen, adem¨¢s de su cumplida introducci¨®n, es la considerable cantidad de material de apoyo, que estaba pr¨¢cticamente in¨¦dito en castellano hasta la fecha. Una ¨²til selecci¨®n de cartas y multitud de fragmentos p¨®stumos, tachaduras y borradores ayudan a la mejor comprensi¨®n de la obra, as¨ª como las atinadas notas aclaratorias. En suma, esta magn¨ªfica edici¨®n es imprescindible para los estudiosos y una excelente opci¨®n para quien desee iniciarse con buen pie en el inagotable pensamiento de Friedrich Nietzsche.
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