El Valencia incendia la Liga
Un gol de Villa provoca la segunda derrota sucesiva del Bar?a, que aventaja en s¨®lo seis puntos a los de Quique Flores
El Valencia hizo realidad el partido que hab¨ªa so?ado. La intensidad, la energ¨ªa, el choque y, para m¨¢s goce, unas gotitas de poes¨ªa: Aimar y Villa en estado puro. Entre ambos aniquilaron a la defensa azulgrana, que no hall¨® remedio a su cintura. El Bar?a fue fiel a s¨ª mismo, en su esquema (4-3-3) y en sus intenciones atacantes, pero le falt¨® lo principal: los jugadores. Jug¨® incomod¨ªsimo, impotente, sin la creatividad que lo hab¨ªa acompa?ado hasta la cima del liderato. Todo lo contrario que el Valencia, que enciende as¨ª la Liga, definitivamente, cosa de tres.
Hab¨ªa pasado la semana sin entrenarse. Un d¨ªa le atac¨® un virus estomacal y al siguiente el m¨²sculo isquiotibial. Pero Quique sab¨ªa que lo tendr¨ªa listo para el domingo. No le asustan precisamente las grandes citas. M¨¢s bien se dir¨ªa que no est¨¢ dispuesto a perderse ninguna. Villa lleva toda la temporada dejando detalles de crack y ayer no iba a ser una excepci¨®n. Se sinti¨® en el cielo desde el minuto uno. Primero fue un pase de tac¨®n a Aimar. Despu¨¦s, otro raso en profundidad a Regueiro, cuya picadita ante V¨ªctor Vald¨¦s lami¨® el poste. Y para rematar una primera parte gloriosa, una vaselina a gol, su decimoquinto, tras el regalo de V¨ªctor Vald¨¦s, un amigo del asturiano en los enfrentamientos de este curso. Ya en el Camp Nou le hab¨ªa concedido un tanto de rebote. Curiosamente, un portero que siempre se ha destacado por su buen manejo del bal¨®n con los pies, seg¨²n se encargaba de apuntar esta semana el entrenador de porteros valencianista, Emilio ?lvarez.
VALENCIA 1 - BARCELONA 0
Valencia: Ca?izares; Miguel, Albiol, David Navarro, Moretti; Angulo (Rufete, m. 81), Albelda, Baraja, Regueiro (Fabio Aurelio, m. 86); Aimar (Hugo Viana, m. 89); y Villa.
Barcelona: V¨ªctor Vald¨¦s; Oleguer (Belletti, m. 56), Puyol, M¨¢rquez, Gio; Van Bommel (Sylvinho, m. 71), Edmilson, Iniesta; Giuly (Larsson, m. 42), Eto'o y Ezquerro.
Goles: 1-0. M. 43. Error de Vald¨¦s que, despu¨¦s de recibir de Gio, se queda corto en su intento de devolver la pelota al lateral y la deja a pies de Villa para que remate a porter¨ªa vac¨ªa.
?rbitro: P¨¦rez Burrull. Mostr¨® la tarjeta amarilla a Angulo, Edmilson, Van Bommel, M¨¢rquez, Albelda, Villa y Belletti.
Estadio de Mestalla. Lleno. 55.000 espectadores.
El tanto de Villa no hizo m¨¢s que confirmar la superioridad valencianista en este primer tiempo. O al menos la convicci¨®n con la que llev¨® a cabo su propuesta, algo que no ocurr¨ªa en el bando barcelonista. El cuadro de Quique sab¨ªa c¨®mo quer¨ªa jugar y lo hizo: esperando en su campo para robar y soltar latigazos a trav¨¦s de Aimar, sublime por momentos, y de Villa. Albelda marc¨® la raya e impuso el estilo ante un Bar?a que quer¨ªa ser el de siempre, pero no pod¨ªa. Le faltaban jugadores. Categor¨ªa en el centro del campo. Capacidad para llevar a la pr¨¢ctica su propuesta atacante. No es suficiente con tres excelentes delanteros si no lo sustenta un medio del campo del mismo nivel. En este sentido el Bar?a record¨® al Manchester, con sus tres demoledores delanteros (Rooney, Van Nistelrooy y Ronaldo) tan poco arropados por sus centrocampistas.
La mejor opci¨®n del Bar?a fue, mientras estuvo en el campo, Giuly, siempre dispuesto a soltar su descarga de energ¨ªa por el extremo derecho, donde era mucho m¨¢s r¨¢pido que Moretti. As¨ª lo entendi¨® Eto'o, que tambi¨¦n frecuent¨® ese costado. Pero se lesion¨® el franc¨¦s y Ezquerro, que se cambi¨® de banda, ya no fue lo mismo. Hab¨ªa empezado Ezquerro en el extremo izquierdo con la misi¨®n imposible de hacer las veces de Ronaldinho.
Eternamente cuestionado por el sector resultadista de Mestalla, Aimar pint¨® la acci¨®n m¨¢s pl¨¢stica de la noche: primero se libr¨® de Edmilson con un control d¨¢ndose una media vuelta tras un pase a media altura de Baraja, como una marioneta; despu¨¦s de Puyol con un golpe de cintura y, finalmente, su disparo, a escasos metros, lo desvi¨® Vald¨¦s. Necesitaba Aimar una jugada as¨ª para volver a creer en s¨ª mismo, tras las cr¨ªticas que recibi¨® por haber errado unos cuantos pases en Riazor. Ser¨¢, como dijo Quique, un jugador de jugadas, vale, pero qu¨¦ jugadas.
La segunda parte comenz¨® con una entrada dur¨ªsima por detr¨¢s de M¨¢rquez que evidenciaba la impotencia azulgrana ante los garabatos de Villa. A los que se sum¨® con mucho gusto Aimar, convirti¨¦ndose en una diminuta pareja terriblemente inc¨®moda para los hombres de Rijkaard. El Bar?a aument¨® su dominio sin profundidad del terreno y Eto'o, atrapado por un gran Albiol, se dej¨® caer al centro del campo para librarse del pegajoso marcaje. El camerun¨¦s a?or¨® m¨¢s que nunca a Xavi y quiso ocupar su puesto de alguna manera.
El Valencia se puso entonces su traje de Paraguay, esa broma que usa su segundo entrenador, Fran Escrib¨¤, para referirse a la solidez defensiva de su equipo. El ritmo fue trepidante en el centro del campo. La intensidad, alt¨ªsima, tal y como hab¨ªa pronosticado Baraja. Y Mestalla se relam¨ªa ante la dinamita en cada acci¨®n de sus jugadores y la progresiva desesperaci¨®n de los azulgrana, reflejada una vez m¨¢s en M¨¢rquez, que pis¨® impunemente a Villa. Poco antes Larsson traz¨® por fin un desmarque con ¨¦xito y su remate raso a bocajarro lo sac¨® el pie derecho de Ca?izares, en otro alarde de reflejos.
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